Boxeo

Issa Kassim, de los entrenamientos de refugiados a analista en el Sant Andreu: “El fútbol me ha dado la oportunidad … – El Periódico


Issa Kassim (Mombasa, Kenia, 1988) se encuentra en la tribuna del Narcís Sala toqueteando una cámara. “¡Colócala lo más alto que puedas!”, le pide Xavi Molist, el entrenador de la Unió Esportiva Sant Andreu, desde el césped. Está a punto de empezar el entrenamiento en una semana clave, la del derbi frente al Europa (domingo, 18.00 h). “Este trípode puede subirse lo alto que quieras”, comenta Issa mientras lo ajusta. La primera vez que pisó el campo del Sant Andreu fue hace unos cuatro años en uno de los entrenamientos para refugiados y migrantes que organizaba el club. Ahora, forma parte del cuerpo técnico del primer equipo del Sant Andreu, grabando y analizando los partidos.

En Kenia, Issa llegó a jugar en primera división con el Bandari FC. Cuando llegaron las lesiones, decidió pasarse a los banquillos, en el filial del equipo keniata. “El fútbol en África es muy diferente al de aquí, por las instalaciones y porque faltan entrenadores con conocimientos. Es un juego mucho más físico, pero sin conocimiento es muy complicado avanzar”, expone a este diario. “Lo que más me sorprendió es que aquí con cuatro o cinco años ya empiezan a entrenar y jugar partidos, está todo muy bien organizado. Allí no hay ligas, de los 12 hasta los 16 o 17 años solo se juegan torneos de vez en cuando”, añade.

Eso sí, pasión por el fútbol no falta en el continente africano: “A la gente le gusta mucho el fútbol, cuando hay partidos se llenan los campos. Aquí se dice mucho que el fútbol de la calle se está perdiendo. En cualquier barrio de África vas a encontrar niños montando porterías con un par de camisetas jugando sin miedo a nada, y aceptando a todo el mundo”, explica dibujando una sonrisa.

Issa vino a Barcelona hace cinco años, en busca de una oportunidad. “En África la vida es muy complicada, apenas hay oportunidades y los países son muy inestables. Por eso gente como nosotros viene con buena intención, a buscarnos la vida trabajando para ayudar a la familia y también para crecer como persona. Mi idea es encontrar una oportunidad, crecer trabajando y algún día, con el conocimiento que habré ganado, volver a mi país a ayudar al crecimiento del fútbol“, asegura.

“El balón tiene idioma propio”

Cuando llegó, apenas balbuceaba cuatro palabras de castellano. Un día, se enteró de que en el estadio del Sant Andreu se organizaban entrenamientos para migrantes, y no dudó en acercarse. Se convirtió en un fijo y, a partir de allí, empezó a ayudar en distintos equipos de la base del club, mientras iba aprendiendo el idioma. “Al principio no podía hablar nada de castellano. Pero con una palabra o dos, los chavales me entendían. Esto es el fútbol. Puedes integrarte en un sitio sin saber el idioma porque el balón tiene su idioma propio“, comenta.

Ahora, con un castellano ya fluido – aunque continúa estudiando castellano y catalán -, forma parte del cuerpo técnico del primer equipo. Ayuda en los entrenamientos, analiza el juego del equipo desde casa y, en día de partido, es el encargado de grabar el encuentro. Minutos antes del descanso, baja al vestuario y prepara un pequeño vídeo con las acciones más destacadas para poder aclarar conceptos. Compagina estas tareas con un par de trabajos a media jornada, en un banco de alimentos y en una empresa de análisis de partidos de fútbol.

“El Sant Andreu es mi familia”

“El Sant Andreu es mi familia”, expresa con los ojos vidriosos. “Mi familia está en África, no tenía familia aquí y me han acogido sin discriminarme por ser quién soy. Me han dado la oportunidad de estar aquí y aprender mucho. Sentir que la gente te da la bienvenida…”, deja la frase a medias.

Hace dos años, nació su hijo Amar – en su lengua significa inmortal -. “Estoy muy agradecido, tengo amigos que lo pasan muy mal, sin encontrar trabajo y sin un sitio donde sentirse en casa. Yo ahora tengo mi familia, mi hijo y un sitio que siento que es mi casa”, añade.

“Yo ahora tengo mi familia, mi hijo y un sitio que siento que es mi casa”

Issa Kassim

Cinco días antes del partido frente al Europa ya no había entradas. 6.531 personas presentes en el Narcís Sala en un partido de la cuarta categoría del fútbol español, que los locales afrontan desde la quinta posición, a cuatro puntos de los del barrio de Gràcia, que lideran la categoría. Detrás de la poblada tribuna, Issa estará grabando y observando, “siempre de pie”.

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“Me haría ilusión ver cómo trabajan los cuerpos técnicos de equipos como el Barça, Girona o Espanyol, para descubrir cosas que me hagan mejorar. Es muy satisfactorio ver que has hecho algo o te has fijado en una cosa que ayuda al equipo a descubrir o modificar algo del partido”, explica.

“El fútbol me ha dado la oportunidad de sentirme persona”, concluye Issa, mientras explica que necesita un poco de tiempo para estabilizarse con el trabajo antes de hacer el examen de castellano y poder sacarse títulos de entrenador. Su sueño, igual que su sonrisa, se mantiene intacto. Quiere dedicarse al fútbol profesionalmente.



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Marc Valldeperez

Soy el administrador de marcahora.xyz y también un redactor deportivo. Apasionado por el deporte y su historia. Fanático de todas las disciplinas, especialmente el fútbol, el boxeo y las MMA. Encargado de escribir previas de muchos deportes, como boxeo, fútbol, NBA, deportes de motor y otros.

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