Ciclismo

Mario Sabato se confiesa en Colombia: ‘El triunfo de Nairo Quintana me cambió la vida’ – El Tiempo


Nairo Quintana, de 1,68 metros de estatura, se agigantó entre el 9 de mayo y el 1 de junio del 2014. El ciclista boyacense, por entonces una revelación mundial tras el subcampeonato en el Tour de Francia de 2013, le dio a Colombia su segundo título en una de las tres grandes, luego de la Vuelta a España que ganó ‘Lucho’ Herrera en 1987. El país, lleno de emoción, vibró con el triunfo de ‘Nairoman’ en el Giro de Italia. Y lo hizo gracias al apasionado relato del hombre que ha narrado durante los últimos años las grandes hazañas del ciclismo colombiano: Mario Sabato.

Argentino de nacimiento, pero colombiano por convicción, Sabato ha sido quien les ha dado voz a los triunfos de Egan y Nairo, los embalajes de Gaviria y Molano, los triunfos de Mariana Pajón, las escaladas de Sergio Higuita, las luchas de Rigoberto Urán y los golpes sobre la mesa de Santiago Buitrago, Einer Rubio y tantos más. Su relato, una marca registrada durante 15 años en la cadena internacional ESPN, migra ahora a RCN, el canal con el que ayer debutó en los nacionales de ciclismo y en el que espera seguir narrando las batallas de los ‘escarabajos’.

¿Por qué venir a trabajar en Colombia estando ya posicionado en toda Latinoamérica?

La verdad que es un desafío muy importante, es un desafío muy grande para mi carrera venir a Colombia. Yo estuve 15 años en Espn y, como puse el otro día cuando me despedía, fui muy feliz, crecí muchísimo como persona y como profesional, pero bueno, cuando me propusieron este reto era como una combinación de todo lo que yo quería hacer porque yo amo narrar las carreras internacionales, las mejores carreras del mundo, pero también tenía una deuda pendiente porque yo digo: ‘Vengo siempre a Colombia 10, 12 veces al año y nunca pude narrar una carrera colombiana’.

Y aquí va a poder seguir con las grandes y entrar de lleno en las carreras nacionales…

Síi, cuando Andrea Guerrero (gerente de Deportes en RCN) me dice: ‘Mira, Mario, vamos a tener Giro, Tour, Vuelta, Olímpicos, bla bla bla bla, todas las carreras del calendario internacional’, dije: ‘Buenísimo, okay, lo mismo que yo hago’, y me dice ‘Noo, pero también vamos a tener Vuelta a Colombia, Clásico RCN…’, ahí yo digo ‘ufff, qué interesante’, porque como que yo dentro mío tenía esa deuda pendiente y, bueno, se combinó todo de una manera perfecta y acá estoy como el nuevo narrador de ciclismo de RCN, que para mí es un placer muy grande.

La gente conoce mayoritariamente su voz, pero no así su historia, ¿de dónde viene la pasión por el ciclismo?

Bueno, yo tengo mi familia, mi tío Carlos Reybaud, que fue ciclista, que corrió los Juegos Olímpicos, que fue campeón argentino varias veces y a raíz de seguirlo a él, si bien nosotros en Argentina nacemos con una pelota de fútbol en la cabeza porque es así, ¿eh? (risas), los sábados eran de ir a la cancha a ver a mi querido Sportivo Italiano, de la Cuarta División de Argentina, y los domingos de ir a ver a mi tío correr en el circuito de Loma, de Bellavista… entonces empecé a forjar esa pasión por el ciclismo. Yo siempre digo que es imposible no enamorarse del ciclismo y, bueno, desarrollé pasión viniendo de un país donde el ciclismo la verdad que es muy poco, por no decir casi nada, difundido lamentablemente.

¿Qué paso para que usted no fuera ciclista?

Duré un día nada más porque es demasiado difícil el ciclismo. Yo lo intenté, me subí por única vez en serio a tratar de ser ciclista en la pista que lleva el nombre de mi abuelo, Diego Reybaud…, pero la bicicleta de pista, no sé si la gente sabe, pero no tienen frenos, son de piñón fijo, y fue tan difícil…. cuando me quedé en medio de un pelotón, con tantos ciclistas alrededor, dije ‘No…’. Logré bajarme de la bicicleta y sentí que era imposible. Yo, desde ese momento, con 12 o 13 años, dije: es muy difícil ser ciclista, o sea, a partir de ahí, mi admiración creció a niveles como los que tengo hoy por los ciclistas… que están en el deporte más lindo del mundo, pero a la vez en el más difícil.

¿Por qué cree que es el más difícil?

Porque es imposible lo que hacen los ciclistas, porque correr día a día cinco o seis horas y al día siguiente volver a correr otras cinco o seis horas, y al día siguiente otras cinco o seis horas…, mantener promedios por encima de 40 km por hora que yo a la gente le digo: ‘Agarren la bicicleta de quien quieran: la de Nairo, la de Rigo, la de Egan…, la de Pogacar, la de Vingegaard, la que quieran, y traten de llegar a 42 km por hora, que es el promedio, y solo traten de marcar en el velocímetro esa velocidad un segundo’. Bueno, ahí se ve lo difícil que es llegar a esa velocidad y ahora imagínese mantenerla 6 horas por día, o sea, es imposible, es realmente imposible. Por eso yo digo que todos los y las ciclistas son superhéroes.

¿Cómo termina entonces usted siendo narrador de ciclismo?

Yo creo que todos los periodistas debimos haber querido practicar el deporte del que opinamos. Yo creo que lo intentamos y al ver que no podíamos desde adentro dijimos: ‘Bueno, sigamos desde afuera la pasión’ y, bueno, en mi caso fue así. Yo desde el día uno dije: ‘No voy a poder ser ciclista, no lo voy a poder ser, pero quiero seguir ligado a este deporte. ¿De qué forma puedo seguir ligado? Y, bueno, desde el periodismo deportivo’.

¿Cómo inicia su carrera en los medios de comunicación?

Arranqué escribiendo, después probé la radio, después puse mi productora con mi propio canal de televisión de ciclismo allá en Argentina, algo pequeño, pasé por la agencia Télam y fui creciendo hasta que me llegó la oportunidad en ESPN y a partir de ahí ya no paré de crecer nunca más.

En la Vuelta a Argentina, en el año 2000, llegó un punto importante en su carrera…

Sí, sí, estaba trabajando ahí como reportero cuando pasó algo triste y lamentable. Falleció Saúl Morales, un ciclista, en plena carrera. Fue horrible, horrible, porque estábamos en la carrera y yo venía en la camioneta de los periodistas, pero como te digo, el ciclismo es un deporte no muy difundido en Argentina y la mayoría de los periodistas eran periodistas deportivos, pero no de ciclismo, entonces veníamos en la caravana charlando, qué sé yo, y escucho por el radio tour ‘Atención, atención, caída, caída, caída’, que se escucha lamentablemente todo el tiempo por el radio, pero de repente dicen ‘Caída, caída, caída, de vuelta ambulancia, ambulancia, ambulancia, se neutraliza la carrera’. Cuando dicen que se neutraliza la carrera, yo digo ‘esto es jodido en serio’. Aquello fue una imagen que no me borraré nunca más de la cabeza y yo creo que ese día llamé a mi mamá por teléfono y le dije : ‘Mamá, no puedo seguir con el periodismo deportivo, no puedo seguir cubriendo el ciclismo porque esto es muy fuerte’. Lo que un chico vive de veinte y pico años… fue terrible, terrible terrible, terrible.

¿Por qué seguir?

Bueno, porque ya lo dice la famosa canción: el show debe continuar. Esa es una gran realidad, ¿eh? Son cosas que suceden lamentablemente en el deporte y en la vida, y bueno a uno le toca continuar porque es mi carrera. Es mi pasión, es lo que yo amo hacer, fue un golpe muy duro, pero siempre seguía adelante y no fue el único, no, tuve miles de golpes, pero qué vas a hacer… son golpes que te da la vida y ahí tenés dos opciones: ah, te quedas tirado o vas, te levantas y seguís y, bueno, por supuesto el ciclista lo primero que intenta es levantarse. Lo que más valoro es que, cuando se cae, lo primero que intenta después de revisarse es subirse a la bicicleta. ¿Cómo puedes pensar en seguir en la carrera después de terrible golpe? Lo único que intentan hacer los ciclistas y las ciclistas es subirse a la bicicleta y seguir, algo que no pasa en muchos deportes.

Usted siguió y, en 2014, llegó el punto de no retorno: el triunfo de Nairo Quintana en el Giro de Italia…

Sin ninguna duda, la narración del triunfo de Nairo ha sido tal vez la más importante porque si bien antes yo había narrado a Mariana Pajón en 2012, el título de Nairo en el Giro de Italia fue un boom demasiado grande. Justo, en las cosas de la vida, para los últimos dos días de carrera, RCN toma la transmisión de ESPN y entonces salía por los dos canales… claro, me acuerdo que en esa época yo no decía mi cuenta de Twitter porque tenía mil seguidores, como mucho 1.500, y terminar la transmisión y ver que ya tenía 80.000 fue una locura, sin nombrar la cuenta…

¿Qué tal hubiera dicho el @ de su cuenta?

Imagínate… (risas) no sé, no sé, siempre me pregunto por qué no lo dije, pero uno estaba metido tanto en la vorágine de la carrera y en el título de Nairo que lo único que pensaba era en disfrutar lo que estaba viviendo.

¿Cómo le cambió la vida aquella narración?

Me cambió toda la vida, el triunfo de Nairo Quintana me cambió la vida porque después de eso empecé a viajar a Colombia muy seguido porque me llegaban invitaciones de todos lados. Fue algo que llevó a que la gente me conociera acá en Colombia. Hasta ese momento había viajado una vez, creo, una vez una o dos veces no sé si dos. A partir de ahí fue todo diferente porque ya era el reconocimiento de la gente en la calle ,el agradecimiento de la gente … y bueno, sinceramente, ese título de Nairo a mí me cambió literalmente la vida.

Igual el primer lazo con Colombia en su familia viene de antaño…

(Risas) Increíble, mi mamá cuando era chiquita en su colegio participó de un desfile de todos los países y estaban todas las banderas. Ella tendría siete u ocho años y en la repartija de todas las banderas a mi mamá le pusieron la bandera de Colombia… ella siempre me habló de Colombia, siempre, siempre, y eso que ella nunca conoció el país hasta que yo la traje. Pero siempre me habló de Colombia con mucho amor, yo no entendía por qué, claro, ella decía que sintió tanto orgullo al ser la portadora de la bandera de Colombia que le quedó un amor por esta tierra.

¿Y qué dijo cuando ya conoció el país?

Quedó loca, pero loca, loca de amor por Colombia, en verdad loca de amor. Fue algo muy lindo porque fue una emoción muy grande para ella porque toda su vida soñó con conocer Colombia y que yo pudiera cumplirle ese sueño fue algo realmente mágico.

¿Qué termina siendo Colombia para usted?

Para mí, Colombia es mi segunda casa, no tengo ninguna duda. Es un lugar al que a mí me encanta venir, que fue el amor a primera vista cuando conocí, que pensé que era yo solo el loco por Colombia y, como te digo, traje de mi mamá y se enamoró; traje mi hermano y se enamoró de Colombia; traje a mis cuatro hijos y a uno lo tengo acá conmigo y los otros tres me dicen: ‘¿Cuándo vamos papá?, ¿cuándo vamos?’.

Usted es embajador de la marca Colombia…

Así es, soy embajador de la marca Colombia para el mundo porque yo creo que el mundo tiene que conocer lo bueno de Colombia, hoy lamentablemente por todo lo que se muestra en la televisión, las series y todo eso siempre muestran lo malo salvo ahora ‘Rigo’, que es la primera creo que muestra cosas lindas de Colombia después siempre trascienden las cosas malas y yo digo siempre que no es así.

¿Cómo ve el 2024 para los ciclistas colombianos después de lo que fue el 2023?

A diferencia de lo que muchos piensan, yo veo un año muy interesante por delante son muchos los factores: vuelve Nairo, con eso ya solo es suficiente, porque Nairo es la máxima leyenda del ciclismo latinoamericano. Se rumorea, pero que casi que será realidad, que este va a ser el último año de Rigoberto Urán. De Egan Bernal me cuentan que cada día está más fuerte y, yo me pregunto: ¿Y si Egan vuelve a ser Egan? No sé si le ganará a todos porque no sé si le gana Pogacar… y ellos, pero pero les puede dar pelea a todos los demás. No olvidemos que Egan fue el mejor del mundo en su momento y parece que Dani (Martínez) y el ‘Monster’ (Higuita) ya han superado esos problemas de alergia que los tuvieron tan mal traer durante todo el año pasado. También Santiago Buitrago, que ya este año parece que lo van a dejar ser líder, y así, y mira que se me quedan Molano (Juan Sebastián), que ya está entre los cinco mejores velocistas del mundo; Fernando Gaviria, que fue el mejor del mundo y que dicen que puede volver con todo; y Alvarito (Hodeg) que ya está recuperado la pierna y que está de a poquito volviendo y así te puedo decir un montón…

Su ilusión es grande…

Digo… yo tengo una ilusión muy grande, pero bueno, entiendo que la gente diga no, porque hemos ganado todo. Es que quizás no nos dimos cuenta que no es fácil ganar un Giro, un Tour, una Vuelta. La gente quizá cree que es fácil ser podio, pero pregúntale a Francia por ejemplo, pregúntale a Italia, pregúntale a España, que son los países más dominadores del mundo y hace cuánto que no pueden celebrar. Entonces no es fácil, pero yo tengo una ilusión muy grande y, bueno, ojalá que se nos pueda dar alguno.

¿Cuál sería el objetivo de Nairo este 2024?

Es que a mí me cuesta mucho ser objetivo con Nairo, ¿qué querés que te diga? nosotros en mi casa tenemos un altar de Nairo, o sea, tenemos una foto y le prendemos velas hace más de 10 años a Nairo Quintana, eh, yo lo vi, estuve con él en julio del año pasado y estaba más fino que cuando corría y nunca dejó de entrenar y nunca dejó de soñar. Y es Nairo, ¿me entendés? y cómo hacés para no ilusionarte cuando Nairo larga una carrera, cómo hacés si siempre que corrió estuvo ahí dando la pelea, no hay una vez que no haya peleado una competencia y porque por un año que que no estuvo…, sí, bueno, entiendo que puede costarle al inicio el ritmo de carrera y qué sé yo, pero vamos a ver, no sea cosa que el domingo ya nos dé un bombazo en los nacionales.

¿Cuál sería el de Egan Bernal?

Mira yo con Egan eh, a ver, siento que es un chico que nació tocado por la varita mágica, ¿no? Porque logró cosas ciclísticamente que nadie había logrado, porque cuando tuvo su accidente no murió y porque soñábamos con que no muriera y no murió, soñábamos con que quizá pudiese volver a caminar y caminó, soñábamos ya cuando caminaba decíamos bueno por ahí se puede subir de vuelta a la bici y anda en bici. Bueno, ojalá capaz, que pueda volver a correr y volvió a correr el año pasado, ya se mandó dos grandes vueltas completas. ¿Y por qué no? Y por qué no soñar con que de a poco vuelva a recuperar el nivel que él supo tener cuando fue el mejor del mundo o uno de los tres mejores del mundo.

¿Y el de Rigoberto Urán?

Rigo desde que empezó a correr siempre estuvo ahí arriba. Y hasta el año pasado, que quizás no fue su mejor año, el tipo siempre estaba ahí en la pelea. No sé a mí me parece que no le pasan los años nunca, que a veces digo ‘bueno, yo creo que ya estaría bien que se retire’, pero después cuando lo veo a él, por qué se va a retirar si siempre está ahí, todavía puede aportar mucho desde desde quizás no, en la disputa de la general, pero sí en la de alguna etapa.





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Julieta Elena

Tiene más de 5 años de experiencia en la redacción de noticias deportivas en línea, incluyendo más de cuatro años como periodista digital especializado en fútbol. Proporciona contenido principalmente relacionado con el fútbol, como avances de partidos y noticias diarias. Forma parte de marcahora.xyz desde abril de 2023.

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