¿Puede una mujer boxear lo mismo que un hombre? Amanda Serrano desoye las advertencias médicas y va a por su … – Relevo
El boxeo profesional femenino tiene una reglamentación diferente al masculino. En varones, los rounds duran tres asaltos y se pueden disputar un máximo de 12 en un mismo combate. Mientras, en féminas son dos minutos y el límite es de 10 rounds. Es decir, en una pelea por un título mundial (las más largas posibles) ellos podrían estar sobre el ring 36 minutos y ellas 20. Esta norma se ha mantenido con el paso de los años y genera controversia. Hay dos bandos bien diferenciados.
Algunas boxeadoras creen que debe cambiarse por pura igualdad y porque que favorece el espectáculo. El ratio de KO es más bajo en el boxeo femenino, por lo que ampliando el tiempo creen que se producirían más finalizaciones y aumentaría el show. Fuera de lo estrictamente deportivo, a más tiempo sobre el ring, más dinero cobrarían. Es obvio. Además, mantienen que muchas de ellas entrenan con rounds de tres minutos y que al ser entre iguales no hay ningún perjuicio. También resaltan que en MMA hay igualdad (round de cinco minutos con un mínimo de tres asaltos y un máximo de cinco) y la curiosidad que se establece al cambiar del campo amateur al profesional.
En amateur, tanto hombres como mujeres, boxean a tres asaltos de tres minutos (en categoría femenina se obliga a llevar casco independientemente de la edad. En hombres sólo sucede en categorías inferiores). Por ello, cuando alguien da el paso al campo rentado pueden llegar a boxear menos tiempo, ya que los primeros duelos, habitualmente, se suelen hacer a la distancia de cuatro asaltos. Es decir, una amateur tiene nueve minutos de pelea y una profesional, con esas condiciones, ocho.
La otra vertiente, la que no quiere ninguna modificación, es la que tiene mayor poder. La normativa se impuso a principios del siglo, cuando comenzó a crecer el número de practicantes, por la IBA (organismo que regulaba el boxeo amateur hasta este 2023). Cuando los principales organismos que ahora regulan el boxeo profesional fueron incorporando las categorías femeninas lo aceptaron (los organismos que lo regulaban anteriormente también seguían la misma directriz). Era aceptado de manera común y las comisiones de cada país también lo respetaba. No había duda.
Con el crecimiento en número de boxeadoras, la inquietud sobre un cambio en el sistema empezó a producirse. El Consejo Mundial de Boxeo (WBC, en inglés) ha liderado la investigación médica en este sentido. Elaboraron un informe en el que su equipo médico aseguró que las mujeres corren mayor riesgo de sufrir una conmoción cerebral que los hombres. Esa premisa fue reformada por un estudio del Orthopaedic Journal of Sports Medicine que concluía que las “atletas pueden sufrir conmociones cerebrales más graves que los hombres porque tienen un umbral biomecánico de tolerancia más bajo en relación a los impactos en la cabeza”. Basado en esos estudios, el WBC se muestra tajante ante la imposición de los asaltos de dos minutos en el boxeo femenino.
Pese a ese estudio, la controversia es alta, ya que otros apuntan a lo contrario. En diciembre de 2021 se realizó uno con 23 casos y no se encontró esa evidencia. Por otro lado, un estudio realizado por la Brain Injury Association of America asegura que las lesiones cerebrales en las mujeres “se tratan de modo diferente” debido a que “las mujeres expresaron mayor intención de informar sobre conmociones cerebrales”.
Amanda Serrano busca instaurar los asaltos de tres minutos
En medio del debate, Amanda Serrano (45-2-1, 30 KO) ha querido ir un paso más allá. La puertorriqueña está considerada una de las mejores boxeadoras de la historia. Ha sido campeona mundial en siete divisiones diferentes y es actual campeona indiscutida (posee los cinturones WBC, WBA, IBF y WBO) del peso pluma. Gracias a su poder, y la ayuda económica de su promotor, Jake Paul, pretende cambiar la historia este próximo viernes. The Real Deal cerró la defensa de su corona indiscutida frente a Danila Ramos (12-2, 1 KO) y lo hizo en un combate de 12 asaltos de tres minutos. Además, el cartel del evento, que se disputará en Florida, aparece con la palabra “woman” tachada. Una declaración de intenciones en toda regla.
“Esto es para mostrarle al mundo que una mujer puede hacer todo lo que hace un hombre. Es para demostrar que somos iguales“, apuntó la boxeadora en un post de Instagram. La idea no es nueva para Serrano, quien ya ofreció a Katie Taylor boxear a esa distancia. En esa ocasión, la irlandesa lo rechazó. La brasileña Ramos aceptó el envite de Serrano y el pleito ha tomado mayor trascendencia, ya que deportivamente la campeona es muy superior y debería de ganar con holgura.
La iniciativa obliga también a pronunciarse a los estamentos del boxeo… o no. El Consejo Mundial de Boxeo ha sido el único que ha hablado con claridad en boca de su presidente, Mauricio Sulaimán. Apuntando al citado estudio, anunciaron que no sancionarán este combate y su cinturón no estará en juego. El resto de organismos (WBA, IBF y WBO) se han puesto de perfil. Pondrán sus títulos, pero no han ahondado más en el tema. Dan el protagonismo a Serrano y evitan pisar charcos. Habitual en el boxeo.
Este combate es importante por el contexto y la fama de quien lo realiza, pero no es pionero. En el año 2007, Layla McCarter defendió su corona de la Global Boxing Union (GBU) ante Melissa Hernández a la distancia de 12×3. La prueba no tuvo continuidad, ya que dos meses más tarde, en la revancha y ante la misma rival, se pactaron ocho rounds. McCarter fue una pionera en este sentido. Al año siguiente, ante la española Loli Muñoz, también boxeó a tres minutos, aunque en este caso fueron diez rounds. La Comisión Atlética de Nevada ha sido permisiva a este respecto y ha permitido pleitos femeninos con rounds de tres minutos, aunque en la actualidad no se hace.
El órdago de Serrano, por tanto, es real. Habrá que ver si puede mantenerlo en el tiempo y si más gente se suma. Otras campeonas mundiales ya han anunciado su intención de replicar la medida de la puertorriqueña. Puede ser el inicio del cambio, eso pretende The Real Deal.
