NFL

El renacer de Asier Martínez tras meses de lágrimas y malas compañías: «He intentado negar que yo era atleta» – Relevo



Son las 11 de la noche y llega un mensaje de Asier Martínez (Zizur Mayor, Navarra, 23 años) en el que confirma que podrá visitar la redacción de Relevo al día siguiente. Una respuesta rozando la media noche porque le acaban de confirmar la hora de una cita médica para después de nuestro encuentro. Al final de la mañana, uno de los mejores especialistas debe revisar la lesión que le está alejando de la competición.

El campeón de Europa y bronce mundial de 110 metros vallas el verano pasado llega puntual con una camiseta donde destaca el logo de la marca que le viste desde su salto a la élite. Curiosamente, ese contrato de patrocinio (y presuntas suculentas ofertas) fue el desencadenante de unos meses de calvario mental y físico por culpa de las malas decisiones y consejos de quien había llevado la gestión de su carrera hasta ese momento. Tras meses de preocupaciones y un cambio de manager, pudo solucionar la situación pero la presión y el estrés sufridos terminó por convertirse en problemas dentro del tartán.

¿Qué es de Asier Martínez? ¿Por qué no está compitiendo?

Este año está siendo complicado. Estoy conociendo la realidad más amarga del deporte. Lo que siempre se ha dicho que tarde o temprano se conoce, este año me está tocando a mí. Primero con un invierno por temas personales, con manager, con patrocinadores… Algo un poco extradeportivo que conseguí solucionar a un coste muy alto y quedarme tranquilo en ese aspecto. Ahora, en el aire libre, me ha tocado experimentar el tema físico con lesiones, posiblemente relacionado con la presión y tensión que viví en los meses de invierno.

Empezamos por lo más reciente: ¿qué lesión tienes?

Comencé el aire libre muy bien a nivel de entrenamiento. Pero me duró poco, cosa de un mes. Empecé con unos problemas en la fascia del pie. Un engrosamiento de la fascia que derivó en fascitis con algo de edema. Entramos un poco en ese bucle del pie y decidí junto a mi equipo, médicos, fisios y, por supuesto, toda la gente que me rodea, intentar solventar ese problema y posteriormente competir si se podía este año. Eso sí, intentando que este mal año no lastrase el siguiente. Hasta que, hace dos semanas, tuve una rotura de la fascia.

¿Qué dicen los médicos? ¿Cuándo podrías volver?

El diagnóstico está siendo bueno. Dentro de lo malo, he tenido buena suerte de que la rotura ha sido muy controlada. Ha sido en una zona ideal, digamos. En principio, después de la recuperación y del plazo que me han establecido, ya no habría más problemas. Eso me tranquiliza bastante, sobre todo por el año que viene. Este año, no descartamos poder volver a competir e intentar estar en el Mundial. Este último mes, la sensación ha sido buena después de venir de un bucle continuo. Empezamos a ver un poco la luz, aunque sea a largo plazo.

¿Qué provoca esta lesión?

Me impide lo que mi propio deporte es: correr y saltar. Es limitante. Pero bueno, sigo manteniéndome activo, intentando perder el mínimo posible y que la vuelta no sea tan dura. En caso de que pueda volver este verano, va a ser una vuelta exprés para intentar, en el mejor de los casos, salvar el año. Porque para nada vamos a cumplir los objetivos establecidos para esta temporada. Lo fundamental es que todo este problema y toda esta situación amarga, se quede en este año y no traspase al siguiente.

“He vivido en una falsa burbuja”

Asier Martínez
Atleta

Te ha llegado todo eso después de tu gran año a nivel mundial. De estar en lo más alto con un bronce mundial y un oro europeo… a sufrir los golpes del deporte dentro y fuera de la pista.

Creo que aunque cueste… Lo haya, lo esté y lo pueda pasar mal, creo que a mí me ha venido bien.

¿Bien? ¿Por qué?

Porque he vivido en una falsa burbuja muy, muy, muy esporádica. En casi dos años, mi vida ha cambiado a una vida que es muy distinta y novedosa, en el buen sentido. Todo esto te vuelve a poner los pies en el suelo. A volver a empezar desde donde empecé, con la mentalidad que empecé. A no soñar o no adelantarme a muchas otras cosas, que es algo que también me ha pasado este año. Como intentar tener más de lo que debía o intentar aspirar a otros aspectos, como el económico, que no era propio de mí. Yo no empecé en esto para eso.

¿Por qué llegaste a esta situación? ¿Qué hizo cambiar a Asier?

Las malas compañías, las malas decisiones, los malos consejos, la mala suerte, la mal… todo. Por eso creo que me ha venido bien para ser otra vez el Asier que siempre he sido y que, en muchos momentos, he dejado de ser. Pero ahora, también creo que la buena suerte, las buenas compañías y los buenos consejos me intentarán sacar de esta.

¿Cómo era esa burbuja ‘muy esporádica’ donde entró Asier Martínez?

Se me crearon falsas expectativas, se me dijo que valía más de lo que realmente valía. Incluso, se me dijo que valía más de lo que yo mismo creía que valía. Eso es muy peligroso para un deportista y más para un deportista joven. Yo no he sabido gestionar todo eso, no he sabido gestionar lo que me decían agentes externos que no eran mi entorno más cercano.

Suena a que has pasado por el ‘mal de altura’ por el que pasan tantos deportistas cuando están en lo más alto…

Es difícil gestionar cuando todo el mundo te da la palmada en la espalda. Cuando tú eres consciente de que lo has hecho muy bien, es difícil no pensar: ‘Oye, ¿por qué no puedo tener esto? ¿Por qué no puedo correr aquí? ¿Por qué no puedo hacer tanto?’. Pero es falso. La respuesta es muy simple, no puedes porque no. O porque no lo vales, o porque no tienes las condiciones, o porque simplemente no lo generas. Un montón de explicaciones lógicas que, en esa burbuja, no entran.

Es cierto que, en las pocas competiciones que te vimos el pasado invierno, no se vio al Asier de unos meses atrás. ¿Estaban detrás esos problemas de contratos, manager, etc.?

Sí, los problemas empezaron a venir enlazados a esa ‘movida’ personal, profesional, laboral, o como se quiera llamar, que tuve durante la pista cubierta. En primer lugar, culpa mía porque era un novato. No conocía este mundo e hice caso a quien no debía. Hice caso a gente que no estaba en lo correcto y se empezó a difuminar un poco el aspecto deportivo, que es lo que a mí siempre me ha importado. Empezó a tener cada vez más protagonismo la esfera laboral y profesional.

“El estrés que me estaba generando era increíble”

Asier Martínez
Atleta

No estabas en lo que tenías que estar…

Llegaba a la competición sin saber realmente qué tenía que hacer a nivel de de objetivos, de planificación, de entrenamiento. Recuerdo estar en el meeting de París [11 de febrero] una hora antes del calentamiento dándole vueltas a lo mismo, con abogados, con manager… El problema estaba adquiriendo una magnitud increíble. Por las noches, ya no pensaba en lo que habitualmente pensaba el Asier del pasado.

Y así, ¿día tras día?

Lo que yo podía controlar, que era el atletismo, tenía cada vez menos protagonismo. En cambio, ese problema y esa burbuja cada vez era más grande. Esa bola cada vez se estaba enredando más, cada vez tenía más protagonismo en mi vida y cada vez me chupaba más. Yo no podía parar de pensar. Llegaba a los entrenamientos y estaba todo el rato con el móvil. El estrés que me estaba generando todo eso era increíble. Ese estrés fue cada vez a más, a más, a más, a más.

Imposible competir así.

No pretendo ponerlo como excusa. Yo no competí porque no supe competir con eso y ya está. Lo que en su día el Asier del pasado sacaba en la gran mayoría de veces lo que tenía en ese momento a nivel físico, el Asier de este último invierno no lo podía sacar. Y me jode, porque creo que el resultado a nivel de entrenamiento, el trabajo realizado por mi entrenador era bueno, y que podíamos haber hecho algo. No te estoy diciendo algo en concreto, pero podíamos haber competido con Quique Llopis, por ejemplo, que estaba a un nivel increíble y podíamos haber estado con él en la pelea. No te digo ganarlo porque estaba muy fuerte, pero sí te digo estar en la pelea y no pude.

Tu entrenador [François Beoringyan] siempre ha destacado que tu mayor potencial estaba en la cabeza, que no tenías miedo a nadie. ¿Eso ya no estaba?

Sí, era mi mayor cualidad. La cualidad de estar en una final olímpica y no ser consciente siquiera de dónde estás. Muchas veces se atribuye todo a mi buena cabeza, a la buena forma de competir, y no era siempre así. Lo atribuyo también a no ser consciente realmente en ese momento de dónde estás. Si a mí me llegan a decir: ‘oye, este día a esta hora vas a correr una final olímpica o vas a disputar un campeonato de Europa con opciones a hacer algo bonito’, igual lo hubiese gestionado de otra manera. Pero en ese momento, o en muchos momentos, no era consciente del todo dónde estaba.

Ahora, eras señalado como uno de los grandes favoritos allá donde podías competir.

Cuando empiezas a ser consciente de dónde estás, empiezas a ponerte en duda a nivel personal. Empiezan a aparecer miedos, empiezan a aparecer cosas que no favorecen tanto en una carrera. En el Campeonato de Europa del verano, lo vi. Ahí ya era consciente un poco más de dónde estaba y qué podía hacer. No hasta un punto concreto, pero sí sabía más o menos lo que podía hacer. Ahí ya empieza a ser otra cosa. Empieza a ponerse en duda en mi cabeza lo que puedo llegar a hacer.

¿Hablas de miedo?

No sé si es algo concreto. Supongo que será lo típico. Nada nuevo, cualquier atleta, cualquier deportista conoce el miedo al fracaso, a hacerlo mal. ‘Y si desaparezco’, ‘y si no lo hago bien’, ‘y si de aquí voy para abajo’. Eso sigue estando.

“No estoy aquí para ganar dinero”

Asier Martínez
Atleta

Y muchos de los que te daban la palmadita, ahora desaparecen.

Es evidente, tiene su cierta lógica. Al final, esto es muy efímero. En general en el deporte, en una semana ya casi se ha olvidado en todos los deportes, pero en el atletismo más. Casi hasta que no llegue un campeonato grande o casi hasta que no llegue unos Juegos Olímpicos nadie va a caer en ti. Y con eso, bueno, es un poco reafirmarte en lo que hasta ahora creías: que tu gente es la que más te ayuda a estar donde estás y no los que se han acercado. Quitas un poco todo ese humo, todas esas expectativas y ves un poco dónde estás y junto a quién estás.

¿Era el negocio alrededor del atletismo lo que te llegaba a afectar?

No quiero ir aquí de pobre que le han engañado porque fui el que accedí, el que tomé ciertas decisiones que no tenía que tomar. Pero bueno, está claro que las he aprendido y ese error se tiene que convertir en aprendizaje. Y por ejemplo, aunque ahora pueda estar pasándolo mal por una lesión, por un momento en el que no puedes entrenar o lo que sea, yo sí que tengo claro que hay ciertos aprendizajes que he sacado este invierno.

¿Cuáles?

Que no estoy aquí para ganar dinero y para intentar tener más reconocimiento profesional, estoy porque es lo que me gusta y porque ya lo daba todo cuando no era absolutamente nadie. Toda esa experiencia me ha enseñado a decir que la he cagado, que hice caso a quien no debía, me creí muchas cosas que no eran así y me creí más de lo que era.

“Ver atletismo me hacía sufrir”

Asier Martínez
Atleta

Con esta situación, ¿has visto atletismo en estos meses?

Este último año no he visto porque me hacía sufrir, porque seguía con la mentalidad de que yo tenía que estar ahí. No solo que tenía que estar, sino tenía que estar haciéndolo bien, como siempre. Al no estar ahí, empiezas a darle vueltas a la cabeza y te impide disfrutar del atletismo.

¿Apagabas la tele?

Sí, me ha pasado mucho. Por ejemplo, me pasó en Estambul. En el Europeo indoor, no quería ver las carreras y no vi absolutamente nada. Solo vi las carreras de mi compañero Quique [Llopis], porque es mi amigo. Pero ya está, y todo el resto lo negaba. Y si alguien venía a hablarme: ‘Oye, ¿has visto tal carrera? No, no quiero hablar de eso’. Quedaron en mi grupo de entrenamiento a ver el Europeo y yo no quise ir.

¿Por qué?

No quise ir porque quería salir o extirpar ese aspecto de mi vida y hacer como si nada. He intentado negar, incluso, que yo era atleta. Estar en muchos ámbitos y en muchas situaciones de ‘yo aquí estoy como uno más’. Ahora, que he llegado a la esfera profesional o de alto rendimiento, muchas veces la negaba. ‘Yo este año no quiero ser el atleta’ y cosas así.

En un año, has pasado de estar en lo más alto a casi odiar el atletismo…

Para bien y para mal, mi cabeza siempre va al 300%. Cuando las cosas van bien, cuando sé que todo está bien, que he entrenado bien y que estoy físicamente bien, va muy bien porque mi cabeza va al 300% y funciona. Cuando las cosas van mal, funciona también a mal, no puedo parar de darle vueltas. Puede decírtelo cualquier persona con la que he estado estos 6-7 meses que es que no hablaba de otra cosa. Y aunque intentaba despistarme, es que seguía continuamente pensando en todo lo que me estaba pasando.

¿Llegaste a dejar de ser el chaval de Zizur Mayor que se divertía haciendo atletismo?

Mi entorno no me ha permitido cambiar, así de simple. Yo tenía un entorno bastante real alejado del deporte. Eso me ha ayudado a ser el mismo a nivel social. Pero bueno, a nivel profesional, laboral y deportivo sí he pretendido estar en todos los lados, correr siempre bien, estar siempre bien… Llegar a todo. No tener un filtro de opiniones, de comentarios externos sobre mi futuro deportivo… Vivir en una burbuja que no es para nada lo que a mí me hacía correr. Una burbuja que, realmente, me empezaba a perjudicar poco a poco.

 ¿Y esa burbuja cómo se explota? ¿Hay un día concreto, una época concreta en la que te das cuenta?

En el momento en el que miras atrás y dices ‘menuda mierda de año’. Cuando empiezan a enlazarse cada vez más carreras malas, sensaciones malas, inestabilidad, dudas… Incluso, ese sentimiento de invencible que tenía antes, ya no lo tienes o ya no es tan evidente. Cuando tienes que rechazar ir a un Europeo de pista cubierta, a buenas carreras…

Me alucina que, después de todo esto que has contado, me digas que te ha venido bien…

Lo que está claro es que han sido golpes. Yo lo he pasado muy mal y he estado épocas mal, evidentemente. Incluso, ahora mismo no veo el qué me haya venido bien. Aún no digo ‘Joder, pasarlo tan mal me ha enseñado a…’. Pero es un poco lo que se dice siempre, de que saldrás más fuerte y aprenderás un montón de cosas y sacarás cosas en claro. Aunque lo diga, no deja de ser una mala época, incluso hoy por hoy.

No sé si esta pregunta la hubieras respondido diferente hace justo un año. Pero, ¿te hace feliz el atletismo? 

Sí. Me hace feliz. Sobre todo, lo que más me perjudica o lo que más me hace no estar feliz, es no hacer atletismo, que es lo que me ha pasado este año. Ya sea por lesión, ya sea por tener la cabeza en otros lados donde no tenía que tenerla. Todo eso es lo que más me ha dejado así, en lo que más he sufrido y por lo que más he tenido que llorar y aguantar. Todo por no hacer atletismo. Llegar al invierno pensando en qué iba a hacer, en qué iba a derivar, en cómo podía responder y cómo podía hacer todo con lo que tenía fuera de la pista, cosa que no era mi trabajo. Es, precisamente, el alejarme del atletismo lo que más me deja así. Yo estoy deseando volver, estar compitiendo, estar entrenando y eso es lo que más me hace feliz.

José M. Amorós

José
Manuel
Amorós
es
el
encargado
de
la
cobertura
de
toda
la
información
polideportiva
y
olímpica.
Nacido
en
Callosa
de
Segura
(Alicante),
estudió
Periodismo
en
la
Universidad
Miguel
Hernández
y



Source link

Rohit Palit

Periodista deportivo y graduado en Ciencias de la Comunicación de Madrid. Cinco años de experiencia cubriendo fútbol tanto a nivel internacional como local. Más de tres años escribiendo sobre la NFL. Escritor en marcahora.xyz desde 2023.

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button