Las Vegas Aces retuvieron este miércoles su título de campeonas de la WNBA tras ganar a las New York Liberty el cuarto partido de la final por 70-69 para poner el 3-1 en la serie.
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Fue un golpe maestro que Las Vegas, privado de dos jugadores importantes, realizó en la cancha de su oponente. Desde la operación del pie izquierdo de Candace Parker a finales de julio, la entrenadora Becky Hammon había optado por confiar solo en seis jugadoras en la rotación. Irónicamente, también fue el pie en el que se lesionaron la base Chelsea Gray y la interior Kiah Stokes en el tercer partido de la final. Con ambas jugadoras indisponibles en el cuarto partido, todo el equilibrio ofensivo de las Aces se vio amenazado.
La diferencia se vio rápidamente en el campo, ya que Las Vegas se encontró perdiendo por 10 puntos en el primer cuarto (19-9). Maltratadas, los Aces no se dieron por vencidas. El equipo visitante se apoyó en una defensa muy agresiva, que dificultó las penetraciones de Nueva York y amordazó a las interiores Jonquel Jones y Breanna Stewart. Esta última, elegida mejor jugadora de la temporada, estuvo totalmente desacertada (3 de 17 en tiros) a nivel ofensivo.
En ataque, Las Vegas jugó su suerte con valentía, continuó haciendo circular el balón y creando tiros. Detrás de la insaciable A’Ja Wilson (24 puntos y 16 rebotes), el equipo de Nevada se benefició de Cayla George. Esta interior, que solo había jugado 17 minutos en 7 partidos de playoffs hasta el momento, sorprendió por su visión de juego y sus buenas manos (11 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias).
Dominadas durante casi los tres primeros cuartos, las campeonas defensores se adelantaron justo antes del inicio del último (53-51). Los dos equipos lucharon en él, antes de que Courtney Vandersloot fallara un tiro para Nueva York en la última posición que dejó definida el título. Todo, pese a ser una de las pocas que brilló para el equipo anfitrión con 19 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias.
