una oda al empoderamiento femenino que mezcla ‘Frankenstein’ y ‘La bella y la bestia’

Cuando FOTOGRAMAS se encuentra con Yorgos Lanthimos durante la promoción de ‘Pobres criaturas‘ en el Festival de Londres, lo primero que hace el periodista cinéfilo es recordarle al cineasta griego que, cuando charlaron en el Festival de Venecia de 2018, el director de La favorita confesó que sus cineastas predilectos eran Robert Bresson y John Cassavetes… ¡Justo los preferidos del periodista cinéfilo! Envalentonado, este reportero le sugiere al director que, quizá, con el tiempo, su cine ha ido alejándose de la parquedad de Bresson, a la vez que iba intimando cada vez más con la visceralidad altamente empática del autor de ‘Una mujer bajo la influencia’ (1974). Ante esta arriesgada reflexión, Lanthimos se queda en silencio, pensativo, y luego responde: “Por un lado, soy consciente de que mi estilo tiende más hacia el artificio que hacia el realismo de John Cassavetes, pero independientemente del tono de mis películas, mi principal objetivo siempre ha sido crear personajes complejos, personajes que, para mí, están cargados de verdad.”

Y cabe decir que ‘Pobres criaturas’, que le valió a Lanthimos el León de Oro de la pasada Mostra, va sobrada de complejidad y verdad. La historia, que imbrica la fábula gótica y la comedia sexual, describe las peculiares relaciones que se establecen entre cuatro personajes: una mujer de mediana edad que se comporta como una niña (Emma Stone en la piel de Bella Baxter); un médico con el rostro deformado y alma de científico loco (Willem Dafoe como Godwin Baxter); su impávido y enamoradizo ayudante (Ramy Youssef como Max McCandles), y un picapleitos embustero y de costumbres libertinas (Mark Ruffalo como Duncan Wedderburn). Combinando y subvirtiendo los imaginarios de ‘Frankenstein’, ‘Pigmalión’ y ‘La bella y la bestia’, este cuarteto protagoniza una subversiva odisea de emancipación en la que el personaje de Bella pondrá patas arriba el universo patriarcal de la Inglaterra victoriana.

En manos de Emma

‘Pobres criaturas’ lleva a la pantalla la novela homónima del autor escocés Alasdair Gray, pero en su aprecio por el artificio cinematográfico (hablamos de una película que transitadel blanco y negro al color, y que juega a deformar el espacio escénico) se desmarca de la ortodoxia del cine literario. De hecho, Lanthimos y su guionista, Tony McNamara –autor de los libretos de ‘La favorita’ y ‘Cruella’ (2021)–, descartan el componente autorreflexivo de la novela de Gray, cuyo tronco narrativo se presentaba como un collage de textos escritos por los personajes de la ficción. “En nuestro acercamiento a la obra de Gray decidimos prescindir de los dispositivos literarios que nos invitaban a ver la historia desde el punto de vista de uno u otro personaje. En realidad, no fue una decisión difícil porque, desde el principio, mi interés residía por completo en el personaje de Bella Baxter”, confiesa Lanthimos.

El director de ‘Langosta’ (2015) reconoce que, para llevar el timón escénico de una historia como la de ‘Pobres criaturas’, necesitaba a una actriz superdotada. “La película existe gracias al brillante trabajo de Emma Stone”, sentencia el cineasta. “No se me ocurren muchas otras intérpretes, del pasado o el presente, que pudiesen hacer lo que Emma hace en este film. Además, tuve la suerte de contar con ella desde una etapa temprana del proyecto. Durante el rodaje de ‘La favorita’, le hablé de ‘Pobres criaturas’ y mostró de inmediato un gran interés por el proyecto. En este sentido, al pensar en todos los años que hemos dedicado a hacer realidad esta película, reconozco que mi contribución a la creación de Bella Baxter es muy limitada en comparación a lo que ha aportado Emma”, remata el autor de ‘El sacrificio de un ciervo sagrado’ (2017).

Este cuerpo no es el mío

Para su nuevo trabajo con la protagonista de ‘La ciudad de las estrellas (La La Land)’ (2016), Lanthimos se propuso responder a una serie de preguntas delirantes: ¿Cómo se movería una adulta con el cerebro de una recién nacida? ¿Cómo se adaptaría la inocencia y libertad de una niña muy pequeña a las necesidades fisiológicas de una mujer? Para afrontar estos interrogantes, Lanthimos dividió el guion de la película en varios bloques.

“Planteamos una primera fase que iba de la escena 1 a la 18, la segunda comprendía de la 18 a la 35, y así sucesivamente. En los ensayos previos al rodaje, esa estructura nos sirvió para trazar la evolución del personaje de Bella Baxter. Para cada fase, definíamos un montón de detalles esenciales: el movimiento de los brazos, la manera de poner los pies en el suelo, la velocidad en el caminar, el equilibrio… Pero lo increíble fue ver cómo Emma, durante el rodaje, utilizó todos esos recursos para construir el itinerario vital de Bella. Cuando estás ante una actriz de esta envergadura, hay veces en que no entiendes del todo lo que está haciendo, pero debes confiar. Al llegar a la sala de montaje, descubrí la cantidad de matices que Emma había aportado al personaje,” reconoce el director.

La revolución sexual de Bella Baxter

Desde el escenario de la Sala Grande del Festival de Venecia, con el León de Oro en las manos, Lanthimos aprovechó para recordar el largo proceso de gestación de su último proyecto hasta la fecha: “Nos ha tomado unos años hacer ‘Pobres criaturas’… hasta que el mundo y la industria del cine estuvieron preparados para esta película”. Este largo proceso arrancó en 2011, cuando Yorgos Lanthimos leyó el libro de Alasdair Gray y, después de viajar a Glasgow para reunirse con el escritor (fallecido en 2019), desarrolló una primera versión del guion. “A esas alturas, era muy posible que el proyecto no llegara a hacerse nunca.” Sin embargo, el éxito de ‘La favorita’ y la implicación de Emma Stone dieron luz verde al film.

Más allá de las variables de orden puramente industrial, Lanthimos apunta que el contexto social también contribuyó a que ‘Pobres criaturas’ se hiciera realidad. “Venimos de un tiempo en el que la gente no parecía demasiado interesada en la historia de una mujer que explora con libertad todos los aspectos de la sociedad y la humanidad”, apunta el director de ‘Alps’ (2011). “Además, creo que a la gente le parecía excesiva la libertad con la que Bella Baxter confronta su sexualidad. La gente no sabía cómo responder ante la historia de una mujer con el cerebro de una niña. Hemos recorrido un largo camino y quizá ahora las cosas se ven de un modo diferente, lo que permite contar historias como la de ‘Pobres criaturas’.”

En los límites de la realidad

Siguiendo la estela filosófica de gran parte de la obra de Lanthimos, ‘Pobres criaturas’ se sitúa en la frontera de muchos territorios: entre lo artificial y lo real; entre lo infantil y lo adulto (en el caso de Bella Baxter); entre lo animal y lo humano (por el primitivismo de las actitudes de algunos personajes), o también entre un pasado remoto y el presente. “Sobre el papel, la historia transcurre en la década de 1890, como ocurría en la novela original, pero mi intención siempre fue distanciarme de toda idea de rigor histórico”, apunta. “El mundo de Pobres criaturas puede verse como un futuro imaginado por la gente de aquella época. La historia tiene un aura de cuento de hadas siniestro, lo cual ya nos liberaba de todo anclaje realista. “

La idea de construir un mundo de tintes fantásticos acercó a Lanthimos al legado de grandes autores del cine europeo y británico. “Quería hacer una película como las de antes, a la manera de Federico Fellini o de la pareja que formaron Michael Powell y Emeric Pressburger, creadores de ‘Las zapatillas rojas’ (1948). Vimos algunas de sus películas y también otras de Roy Andersson, el director sueco responsable de ‘La comedia de la vida’ (2007). En todo caso, nos tomamos una gran libertad para la creación de los decorados. Utilizamos fondos pintados y proyecciones, pero también pantallas de leds. Combinamos una aproximación de la vieja escuela con nuevas tecnologías.”

Con faldas y a lo loco

Las escenas de baile son uno de los condimentos favoritos del cine de Lanthimos. En ‘La favorita’, Nicholas Hoult y Rachel Weisz convertían una velada en la corte británica del siglo XVIII en una reedición del videoclip ‘Vogue’ de Madonna, mientras que, en ‘Pobres criaturas’, Emma Stone y Mark Ruffalo protagonizan una alocada y tensa escena de baile en la que Bella Baxter se resiste a seguir las normas impuestas por el decoro y la tradición. ¿De dónde surge esta fascinación por el baile? “Siempre me ha interesado el mundo de la danza moderna. Para mis primeras películas, en Grecia, pude trabajar con excelentes coreógrafos”, señala Lanthimos, que se inició en el ámbito audiovisual filmando vídeos para el bailarín y coreógrafo Dimitris Papaioannou, y que luego, en ‘Canino’ (2009), elaboró una disparatada escena a imagen y semejanza del mítico baile de Jennifer Beals en ‘Flashdance’ (1983). “Siempre me ha parecido más interesante explorar la naturaleza física de mis personajes que intentar analizarlos de un modo intelectual a través del lenguaje, sostiene. Y, claro, el baile es una de las formas más puras de expresión física.”

Manu Yáñez es periodista y crítico de cine y está especializado en cine de autor, en su acepción más amplia. De chaval, tenía las paredes de su habitación engalanadas con pósteres de ‘Star Wars: Una nueva esperanza’ de George Lucas y ‘Regreso a Howards End’ de James Ivory, mientras que hoy decora su apartamento con afiches de los festivales de Cannes y Venecia, a los que acude desde 2003. De hecho, su pasión por la crónica de festivales le cambió la vida cuando, en 2005, recibió el encargo de cubrir la Mostra italiana para la revista Fotogramas. Desde entonces, ha podido entrevistar, siempre para “La primera revista de cine”, a mitos como Clint Eastwood, Martin Scorsese, Angelina Jolie, Quentin Tarantino y Timotheé Chalamet, entre otros.

Manu es Ingeniero Industrial por la Universitat Politécnica de Catalunya, además de Máster en Estudios de Cine y doctorando en Comunicación por la Universitat Pompeu Fabra. Además de sus críticas, crónicas y entrevistas para Fotogramas, publica en El Cultural, el Diari Ara, Otros Cines Europa (escribiendo y conduciendo el podcast de la web), la revista neoyorkina Film Comment y la colombiana Kinetoscopio, entre otros medios. En 2012, publicó la antología crítica ‘La mirada americana: 50 años de Film Comment’ y ha participado en monografías sobre Claire Denis, Paul Schrader o R.W. Fassbinder, entre otros. Además de escribir, comparte su pasión cinéfila con los alumnos y alumnas de las asignaturas de Análisis Fílmico de la ESCAC, la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña. Es miembro de la ACCEC (Asociación Catalana de la Crítica y la Escritura Cinematográfica) y de FIPRESCI (Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica), y ha sido jurado en los festivales de Mar del Plata, Linz, Gijón, Sitges y el DocsBarcelona, entre otros. 

En el ámbito de la crítica, sus dioses son Manny Farber, Jonathan Rosenbaum y Kent Jones. Sus directores favoritos, de entre los vivos, son Richard Linklater, Terence Davies y Apichatpong Weerasethakul, y su pudiera revivir a otros tres serían Yasujirō Ozu, John Cassavetes y Pier Paolo Pasolini. Es un culé empedernido, está enamorado de Laura desde los seis años, y es el padre de Gala y Pau.