“No hay que nacer en Memphis para ser de Memphis” fueron las palabras de un ‘famosísimo’ spot publicitario de los Grizzlies allá por 2016, un vídeo-homenaje al mejor jugador de la historia de la franquicia, un Marc Gasol que, en aquellos tiempos y por muy lejos que pueda sonar, estaba en el debate por ser el mejor pívot del planeta y lideraba a una de las plantillas más potentes de la ‘salvaje’ Conferencia Oeste, por entonces la dominadora en la NBA.
Aunque su hermano Pau, también ex Grizzlies, formase una de las más icónicas duplas en la historia reciente de la NBA al lado de su inseparable amigo Kobe Bryant, el pequeño de los dos fue el que más años estuvo en Tennessee. 11 temporadas iluminando el FedExForum, un pabellón que se acabaría convirtiendo en el fortín de aquellos ‘Grit and Grind’ de Memphis, una de las escuadras más físicas y talentosas en defensa de la década de los 2010’ y recordada aún hoy en día por muchos aficionados al baloncesto.
Marc anunció el pasado miércoles su retiro de las canchas como profesional. En Girona empezó – y también acabó – a cimentar su legado, pero fue en la ciudad de Memphis donde se hizo un hueco entre los más grandes deportistas españoles de la historia.
Big Spain
El destino fue muy caprichoso con la familia de Sant Boi de Llobregat. En un traspaso a tres bandas el 1 de febrero de 2008, Marc y Pau ‘cambiaron’ de equipos y se vieron envueltos en uno de los trueques más importantes que aconteció en la liga esos años y que acabaría favoreciendo a todas las partes.
Marc y Pau fueron rivales durante muchas temporadas en la Conferencia Oeste / AGENCIAS
Marc, que había sido drafteado en segunda ronda por Lakers en 2007, hizo las maletas en dirección Memphis, de donde su hermano Pau salió – ya con caché All Star – destino Los Ángeles, un ‘trade’ con más jugadores de por medio pero que acabaron teniendo un rol testimonial. El acuerdo parecía beneficiar a los de California en un primer instante – acabaron ganando dos anillos en 2009 y 2010 – pero los Grizzlies se llevaron al que, hoy en día, sigue siendo considerado por todos como el mejor jugador que haya vestido su camiseta. No tan solo por su juego en la cancha sino por sus valores y carisma fuera de ella.
Marc, durante más de una década, representó los valores del equipo y se ganó el apodo de ‘Big Spain’ (algo así como ‘el gran español), una referencia no tan solo a su enorme poderío físico sino también a su conexión con la grada y el público general, que vieron en él un paisano más al que únicamente se le daba bien jugar a eso del baloncesto. Y bueno, que medía 2’11.
Pionero en la Small-Ball era
La franquicia de Tennessee vivió entre 2010 y 2017 su apogeo en la liga, coincidiendo también con el ‘prime’ de Marc en su carrera NBA y logrando alcanzar los playoffs en siete temporadas consecutivas. Cabe recordar que fueron fundados en 1995 bajo el nombre de Vancouver Grizzlies y su estatus de ‘recién nacidos’ no les había permitido vivir demasiadas grandes noches en el FedEx.
Cuando pensamos en la última década en la NBA es imposible no acordarse de los Grizzlies del ‘Grit and Grind’, un estilo de juego caracterizado por la tenacidad, la intensidad defensiva y el enfoque físico. Primero bajo la tutela de Lionel Hollins y después con Dave Joerger en los banquillos, Memphis fue el gran ‘coco’ de la Conferencia Oeste para los máximos aspirantes. Los Thunder de Durant, los Clippers del ‘Lob City’ o la dinastía de los Spurs, entre otros, vivieron en sus propias carnes lo que era enfrentarse a esos Grizzlies, que contaban con nombres icónicos como los de Tony Allen o Zach Randolph, dos míticos perros de presa, junto a perfiles más modernos como los de Mike Conley, director de orquesta de aquel equipo.
Conley, Randolph y Marc, el ‘Big Three’ de aquellos Grizzlies / AGENCIAS
Sin embargo, Marc era el pegamento que unía esa telaraña. El catalán empezó su periplo en la NBA con un perfil más defensivo e incluso se llevó el premio a DPOY en 2013, pero poco a poco se soltó la melena hasta convertirse en uno de los pívots más habilidosos del siglo XXI. Sí, Gasol nunca llegó a niveles como los de Jokic o Embiid en cuanto a talento natural por anotar o dominar la pintura, pero fue un pionero en como los interiores distribuían el balón y pasaban a ser bases desde el interior. Marc fue de los primeros en acuñar ese término de ‘Point-Center’ y que hoy en día han llevado al extremo los mencionados Nikola o Joel, actuales MVP de la liga.
En unos tiempos donde el baloncesto emigraba al small-ball, Marc se hizo un nombre propio con una visión de juego privilegiada y una perfección en el tiro de tres que asombraba con su envergadura. Su IQ e inteligencia, incuestionables.
Números para la posteridad
Marc es uno de los mejores ‘cinco’ pasadores de la historia de la competición. Sus 2996 asistencias a lo largo de su carrera en Estados Unidos lo colocan en el 14o puesto entre pívots, muy por delante de célebres figuras como Robert Parish, Tim Duncan o David Robinson y a menos de una centena de los Olajuwon o Shaquille o Neal… ¡que jugaron 300 partidos más que Gasol en la NBA!
3 veces All-Star (12’,15’,17’), primer equipo All-NBA (2015), segundo equipo All-NBA (2013) y segundo equipo defensivo (2013) y rookie (2009) fueron los logros más importantes para el pequeño de los dos Gasol en tierras estadounidenses, pero fue el anillo de campeón donde grabó su nombre en los libros de historia.
Marc Gasol culminó su carrera en la NBA logrando el título en 2019 con Toronto Raptors / EFE
Lo consiguió en Toronto en 2019, unos meses después de ser traspasado desde Memphis, que ya arrancaba su periodo de reconstrucción hacia la ‘era Morant’ instaurada hoy en día. En los Raptors por fin pudo alcanzar aquello que en Grizzlies tan solo había podido ser unas finales de conferencia, pero claro, nunca había tenido a un compañero de batallas como Kawhi para conseguirlo. Leonard, Gasol y Lowry, en ese orden, fueron los tres pilares para traer el primer Larry O’Brien de la historia a Canadá.
El papel de Marc como defensor de Embiid en las finales de conferencia fue imprescindible para que los Raptors accedieran a las ansiadas finales de la NBA, donde pondrían fin a la hegemonía de los Warriors de Durant por un global de 4-2. Su paso por Lakers más adelante ya fue testimonial, el último capítulo de una más que exitosa carrera por la mejor liga del mundo. Se espera que, tras su retirada, los Grizzlies retiren su memorable dorsal 33, que colgará para siempre del cielo de Memphis, su ‘segunda’ ciudad natal.
