En las últimas nueve temporadas, nadie encarnó el espíritu de los Celtics como Marcus Smart. El escolta, todo garra, se convirtió en uno de los favoritos de los aficionados por su entrega, su defensa, sus esfuerzos lanzándose al suelo a por balones que parecían perdidos… El verano pasado fue traspasado a los Grizzlies y este domingo regresó al TD Garden por primera vez. Aunque no pudo jugar, sí pudo sentir el calor de Boston y de quienes tanto le admiran.
“No hay nada como jugar en este lugar, jugar en esta ciudad”, dijo Smart durante una conferencia de prensa antes del encuentro. El escolta sólo tenía palabras de agradecimiento para la franquicia y sus aficionados. “Me permitieron crecer. Boston es un segundo hogar para mí. Gracias, os querré por siempre. Mi corazón siempre estará aquí. Nunca os olvidaré”, aseguró emocionado.
Durante el partido, en el videomarcador se proyectaron imágenes en las que se veía desde que fue seleccionado en el draft hasta la temporada pasada. Jugadas plenas de esfuerzo que fueron ovacionadas por los espectadores y por sus antiguos compañeros.
Reencuentro con sus antiguos compañeros
“Fue bueno verlo. Mi tiempo aquí con él fue muy especial. Una de las razones por las que vine aquí originalmente en 2016 fue él e Isaiah Thomas”, desveló Al Horford. “Me sorprende que no haya llorado”, bromeó Jayson Tatum.
Como la labor de Smart en Boston no se limitó a la cancha, los Celtics le entregaron el premio ‘Héroe entre nosotros’ durante el segundo cuarto por sus contribuciones caritativas. Los aficionados, con el partido más que decidido en favor de su equipo, aprovecharon cualquier ocasión para lanzarse a gritar: “¡Amamos a Marcus! ¡Amamos a Marcus!”. Sin duda, dejó huella.
