En el fútbol nada es inocente y los últimos 11 saques de centro del Barça tampoco – Relevo
En el fútbol nada es inocente. O casi nada. El mensaje que un equipo lanza con su primer pase suele depender de dos cosas, siendo una propia y la otra ajena. La primera está en qué hará el rival, saber cómo saltará, si lo hará, y qué actitud mostrará de inicio para que tu primer pase se adecúe al contrario. Pero todo ello queda supeditado al mensaje que cada equipo lanza con el saque de centro del campo y que tiene relación con la forma en la que le dicen al contrario qué van a buscar en el partido. El del Barça de Xavi ha cambiado. ¿Qué ha sucedido para que, desde hace 11 partidos, el Barça solo busque juego en largo en su primer pase?
El 8 de octubre el Barça encajó un gol a los 17 segundos tras una pérdida de Gavi en campo propio. Tras sacar de centro, Christensen buscó un pase vertical sobre Gavi, que aquel partido ocupaba la base de la jugada junto a Gündogan, y el Granada se abalanzó sobre el canterano, robándole la pelota y generando el desajuste para el 1-0 más tempranero del curso. Aquel partido, el Barça lo terminaría empatando.
¿Qué nos enseña la imagen? Que en el momento de girarse, Gavi recibe en desventaja. El equipo de Xavi inicia en un 4-2-2-2 con Joao Félix y Fermín (interiores más altos) muy arriba y Gündogan al lado de Gavi. Esa disposición inicial, además del giro de Gavi, provocan que el Granada se sienta con confianza para saltar y recuperar la pelota. Es tan error de Gavi como una mala disposición (jugadores alejados y estáticos) conjunta lo que lleva a este error.
Después de este gol, el Barça jugaría tres partidos más (Athletic, Shaktar y Real Madrid) antes de llegar al Reale Arena, donde a los pocos segundos de iniciar el juego se repetiría prácticamente la misma jugada, aunque con un resultado distinto para el Barça gracias a una gran intervención de Marc André Ter Stegen, que evitó el gol de Ander Barrenetxea.
¿Culpa exclusivamente de Gavi en ambas pérdidas? ¿Qué sucede para que en dos partidos en poco tiempo el rival esté a punto de marcar antes del segundo 30 de la misma forma? Analizando los partidos del Barça, uno de los problemas habituales del equipo del técnico egarense es que sus distancias suelen ser muy largas, con perfiles que no favorecen la progresión y aíslan al receptor, un cóctel dañino si se tiene en cuenta que Gavi recibe de espaldas, acosado y con pocas opciones de progresión dentro. Cierto es que tiene pase de vuelta al central, algo que no tenía ante el Granada, pero colectivamente el equipo le lanza un marrón que Gavi no acierta en resolver.
Este partido, que fue el 4 de noviembre, marcó un punto de inflexión en la temporada del FC Barcelona. Hasta aquel encuentro, Xavi había optado por jugar en corto cada primer balón en los primeros 15 partidos de la temporada, con mejores o peores resultados. Desde ahí, el Barça ha estado sus siguientes 11 partidos jugando la pelota en largo independientemente de la propuesta del rival, de los perfiles que se disponen y del resultado de la acción. ¿Qué hay detrás de este cambio de mensaje?
Desde aquel encuentro, el Barça se ha distribuido de la siguiente forma los saques de inicio, todos en largo, teniendo en cuenta si han generado una ocasión, han perdido la pelota o la han mantenido y bajo que condiciones. Cabe destacar que la gran mayoría de estos pases los termina ganando el Barça de forma indirecta, tras el despeje de un contrario.
RESUMEN DE LAS ACCIONES TRAS SAQUE INICIAL EN LARGO DEL BARÇA
“Lo primero que buscamos es evitar una posible pérdida o transición del rival, porque hemos encajado goles de esta forma y después estar ya ahí (arriba). En el fútbol moderno es trascendental ganar la segunda jugada para atacar. Nos ha salido al revés”. Esto decía Xavi Hernández después de la victoria ante el Alavés (2-1), el segundo partido en el que buscaron una jugada en largo desde el inicio. Como ante el Granada, el rival se adelantó a los 30 segundos. En la primera jugada, Cancelo (lateral diestro) cerró como tercer central y Araújo (central diestro) fue a por la pelota. El desorden terminó por condenar la pérdida azulgrana.
Para muchos técnicos consultados por Relevo, esta jugada denota un cambio de mensaje que “puede nacer de la inseguridad. Muchos equipos hacen estas jugadas de forma buscada, pero el Barça debería trasladarle al rival que el balón es suyo y que les van a hundir con la posesión“. De los 11 partidos en los que ha buscado el balón largo, solo en uno de ellos (Porto) pudo atacar en campo rival, con un disparo de Joao Félix al palo tras el despeje de Pepe. En el resto, o se ha atacado desde los centrales o el equipo ha perdido la pelota.
Un extécnico del club asegura a Relevo que es una muestra de “la poca confianza que hay entre los futbolistas. Se prefiere jugar en largo para evitar una posible pérdida en vez de buscar la forma para atacar conjuntamente”. Uno de los problemas del Barça reside precisamente en la poca paciencia mostrada para atacar y mover la estructura rival. El de Xavi es un equipo ansioso. Más allá de qué plantee el rival, los azulgrana llevan 11 partidos seguidos usando el mismo saque de inicio sin haber logrado ventajas reales, sufriendo para atacar desde campo rival.
Decía Pep Guardiola que para mover al rival son necesarios 15 pases para reordenarse y agruparse alrededor de la pelota, que si va demasiado rápida hacia arriba también es probable que te regrese con la misma velocidad, como un boomerang maldito. Prueba de ello se vio ante el Almería cuando, con el 1-1 en el marcador, Arribas estuvo a punto de filtrar un pase con mucha ventaja gracias a la mala disposición de los azulgrana.
Incluso ante la UD Barbastro, rival cuatro divisiones por debajo del Barça, los de Xavi optaron por buscar el juego directo desde el saque inicial. Detrás de estos envíos, existe un cambio de intención inicial por parte del Barça nos dice que prefiere llegar antes (y mal) a campo contrario que hacerlo con el equipo junto y ordenado. “No veo muchas opciones de progresar con este tipo de pases, más allá de la intención que tengas”, señala otro técnico en activo a Relevo.
Más allá del poco acierto del Barça en área rival o de la cantidad de goles concedidos (13 en los últimos seis encuentros), las dudas se atisban cuando el equipo se desordena antes de desordenar al rival, siendo este el primer paso para el caos que vive el Barça en la mayoría de minutos iniciales de cada partido. Nunca un cambio en el saque inicial había dicho tanto sobre el estado de confianza de un equipo como el de este Barça.
