Las claves del éxito del waterpolo español y los motivos para soñar en el próximo Mundial – Relevo
En la madrugada de este lunes el waterpolo español ha logrado un nuevo hito: la selección masculina se ha proclamado por primera vez campeona de la Copa Mundial. Y nada menos que contra Italia (10-4), con la que tiene una rivalidad que se remonta a la ya final de película de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992.
El conjunto español ya sonaba en las apuestas como una de las favoritas en esta final celebrada en la universidad de South California de Los Ángeles. No solo por su impecable camino en los partidos previos (victoria en cuartos ante Alemania por 18-9 y en semis por 10-8 ante Hungría), sino por el gran rendimiento que han demostrado en los últimos meses. Estrenaron el año con una plata en el Torneo 3 Naciones de Dallas frente a Estados Unidos y Serbia. Y tampoco nos podemos olvidar del verano pasado con el oro en el Campeonato del Mundo de Budapest, el bronce en el Europeo de Split y el bronce de la Liga Mundial.
Una revolución desde los cimientos
Pero a la hora de analizar las bases del éxito de esta selección hay que citar un nombre propio: David Martín. El seleccionador español consiguió darle la vuelta a la actitud y malos resultados que arrastraba el equipo en la última década. Desde la plata en la Liga Mundial de Rusia de 2012, España no se subía al pódium en una competición internacional. Hasta que en 2018, tras seis años de sequía, volvieron a cosechar una gran posición con la plata del Europeo de Barcelona.
¿Y cuáles fueron las claves para remontar esta tendencia negativa? Apostar por el talento joven que venía cosechando unos grandes resultados en categorías inferiores y confiar en la experiencia de los jugadores más curtidos. En 2016, David Martín tomó el difícil cargo de renovar por completo una estructura y una dinámica muy asentada en el conjunto español. Álvaro Granados, Bernat Sanahuja, Roger Tahull y Alejandro Bustos se unieron al bastión de Felipe Perrone, Alberto Munárriz o Blai Mallarach. El espectacular Dani López Pinedo dejó paso en la portería a un prometedor Unai Aguirre, que en apenas un par de años se ha convertido en la gran joya de la selección. Recién cumplidos los 20 y siendo el jugador más joven del equipo, fue nombrado mejor jugador del pasado Mundial. Sus estadísticas le respaldan: en la final de la Copa Mundial su porcentaje de paradas supera el 73%.
La brillante senda del waterpolo femenino
La selección femenina cuenta con un recorrido totalmente diferente a la de sus compañeros. Con unos impecables resultados en la pasada década que las avalan como uno de los grandes combinados en el mundo, su continua renovación de jugadoras y una dinámica de entrenamientos muy metódica es su gran baza. Las chicas de Miki Oca consiguieron el bronce de la Copa del Mundo el pasado mes de junio tras perder ante Holanda en semis. Y su 2022 fue un año para enmarcar: triple oro en el Campeonato de Europa, Liga Mundial y torneo Tres Naciones y una quinta posición en el Mundial. A pesar de no conseguir medallas en esta última competición, las jugadoras Bea Ortiz y Judith Forca fueron las máximas goleadoras del campeonato, con 21 dianas cada una.
El talento individual y el gran empaque, sobre todo en el plano defensivo que presenta el waterpolo femenino en nuestro país, también se ve en los resultados de las jóvenes promesas. Al reciente oro de la selección sub-15 en el Europeo de Zagreb el pasado viernes 30 de junio, se le suman los múltiples metales conseguidos por las categorías en campeonatos mundiales, europeos y Juegos Europeos.
Todo apunta a unos grandes resultados de ambos equipos en el próximo Campeonato del Mundo que se celebrará en Fukuoka (Japón) del 14 al 30 de julio. De momento, el trabajo y las cifras les amparan. Ahora solo queda esperar y disfrutar con el waterpolo español.
