En la exitosa campaña electoral de 1992, el asesor del demócrata Bill Clinton, James Carville, hizo célebre una frase: “¡Es la economía, estúpido!”. Aquí llevamos meses, años incluso, escuchando en medios, webs, blogs y tertulias “¡Es World Rugby, estúpido!”. Frase que sirve para expiar cualquier tipo de culpa, además de victimizar al rugby español, ese que parafraseando a un antiguo secretario de la Federación, “ni es rugby ni es español”. Y mientras seguimos mirando al dedo en lugar de a la luna, con el claro propósito ‘lampedusiano’ de muchos de “cambiar todo para que nada cambie”. Porque si no lo saben, hay gente, mucha, bastante interesada en que todo se mantenga como está para que seguir rentabilizando el chiringuito. Eso sí, World Rugby, ese dragón de tres cabezas y acento británico que “nos ha echado de dos Mundiales”, seguirá siendo el chivo expiatorio.
¡Mismo día y hora que las semifinales de Copa!
Poco se habla de que este domingo los Leones se miden a Alemania en Madrid (12:45), en el único partido que jugarán en suelo español en el REC, el mismo día y a la misma hora que se disputan las semifinales de Copa en el Pepe Rojo (VRAC-Salvador) y en Burgos (Aparejadores-Santboi). ¡Mismo día y misma hora! La culpa, evidentemente, es de World Rugby… No ha habido acuerdo entre clubes y Federación y veremos si este desgaste no acaba pasando factura en futuras convocatorias de los Iberians. El calendario y el cuento de nunca acabar.
Quienes estigmatizan cansinamente a World Rugby también obvian torticeramente que por primera vez en su historia España se medirá en la misma temporada a Fiyi, Samoa y Tonga, además de jugar diez test internacionales en un año. Y no es algo casual que le ocurra solo a los nuestros. Uruguay se enfrentará en una serie histórica a Francia, Escocia y Argentina en el Charrúa, Portugal jugará contra la vigente campeona del mundo, Sudáfrica, y Chile espera que la confirmen como sparring de la gira sudamericana de Escocia. Rivales nunca vistos en esas latitudes y tras cuyas visitas emerge inopinadamente World Rugby, que al tiempo bloquea, y también se debe decir, las nuevas competiciones para blindar a los Tier 1. Cosas tan compatibles como inconexplicables, como se puede apreciar.
Nadie levanta la voz al ver que el partido de la selección y las semifinales de Copa coinciden, como nadie habla de la incongruencia que es que el domingo haya competición regional en Madrid por la mañana, dificultando la posible asistencia de público al Central para ver el partido ante Alemania. Y chirría, al no ser duelo ante un rival especialmente atractivo, que se suba el precio de la entrada de 15 euros a 20, por más que desde la Federación adviertan que hay previsto un despliegue con más actividades y más oferta para los espectadores que en compromisos anteriores.
La idoneidad del Central como sede está muy debatida, pero no por ello se debe dejar de comentar que la instalación, con zonas de la grada muy deterioradas, es mejorable. Se entiende que el uso del campo de la Complutense abarata el coste a la Federación, pero veremos si no sale caro. Sobre todo por el césped… Cierto es que se regresa a “casa” tras año lejos del Colegio porque los Leones han pasado por Heidelberg, Torrelavega, Lisboa, Badajoz, Metropolitano, Villajoyosa y Ámsterdam. Hay ganas de ver a los de Bouza, veremos si el campo y la asistencia cumplen las expectativas.
Resulta desalentador comprobar cómo una vez más no somos capaces de priorizar el interés general del rugby español, si es que existiese tal interés. El hashtag por el que ha apostado la FER, #LoQueNosUne, se acabará convirtiendo inexorablemente en #LoQueNosDesune. ¡En fin! Suerte a los de Bouza y nos vemos en el Central quienes tengan a bien pasarse, aunque solo sea para tomar una cerveza y seguir echándole la culpa a World Rugby. ¡Cualquier cosa menos reconocer nuestras miserias y comenzar a tratar de corregirlas!
