Don Juan Carlos, Sarasola, Abelló… por qué los ricos aman las rancheras de José Alfredo Jiménez y se arrancan: “Con dinero y sin dinero, hago siempre lo que quiero…” – El Mundo
Don Juan Carlos intercalaba estrofas de Jos Alfredo en su cartas de amor y tambin era la favorita de banqueros engominados y la ‘beautiful’ socialista.
Amanec en tus brazos, Si nos dejan, La media vuelta o Que seas feliz son algunos de los xitos que compuso Jos Alfredo Jimnez, de cuya muerte a causa de una cirrosis se han cumplido 50 aos, aunque el que le catapult a la posteridad fue El rey, uno de los ms entonados de la historia en esas madrugadas de jarana, cuando el alcohol y los excesos amortiguan la vergenza.
Su msica cobr especial vigencia en nuestra transicin a la democracia. Al mismsimo Don Juan Carlos le encantaban las rancheras y era fan del guanajuatense. Tanto que en las cartas de amor que escriba a su novia de juventud, la condesa italiana Olghina de Robilant, intercalaba estrofas de sus rancheras. Siendo ya monarca, cuando se senta a gustito en caceras o en petit comit con amigos, se arrancaba a entonar El rey. Y seguramente ahora, en la soledad de su exilio en Abu Dhabi, viene a su mente ese “no tengo trono ni reina, ni nadie que me comprenda, pero sigo siendo el rey”.
Para saber ms
La dcada de los 80 y despus los 90, de extraordinaria pujanza en Espaa, supusieron una explosin de libertad tras la dictadura, pues lejos del actual cors de lo polticamente correcto, haba barra libre para desmadrarse. Tambin dinerito en los bolsillos, ya que el felipismo abri la puerta a la inversin extranjera, facilitando el pelotazo de esa beautiful people bajo su paraguas protector.
En Madrid, epicentro de la movida, discotecas como Vanity, Mau Mau, Joy Eslava, El Cielo de Pach o la sala flamenca El Portn acogan al famoseo ms top, entre ellos los primos Alberto Cortina y Alcocer , Marta Chvarri y el marqus de Cubas, Tita Cervera con Manolo Segura y despus el barn Thyssen,Mario Conde y su socio Abell, Javier de la Rosa… Los mismos que compartan caceras en sus mansiones de la milla de oro toledana, barrera del 9 en Las Ventas en San Isidro y mantel en Casa Lucio. Tambin escuchaban en Florida Park a Mara Dolores Pradera o Nati Mistral versionando corridos mexicanos, que incorporaron a su repertorio Raphael, Roco Drcal, Bertn Osborne y hasta el tenor Plcido Domingo. Dinero y poder mezclaron bien con la lite socialista, encabezada por empresarios como Enrique Sarasola, ntimo de Felipe Gonzlez, que sola poner broche a las fiestas en su finca de El Espinar entonando El rey. Por esa poca el peculiar hermanamiento entre el flamenco y el folclore mexicano hizo que Lola Flores acabara cantando a do en El Portn con la mtica mexicana Lola Beltrn, quien interpret rancheras ante la reina Isabel de Inglaterra o los presidentes Kennedy y De Gaulle.
La aprobacin del divorcio y la liberacin sexual pusieron de moda los cambios de pareja y amoros clandestinos, que tuvieron su apogeo en la Marbella del prncipe Alfonso de Hohenlohe.Amo del exclusivo hotel Marbella Club, en su restaurante el tro Los Panchos amenizaba con La media vuelta y otros xitos de Jos Alfredo las veladas de Gunilla Von Bismarck,los famosos Chorys, Sean Connery, la ex emperatriz Soraya o Jaime de Mora, que adoraba las rancheras.
El mayor escndalo lo protagonizaron Miguel Boyer e Isabel Preysler, que abandon al marqus de Grin para echarse en los brazos del superministro socialista. Su amor prohibido se coci en mansiones marbelles de ntimos, como la de Manolo de la Concha, sndico de la Bolsa, donde les amaneca bailando muy acaramelados Si nos dejan de Jos Alfredo.
Los toros estaban en su apogeo y muchas son las figuras rendidas a las rancheras, como Jos Toms, que tiene una dedicada en Mxico, Enrique Ponce, que no se corta en coger el micro para entonarlas, y Roca Rey, gran admirador de Jos Alfredo. “Su msica me ha motivado desde nio, tiene mucho que ver con el toreo”, ha contado. Jos Ortega Cano es otro fan del azteca. Su favorita es El rey, que interpret el pasado enero en el concierto del padre ngel en la parroquia de San Antn.
La fiebre por el dolo mexicano ha contagiado incluso a la progresa de izquierdas, pues en el disco Tributo a Jos Alfredo, editado en 2003, participaron desde Ana Beln a Joaqun Sabina, que es un apasionado del azteca. Cuando va a Mxico DF visita su altar-cantina en la plaza Capuchinas y hasta le dedic unos versos: “No habr quien lo calle, le cant mi padre, le canto yo, y ojal le canten mis hijos, porque sigue siendo el rey”.
