07.02.2024
CIUDAD DEL VATICANO (ANSA) – “Nadie se escandaliza si doy la bendición a un empresario que tal vez explota a la gente: y eso es un pecado muy grave. Mientras que se escandalizan si se la doy a un homosexual…”
“¡Esto es hipocresía!”, afirma el Papa Francisco en una entrevista al semanario católico Credere.
En la entrevista, Francisco sale al cruce de las críticas recibidas desde distintos sectores de la Iglesia por el documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe sobre la bendición de las parejas homosexuales.
“El corazón del documento es la aceptación”, afirma el Papa al semanario.
Al conocerse el documento, que recomienda dar una bendición breve, no ritual, a las parejas “irregulares”, entre ellas las homosexuales, varios exponentes conservadores de la Iglesia alzaron la voz con sus críticas y algunos obispos se negaron a aplicar sus directivas en sus diócesis, como el de Nairobi, en Kenia.
En otro tramo de la entrevista con el director de Credere, el sacerdote Vincento Vitale, Francisco reafirma su deseo de una Iglesia capaz de estar más cerca de la gente.
“Cuando estoy con la administración, hago lo que tengo que hacer, pero cuando estoy con la gente es otra cosa. La gente sufre mucho, nosotros los clérigos a veces estamos cómodos, necesitamos ver el trabajo, el sufrimiento de la gente”, afirma el Papa.
El Pontífice también se refiere a los movimientos eclesiales: “Hay experiencias pastorales que hablan a la gente sencilla, pero también hay realidades ‘sofisticadas’, que no llegan, movimientos que son un poco ‘exquisitos’ y que tienden a formar una ‘ecclesiola’ de gente que se siente superior”.
Y sobre las mujeres, subraya que “es importante abrir el trabajo en la Curia a las mujeres. En la Curia Romana hay ahora varias mujeres porque se desempeñan mejor que nosotros los hombres en ciertos roles”. Y tranquiliza sobre su salud: “La Iglesia se gobierna con la cabeza, no con las piernas”.
Por otra parte, hoy, tras la audiencia general de los miércoles, el Papa pidió no olvidarse de las guerras que flagelan a distintas regiones del mundo.
“No olvidemos las guerras, no olvidemos a la atormentada Ucrania, Palestina, Israel, los rohingya, muchas, muchas guerras que hay en todas partes. Oremos por la paz. La guerra es siempre una derrota, siempre. Oremos por la paz. , necesitamos la paz”, afirmó el Pontífice tras la audiencia general.
Durante la catequesis, en la que continuó su prédica sobre vicios y virtudes, el Papa advirtió sobre la tristeza que, cuando dura, se convierte en “un demonio sutil”, “una enfermedad del alma”.
“La tristeza es el placer del no placer, es como tomar un dulce amargo y chupar ese dulce. Ciertos duelos prolongados, en los que una persona continúa ampliando el vacío de alguien que ya no está, no son propios de la vida en el Espíritu”, explicó.
Francisco destacó que “ciertas amarguras rencorosas, por las que uno siempre tiene en mente una reivindicación que lo hace asumir el papel de víctima, no producen en nosotros una vida sana y mucho menos cristiana”.
“Hay algo en el pasado de cada uno que necesita ser sanado.
La tristeza, de una emoción natural, puede transformarse en un mal estado de ánimo. Es un demonio sutil, el de la tristeza. Los padres del desierto lo describieron como un gusano del corazón, que erosiona y vacía a quien lo alberga”, explicó.
“Hay que tener cuidado con esta tristeza y pensar que Jesús nos trae la alegría de la Resurrección”, concluyó el Papa.
Imagen: ANSA
Derechos Humanos
2024-02-07T14:49:00
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