Tres caminos para descubrir a dónde llega el cine español

Daniel Fernández Pozo nació en Málaga en 1991.

Para entonces José Coronado (Madrid, 1957) ya había participado en varias películas, como ‘Berlín Blues’, ‘Jarrapellos’ y sobre todo ‘Yo soy esa’, con  Isabel Pantoja, que lo encasilló en el papel de galán con el que ha lidiado toda su carrera.

Coronado encadena papeles de ese corte durante los años 90, como los que hace en ‘Aquí el que no corre… vuela’, ‘Salsa rosa’, ‘El cianuro ¿solo o con leche?’ o ‘La mirada del otro’.

El único papel que se escapa mínimamente a esa regla es el de la serie ‘Brigada Central’, en el que interpreta a un policía rígido y ordenado, que supuestamente está enamorado del comisario Flores que encarnaba  Imanol Arias. Esta sexualidad nunca se mostró explícitamente en la ficción. De hecho el personaje llega a acostarse con mujeres en algunos episodios.

La Dani ha debutado en el cine con la película ‘Te estoy amando locamente’, sobre el movimiento LGTBI en Andalucia a finales de los años 70, cuando todavía se consideraba un delito ser homosexual. Hasta ese momento su carrera se centraba en la música, con temas que ha definido como un canto a la libertad.

Los primeros personajes LGTBI del cine español aparecen precisamente en los años 70 de la mano de directores como  Jaime de Armiñán (‘Mi querida señorita’),  Eloy de la Iglesia (‘El diputado’) o  Pedro Olea (‘Un hombre llamado flor de otoño’). En los 80, principalmente de la mano de  Almodóvar, los personajes homosexuales se multiplican y sobre todo salen del ambiente marginal al que habían estado condenados hasta ahora.

Coronado trabaja con directores como  Carlos Saura,  Ventura Pons o  Gerardo Herrero, pero es su encuentro con  Enrique Urbizu en ‘La caja 507’ (2002) el que reorienta su carrera, proponiéndole en registros más oscuros y ambiguos como el que también interpreta en ‘La vida mancha’.

Su primer premio Goya llega con ‘No habrá paz para los malvados’ (2011), donde da vida a un inspector de policía acostumbrado a tomarse la justicia por su mano. Era la tercera vez que resultaba nominado. Esta vez terminó la noche con éxito.

Coronado demuestra que quien tuvo retuvo y que sale airoso de réplicas que le ha tocado dar a numerosos actores más jóvenes y atractivos que han recogido el rol de galanes en el actual cine español, como  Eduardo Noriega (‘El lobo’),  Miguel Ángel Silvestre (‘La distancia’),  Hugo Silva (‘El cuerpo’),  Quim Gutiérrez (‘Los últimos días’) o Álex González (en las series ‘El príncipe’ y ‘Vivir sin permiso’).

La Dani ha crecido profesionalmente en circuitos underground y no pensaba dedicarse a la interpretación hasta que  Alejandro Marín escribió el papel de Dani en ‘Te estoy amando locamente’, basándose en él, y le ofreció interpretarlo. Está nominado como mejor actor revelación junto con su compañero de película  Omar Banana, intérprete abiertamente gay que abandera una generación que ansía que la identidad sexual no condicione su carrera y en la que también se encuentran  Carlos Gonzalez,  Brays Efe u  Omar Ayuso.

En los Goya Coronado aspira a vencer en la categoría de actor de reparto en la que también compiten  Martxelo Rubio (por su papel en ‘20.000 especies de abejas’ de padre de una niña que busca su identidad de género) o  Álex Brendemühl (el padre de ‘Creatura’, que se enfrenta al despertar sexual de su hija).