El precio de la Super Bowl o cuando una entrada cuesta más que el sueldo de la estrella de uno de los equipos – Relevo
La Super Bowl LVIII ha hecho historia antes siquiera de empezar. La elección de Las Vegas, que acogerá por primera vez uno de los mayores eventos deportivos del mundo, ha disparado cualquier previsión tanto en el número de visitantes que va a tener una de las ciudades más turísticas del mundo, como en los ingresos que se van a generar en la Ciudad del Pecado hasta el próximo lunes 11 de febrero.
Las previsiones más optimistas hablan de un impacto económico que supere los 1.100 millones de dólares brutos durante estos días. Así lo ha publicado el informe de la Autoridad de Visitantes y Convenciones de Las Vegas junto con una investigación de Applied Analysis. Una cifra que supera en más de un 300% la cifra habitual que este evento deja en las ciudades, que ‘apenas’ llega a los 300 millones.
No es el único beneficio que tendrá la capital de Nevada por acoger la Super Bowl. Según este informe se espera que el Super Bowl de este año cree 6.433 nuevos empleos y más de 282 millones en sueldos y salarios. Números espectaculares que confirman la tendencia al alza que ya marcó la Super Bowl el año pasado en Arizona, donde también superó los 1.000 millones de ingresos.
La llegada del partido por el título de la NFL a Las Vegas también ha disparado los precios de las entradas en el Allegiant Stadium. De hecho, a menos que se produzca un cambio dramático en los próximos días, la entrada al Allegiant Stadium el próximo domingo será el más caro en la historia de este evento.
A falta de cuatro días para el saque inicial la entrada más barata en la reventa ha alcanzado los 8.188 dólares, lo que no ha impedido que sea una de las Super Bowls con más demanda de entradas de la historia: “Sigue superando las ventas de última hora de años anteriores”, ha asegurado el director de desarrollo comercial de StubHub, Adam Budelli. “Será una de las Super Bowls más vendidas de todos los tiempos”.
Un evento en el que el precio medio de las entradas ronda los 10.000 dólares -a estas horas- y cuya entrada más cara, fuera de los palcos, ronda los 23.000 dólares. Cifras que dejan muy atrás no solo el coste medio por entrada para la Super Bowl 2023, que estaba en 5.678 dólares; sino la más barata que rondó los 4.100 dólares.
Estos números no son nada en comparación con lo que cuestan los asientos en los palcos VIP. Comprar uno de estos ‘boxes’ cuesta entre los 950.000 dólares y 1,8 millones, en función de la altura del mismo, e incluyen 20 entradas para el partido, plazas de parking y comida y bebida incluidas durante el evento. Para hacernos una idea de lo que estamos hablando, el precio de estos palcos supera el salario de Brock Purdy, quarterback y estrella de los 49ers que ha cobrado 870.000 dólares esta temporada.
Otro de los datos que deja este evento único en el mundo es el número de visitantes que llegarán a Nevada. En total se espera una llegada a Las Vegas más de 450.000 personas de las cuales un 37% procede de California y sólo un 7% de Misuri. El otro 56% llega del resto de la geografía estadounidense. Un movimiento de personas que ha incrementado también el número de vuelos privados hasta superar los 1.000, lo que supondrá entre 7,5 y 15 millones de dólares sólo en el pago del ‘aparcamiento’ de estos aviones. Un ‘parking’ para el que se han habilitado 7 hectáreas más de parking.
No se vayan, aún hay más. Otro de los números que más llaman la atención son el coste de los anuncios del intermedio de la Super Bowl, que ha aumentado 5 millones de dólares llegando a los 7 millones por 30 segundos de emisión. Por cierto, entre los spots que se emitirán en el descanso del choque destacan tres firmas cosméticas (NYX, ELF y Dove) en lo que muchos han querido ver la influencia de Taylor Swift en esta edición del partido más importante del año.
Apuestas milmillonarias… y permitidas
En cuestión de anuncios también hay que destacar el precio de un anuncio en la Esfera de Las Vegas, la construcción más moderna de la ciudad y que permite proyectar una imagen al exterior a través de millones de luces led en movimiento. Pues bien, 90 segundos de proyección en este edificio costará dos millones de dólares durante una semana y puede llegar a los 7 millones durante la celebración de un partido que mueve una cantidad de dinero que se supera cada año.
Esta Super Bowl también va a batir el récord de dinero movido con las apuestas. Según la web especializada en finanzas y deportes, se espera que 68 millones de estadounidenses realicen alguna apuesta sobre el partido -puedes jugar desde quién va a ganar a cuál va a ser el color de la bebida energética con el que van a bañar al entrenador del equipo ganador- lo que va a dejar una cifra estimada de 23.000 millones de dólares en el juego.
Precisamente el juego ha sido uno de los caballos de batalla de esta NFL. En un primer momento los equipos, que han optado por alejarse lejos del strip de Las Vegas para evitar las tentaciones de los jugadores, habían anunciado que no iban a permitir jugar a los deportistas. Sin embargo, en las últimas horas han dado marcha atrás y permitirán a sus estrellas jugar en los casinos de sus respectivos hoteles. Todo vale estos días en la Ciudad del Pecado.
