Lluvia ofensiva de Boston que asalta en el Madison Square Garden y abre más hueco en el Este – Relevo

El final de febrero está marcado en el calendario de los Celtics desde que se hizo oficial la lista de partidos, el pasado verano. Tras el All Star y una visita a Chicago, Boston tiene una serie de diez partidos con ocho de ellos ante rivales importantes y nueve en televisión nacional. El primero, esta pasada madrugada en el Madison Square Garden ante los mejores Knicks desde 2000, y en el horizonte, Philadelphia, Dallas, Warriors, Cleveland, Denver o Phoenix dos veces, por citar algunos. Y en el primero, ante los New York Knicks, han avisado del nivel con una exhibición ofensiva y colectiva. El hueco con el segundo del Este ya es de ocho partidos, una diferencia virtualmente insalvable.

Metieron un 56.8% de los tiros, con un 15/35 en triples, aunque las cifras en los tres primeros cuartos fueron todavía más exageradas: 24/30 en tiros de dos y 15/25 en triples. Fueron 27 asistencias, seis jugadores en dobles figuras. Lideró la lista Jaylen Brown con 30, de los cuales 20 llegaron en la primera parte. Kristaps Porzingis, en su vuelta a New York, anotó 22, con Jayson Tatum en 19, Derrick White 13 y Jrue Holiday se quedó en 12. Otra vez el quinteto entero superó la decena, y Boston que suma ocho victorias consecutivas, la mejor racha vigente de la NBA. Y se han convertido en el cuadragésimo primer equipo en sumar 45 victorias en los primeros 57 partidos; 18 de ellos ganaron la NBA y otros 4 llegaron a las finales. 

Son ahora mismo el vigésimo cuarto mejor récord de la historia, con 78,9% de victorias y proyección de 65 triunfos en la temporada regular. La única cuestión de aquí a final de curso será saber cuánto descanso decide dar Joe Mazzulla a sus estrellas, sabiendo que el mejor balance del Este es solo cuestión de cuándo. Y eso que no son el equipo más profundo, una etiqueta que pueden tener los Knicks en el Este. Les faltaban tres titulares, todavía sin Julius Randle, OG Anunoby y Mitchell Robinson. Se espera que puedan volver todos ellos antes de los playoff, pero sin tres piezas clave, ha sido imposible luchar 48 minutos contra el mejor equipo de la NBA. Aguantaron dos cuartos antes del recital ofensivo de los Celtics, rindiéndose en el tercer cuarto.

Porque son el mejor equipo de la NBA y lo demuestran cada noche. No es casualidad las 45 victorias, ni que tengan uno de los mejores diferenciales de la era moderna. El mayor rival de estos Celtics son, como los últimos años, los propios Celtics, con la diferencia que el equipo esta temporada parece mucho más maduro.

Dos nombres propios en la noche NBA, de solo tres partidos. El primero fue Paolo Banchero para Orlando, dando el triunfo a los Magic con un tiro a falta de ocho décimas en Detroit. Lo pudo empatar Cade Cunningham con un triple desde su propio campo, pero golpeó el aro y no pudo entrar. Ocho jugadores de Orlando se fueron a dobles dígitos, con Banchero siendo el mejor con 15 y el doble-doble de Wendell Carter Jr, 11 puntos y 10 rebotes, clave en la pintura. Para Detroit, Cunningham se fue a los 26 puntos y Jalen Duren terminó con 16, 11 rebotes y 4 tapones. Los Magic que recuperan la sexta plaza, por delante de Indiana y Miami en posición de acceso directo a playoff.

En Minnesota, el protagonista fue Anthony Edwards. Tras la derrota ante los Bucks, el escolta de los Timberwolves decidió que no iban a volver a caer. Al descanso, con los Nets tres arriba, Edwards sumaba 8 puntos. Acabó con 29, dominando la segunda parte a placer y rompiendo el partido con un parcial total de 59-41 para darle la vuelta al encuentro. Karl-Anthony Towns término con 28 puntos sin Rudy Gobert disponible por lesión. En Brooklyn, la peor noticia fue la lesión de Ben Simmons, que se perdió la segunda parte por lesión y vuelven los viejos fantasmas. Recuperan el #1 en solitario los Wolves, aunque los Thunder pueden volver a igualarlo esta madrugada en Houston.