ARU C, un equipo que corre – Alcobendas Rugby

El Silicius Alcobendas Rugby C ha vencido en su visita al Osos del Pardo B por un rotundo 7-83

O al menos eso es lo que figura en el acta arbitral, porque en el campo llegamos a contar noventa puntos. Dado que en el acta también se detecta algún error con los dorsales, y que el número de ensayos puede provocar un error en el conteo directo, puede ser cualquiera de los dos resultados. A fin de cuentas, da un poco igual.
Del lado de los Osos, dieciocho jugadores, de los que tres jugaron la semana pasada con su primer equipo. Eso nos dice las dificultades para juntar un grupo de garantías. De nuestro lado acta llena, veintitrés caballeros con ganas de entrar en calor en esta fría mañana, un equipo reforzado con nuevos fichajes y aprovechando el descanso de nuestro equipo B.
El caso es que se vio un partido alegre, jugado seriamente pese a la diferencia de los equipos que se vio reflejada en el marcador desde muy pronto. Con el viento a favor les llevamos a sus palos desde el principio y solo era cuestión de tiempo que llegara algún ensayo. Aguantaron diez minutos. A la media hora ya teníamos el bonus, al descanso ya eran seis los ensayos y un resultado de 0-32. El viento y la falta de tee, dificultaron las conversiones e impidieron un resultado aún mayor.
Sin nada que perder, los Osos sacaron su orgullo en la segunda parte y empezaron apretándonos, aprovechando el reajuste en nuestras filas motivado por un par de cambios. Pero no dejamos que fuera a más y empezamos a abrir el juego, llevando balones a las alas, por donde Ewen y Blas hacían de las suyas. En veinte minutos habíamos llegado otras seis veces a su marca. 0-66

Llegó el momento del honor para los Osos cuando interceptan un pase en nuestra línea de 10 y se van hasta los palos 7-66. Pero ya era tarde, la superioridad era manifiesta, su falta de banquillo se hacía notar y volvíamos entrar otras tres veces antes de acabar el partido con un total de quince ensayos y un claro 7-83.
Partido serio, bien jugado del que cabe destacar varias cosas. Lo primero el compromiso de los jugadores que llenaron el acta en una de las mañanas más frías de la temporada. El respeto mostrado por ambos equipos que jugaron con nobleza sin momentos de juego sucio. La sorpresa de la reconversión del equipo C en un equipo que corre, principalmente por la aparición por las alas de Ewen y los hermanos que pusieron la velocidad. La presteza de Chema y Shane repartiendo el juego; la profundidad de Matías, Mikel y Vicario rompiendo por el centro.

Y la guinda del amago sutil de Ardila.

José Ramón Quesada