Caitlin Clark anuncia su futuro: se presentará al draft de la WNBA con Indiana en el horizonte – Relevo
Hace apenas 10 días, Caitlin Clark hacía historia. Se convertía en la máxima anotadora del baloncesto femenino universitario, superando un récord de Kelsey Plum. Esta madrugada ha batido otro, los 3,649 puntos de Lynette Woodard. La jugadora de Kansas entre 1977 y 1981 tenía el récord previo a que la NCAA controlara el baloncesto femenino, y la liga no lo cuenta como propio. Fue un trámite para Clark, que se ha quedado a solo 17 puntos de Pete Maravich como máximo anotador universitario, hombre o mujer. Y ninguno de todos estos récords fueron la gran noticia de la jornada, porque Clark anunció por fin su futuro: estará en el próximo draft de la WNBA.
La jugadora de Iowa, que firmó 33 puntos con un triple-doble de 12 asistencias y 10 rebotes, anunció en redes sociales su intención de entrar a la liga profesional de baloncesto estadounidense, dejando atrás una carrera de cuatro años en la universidad. “Aunque esta temporada está lejos de terminar y tenemos muchos más objetivos que alcanzar, será mi última en Iowa” empezaba su mensaje. “Estoy emocionado de poder entrar al draft de la WNBA en 2024”. La ceremonia, que se celebrará con público por primera vez, será el 15 de abril en Brooklyn. Su último partido de temporada regular será este domingo, ante Ohio State, con el objetivo de superar a Maravich ante su público.
“Es imposible expresar completamente mi gratitud a todos los que me han apoyado durante mi tiempo en Iowa: mis compañeras de equipo, que hicieron de los últimos cuatro años los mejores; mis entrenadores, preparadores físicos y personal que siempre me dejaron ser yo”, continuaba la carta. Y no podía evitar acordarse de los aficionados que han llenado el pabellón cada partido, tanto en casa como fuera. En Minnesota, donde Iowa ganó por 48 puntos, consiguió llenar un estadio como visitante por undécimo partido consecutivo, todos los de esta temporada. El efecto Clark, que se acaba para la NCAA este año.
De los 32 partidos que ha jugado esta temporada, en 30 se vendieron todas las entradas o bien fue un récord de espectadores para un partido de baloncesto femenino, con las dos excepciones siendo el torneo de Acción de Gracias. La entrada promedio para ver el último partido de Clark está en más de $550 y se espera que tras el anuncio siga subiendo, y la universidad de Iowa ha sido la que más veces ha estado en televisión nacional, teniendo el récord de partido más visto de la temporada en seis cadenas diferentes por todo el país. Y le quedan tres retos, de diferente nivel. Los dos primeros, que pueden caer este fin de semana, superar a Maravich en puntos y a Steph Curry triples. El base de los Warriors tiene el récord de más triples en una temporada NCAA con 162 anotados, cifra muy alcanzable para una Clark que llega al sábado con 155.
El último, más difícil, dejar Iowa con su primer título universitario antes de hacer las maletas a Indiana. Porque las Indiana Fever tienen el pick #1 por segundo año consecutivo, y la elección de Clark es la decisión fácil. Tras conseguir a Aliyah Boston el pasado año, nombrada mejor novata de la temporada de manera unánime, juntarían a dos de las sensaciones universitarias de los últimos cinco años. Casualmente, fue Clark y sus Hawkeyes quienes impidieron que South Carolina pudiera jugar la final nacional en 2023, evitando el segundo título consecutivo de Boston. Y la expectación en Indiana ya es alta. La duda es a nivel económico que efecto tendrá en la jugadora.
Porque Clark es una de las 30 atletas mejor pagadas en la NCAA, a base de acuerdos promocionales y patrocinios, con casi un millón de dólares. En su mudanza a la WNBA se puede llevar con ella a la mayoría, aunque su salario de entrada será de solo $76,000 si sale elegida como primer pick. Se espera que a la larga, solo por si acuerdo con Nike, sus ingresos superen los millones de dólares, pero eso será a partir de junio. Primero toca ganar la NCAA.
