Tiene que ser muy duro ver terminada tu carrera deportiva a los 17 años. El golpe moral supera con creces el dolor de la lesión. Pero si la decisión de abandonar se revierte en buscar otro objetivo para seguir ligado a ese deporte, se puede llegar a metas nunca antes alcanzadas.
Para Sara Cox (1990) el rugby lo era todo y quiso seguir ligada a él. Y si no podía jugar, ¿qué mejor manera de saltar a un terreno de juego que poder arbitrar un partido?
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Ascenso meteórico
Como jugadora tuvo tiempo de mostrar su valía para Exeter Saracens y Cullompton y hasta estuvo en trails para categorías juveniles de la selección inglesa pero una lesión le apartó de los campos…temporalmente. Su carrera de árbitra acababa de empezar. En 2014, con 24 años ya ofició en la Copa Mundial Femenina de Francia y en 2016 se convirtió en la primera árbitra profesional de rugby del mundo contratada por la Rugby Football Union (RFU) dirigiendo la final femenina entre Richmond y Saracens.
Cox ha oficiado en tres Copas Mundiales de Rugby: como árbitro asistente en 2014, árbitro en 2017 y en Nueva Zelanda en 2022, donde formó parte de una alineación de árbitros exclusivamente femenina. También ha arbitrado en dos Juegos Olímpicos, inicialmente como la única árbitro inglesa de rugby a siete en Río 2016, seguido de Tokio 2021, donde arbitró el partido por la medalla de oro, y ha arbitrado en los Juegos de la Commonwealth y el Seis Naciones femenino. Cox es una mujer que no entiende de techos y ha roto los registros al ser designada para dirimir en partidos masculinos de alto voltaje como cuando en septiembre de 2021 se convirtió en la primera mujer en arbitrar un partido de la Premiership Rugby League entre Harlequins y Worcester Warriors.
Cox intercambia impresiones con Thibault Hamonou de la Section Paloise durante la Challenge Cup entre Edinburgh Rugby y Section Paloise
Cuenta que “no podría estar más agradecida por todas las oportunidades que el rugby me ha brindado y me encantaría que las árbitras se convirtieran en la norma. Quiero despertar el interés, motivar a las demás mientras hago mi trabajo, que es estar en medio de un campo de rugby”.
Sara Cox muestra feliz la condecoración de Member of the Order of the British Empire (MBE)
MBE
Recientemente la Princesa Ana, en sustitución del rey Carlos III por estar tratándose de un cáncer, le entregó en el castillo de Windsor la medalla que la acredita como Miembro del Orden del Imperio Británico (MBE-Member of British Empire) por sus méritos, su ejemplo y sus servicios al rugby. Así mismo, el príncipe Guillermo le entregó a la exfutbolista y campeona de la Eurocopa femenina Ellen White también una medalla de la Orden del Imperio Británico.
Uno de los momentos más tensos en el partido es el scrum (cuando los dos equipos se empujan en la melé para hacer retroceder al contrario) al grito de ‘Crouch, bind, set!’ y donde se generan más fricciones que lidiar. Cox reconoce que encontró algunas dificultades para alcanzar el nivel más alto de arbitraje en un rol típicamente dominado por hombres, pero las superó con “un poco de determinación y coraje”.
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