Vasilije Micic ha encontrado en Charlotte todo lo que echó de menos en Oklahoma City. Oportunidades y confianza ciega del entrenador, una plataforma para demostrar que su juego es sobradamente válido para la NBA. Lo más necesario para cualquier jugador en cualquier rincón del mundo: tiempo. Anoche, con sus máximos registros de anotación y rebotes desde su desembarco en Estados Unidos, lo volvió a demostrar: 21 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias y 2 robos en 29 minutos de juego, consolidando su posición en el quinteto titular en otra derrota de los Hornets, la quinta consecutiva.
“No creo que esté haciendo nada nuevo, sólo tengo más tiempo para jugar”, le decía el otro día a Toni Canyameras, nuestro compañero que cubre la actualidad de la liga estadounidense desde Toronto. En Canadá, precisamente, Micic estrenó su nuevo papel como titular del conjunto dirigido por Steve Clifford, que tiene a LaMelo Ball, su referente y director de orquesta, lesionado desde finales de enero con dolencias en el tobillo.
Su técnico ya avisó entonces que de aquí a final de temporada, el serbio contará con minutos de calidad para desarrollar su juego, terminar de adaptarse a la liga y demostrar su enorme talento ante el gran público. Dicho y hecho. Después de su exhibición, volvió a tirarle flores anoche: “Ha jugado bien. Ha estado muy agresivo en los bloqueos y continuaciones, con muy buenas finalizaciones en el aro. Es un muy buen pasador, y bueno asistiendo las continuaciones”.
REPORTAJE MD
Aunque Micic se dejó querer por el Barça, también recordó que le queda todavía otro año de contrato en la NBA y que pretende aprovecharlo al máximo. A su actual ritmo de juego, probablemente pueda extender su trayectoria en Estados Unidos y ganarse un hueco en alguna plantilla importante. Al final, un ganador es un ganador en cualquier pista de baloncesto, y eso los entrenadores y directores deportivos saben detectarlo en la mejor liga del mundo.
En la derrota contra Orlando, Micic se mostró muy agresivo rompiendo la defensa, buscando siempre la ventaja y finalizando hasta canasta. Firmó un 8 de 15 en tiros de campo y un 1 de 4 desde la larga distancia, cometiendo dos faltas y cuatro pérdidas. Tan destacado fue su papel que hasta la cadena privada encargada de cubrir los encuentros de los Hornets le dio el micrófono al descanso, cuando amasaba ya 12 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias.
¿Cómo lo estás haciendo para anotar ante una defensa dura?, le preguntaba la periodista. “No lo sé, intento encontrar mi ritmo, hay muy buenos defensores en todos los sitios. Intento leer el momento, y esa es la clave”, decía con soltura Vasa, como le llaman, con cariño, en Charlotte. No pudo esconder la sonrisa cuando le recordaron su gran momento y condición de líder en el partido.
+ NBA
Desde que ha sido promocionado al quinteto titular, Micic promedia 16,5 puntos, 3,5 rebotes, 5 asistencias y 2 robos en 32 minutos de juego… números clavados a los de su temporada como MVP de la Euroliga (2020-21) con el Anadolu Efes. A pesar de su buen momento, el propio base serbio, a sus 30 años, guarda sabiduría hasta para recetar calma a propios y extraños. “Según la manera en que veo el baloncesto, jugar sólo diez partidos para un equipo no demuestra nada especial, sinceramente. Así es como lo siento”, recordaba en palabras a MD.
Después de ganar cinco de sus seis partidos en su estreno como miembro de los Hornets, la realidad coral en Carolina del Norte ha vuelto a emerger con cinco derrotas consecutivas para el equipo. Anoche, eso sí, Micic sacó el líder que lleva dentro y se lució delante de la nueva propiedad del equipo, recientemente vendido por Michael Jordan. En la banda, Gabe Plotkin, Jeff Peterson, Rick Schnall y J. Cole, actuales dueños de la franquicia, gozaron de lo lindo con el talento serbio. Era la noche en que se estrenaban en su nueva casa, inmejorable carta de presentación, sin duda, para el base.
