Cuando ya habían empezado los rumores sobre un posible regreso de Vasilije Micic a Europa la próxima temporada, el base serbio vive su mejor momento en la NBA. De seguir así, igual quienes le tenían como objetivo tienen que olvidarse de él. Porque al sensacional jugador serbio le ha costado hacerse un hueco en Estados Unidos, pero parece que lo está consiguiendo. Un traspaso, una plaga de lesiones y su talento son los responsables.
Primero, el traspaso: fue enviado de los Thunder a los Hornets a mitad de febrero. Iba a ganar muchos menos partidos, pero iba a jugar más. En los 30 encuentros que disputó en Oklahoma promedió 12 minutos. En Charlotte está sobre los 24.
Después, las lesiones: su equipo rompió ante los Nets (110-99) una racha de seis derrotas seguidas pese a tener seis ausencias. A Micic le afecta especialmente la de LaMelo Ball, base titular y estrella del equipo. Sufre una tendinopatía en el tobillo derecho y no juega desde el 26 de enero. En el triunfo frente a Brooklyn tampoco estuvieron otros jugadores perimetrales como Tre Mann, Bryce McGowens y Seth Curry. Tanta ausencia ha dado oportunidades al serbio, que lleva cuatro partidos como titular.
Multiplicando sus estadísticas
Y por último, su talento: en los cuatro partidos en los que ha salido de inicio está promediando 14,7 puntos y 5,7 asistencias. Sólo se le están resistiendo los triples (2/16). Frente a los Nets, logró su primer doble-doble al anotar 12 puntos y batir su récord de pases de canasta llegando a los 10. Y en esta racha también anotó 21 puntos ante los Magic, su mejor marca personal. Desde que llegó a Charlotte ha aprovechado las lesiones para doblar sus minutos, pero también sus estadísticas: de 3,3 puntos, a 10,2; de 0,8 rebotes, a 1,9; y de 2,5 asistencias, a 5,5.
Así es como la NBA por fin ha ‘descubierto’ a Micic, que se fue a Estados Unidos con dos Euroligas y sendos MVP de la Final Four bajo el brazo, pero que en los Thunder, por falta de oportunidades, no pudo demostrar quién era. Habrá que esperar para comprobar si su protagonismo se mantiene o al menos no disminuye demasiado cuando los Hornets vayan recuperando efectivos. De seguir así, lo de regresar a Europa el próximo verano igual no se da. Firmó por tres temporadas y 23 millones de dólares.
