Nataly Umaña llora en ‘La casa de los famosos Colombia’ tras escándalo de infidelidad

Nataly Umaña rompió a llorar tras recibir una devastadora visita de su esposo Alejandro Estrada en La casa de los famosos Colombia. El actor entró al reality show a terminar su matrimonio de 12 años con la actriz colombiana.

Alejandro le dedicó unas emotivas palabras a su esposa tras terminar su relación con ella —delante de todos sus compañeros— por su infidelidad con Miguel Melfi dentro del reality show.

La actriz de telenovelas comoTres veces Ana, Por amar sin ley y Lo imperdonable, de 38 años, compartió besos y caricias ante las cámaras con el modelo Miguel Melfi, de 26 años. Estrada, de 44 años —quien ha actuado en series como La madame, Los caballeros las prefieren brutas y Las amazonas— dejó a todos boquiabiertos con su discurso.

“Te digo desde el fondo de mi corazón que siempre confié en nosotros, siempre confié en nuestra relación y, sobre todo, siempre confié en que podríamos superar cualquier adversidad”, dijo. “Me tomó por sorpresa que dijeras ante las cámaras que nuestra relación venía muy mal, porque es algo que se pudo haber hablado en privado, antes o después”.

Estrada añadió: “Si tú y yo hubiéramos hablado a tiempo, abiertamente, tranquilamente, como te lo dejé saber antes de que vinieras acá, no tendríamos que estar soportando tanto dolor”.

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Mientras Nataly rompía a llorar, Estrada continuó: “Has dicho que lo nuestro ya no tiene nada perfecto, no pasa nada, está muy bien, solo digo que no fue la forma. Me vengo a hacer a un lado de tu vida, esta clarísimo que es lo que deseo, es una decisión tomada, es un ciclo cerrado”.

Alejandro Estrada le dijo a la actriz: “Sé que vas a tener un futuro fantástico, porque te lo mereces. Retiro todas mis promesas, pero no retiro para nada y nunca lo voy a hacer: mis buenos deseos para ti”.

Dándole un beso en la mejilla y agarrándole el rostro mientras ella lloraba, finalizó: “Gracias por todo, te amo. Sé feliz, sé muy feliz. Ojalá esto que está sucediendo en esta casa, por lo que viniste, cumpla con todas tus benditas expectativas y te enseñe realmente lo que tú valoras en la vida. ¡Chao, hasta siempre, hasta nunca!”.