¿De qué hablamos cuando hablamos de consentimiento sexual?
A estas alturas ya has tenido que escuchar algo sobre consentimiento sexual. Tal vez a raÃz de la conversación que el movimiento feminista ha colocado (¡por fin!) encima de la mesa. Por un lado, los testimonios que han arrojado luz sobre una realidad incómoda a nivel social: las veces en las que ese consentimiento ha sido vulnerado o ni siquiera ha llegado a existir. Y de otro, como el negativo de la misma fotografÃa, la cuestión de qué significa el consentimiento, la importancia de comprenderlo y aplicarlo a nuestra vida sexual como un aspecto de cuidados Ãntimos y, sobre todo, de salud sexual.
Son muchas las dudas (perfectamente normales) que nos asaltan cuando escuchamos hablar del tema. Consecuencia de una educación en salud sexual que sufre de tantas lagunas que prácticamente no existe. ¿Qué queremos decir cuando hablamos de consentimiento sexual? ¿Cómo lo introducimos en nuestras prácticas sexuales? ¿Puede surgir de una manera espontánea que no vuelva incómodo el encuentro sexual ni lo enfrÃe?
Poco a poco y con la paciencia que merece, vamos a ir tirando del hilo de esta compleja maraña que parece ser complicada. Resolveremos nuestras dudas de la mano de las expertas para aprender cómo el consentimiento sexual puede incluirse en nuestras vidas para mantener relaciones sexuales más plenas y satisfactorias y evitar la violencia de género.
¿Qué es el consentimiento sexual?
En su libro, Action: A Book About Sex (Grand Central Publishing), la autora Amy Rose Spiegel reduce el asunto a su mÃnima dificultad: el sexo consentido âdesde el principio hasta el final del encuentroâ es sinónimo de lo que llamamos sexo. Spiegel explica que âla parte más importante de todo encuentro sexual (es) establecer los aparentemente confusos âpero en realidad muy evidentesâ parámetros del sexo consentidoâ.
Es decir, si no es consentido por ambas partes, no hablamos de relaciones sexuales equitativas, sino de abuso. ¿Significa eso que hasta ahora no hemos estado teniendo relaciones sexuales saludables? No necesariamente, el concepto de consentimiento es mucho menos complejo de lo que parece, tanto, que lo más probable es que ya lo hayas puesto en marcha en tu vida sexual sin haber sido consciente. Lo que nos lleva a la siguiente cuestión. Â
¿Cuándo podemos saber si se ha vulnerado el consentimiento sexual (incluso si el encuentro ha comenzado de forma consensuada)?
La respuesta a esta pregunta es de vital importancia. Lo ha sido siempre, pero ahora por primera vez hemos tomado cierta consciencia social de la facilidad con la que se naturaliza el acceso al cuerpo femenino, incluso cuando el contacto no es deseado por nosotras. Tal y como expresa Spiegel en su libro: âsi estás en una situación en la que la otra persona muestra indiferencia cuando le dices que no te toque como lo está haciendo, lo que estás experimentando no es sexo, sino abuso sexual y, posiblemente, violaciónâ.