Durante años, los scouting de las distintas franquicias se embarcaron en una carrera frenética por encontrar gigantes de todo el mundo para incorporarlos al show de la NBA. Sin embargo, la creencia de “cuanto más alto, mejor” fue perdiendo fuerza ante la evolución de un juego en el que prevalece la dinámica, la versatilidad de los jugadores y la capacidad para anotar a distancia.
Es complicado tener la plasticidad de Stephen Curry o la genialidad de Michael Jordan o Kobe Bryant siendo un jugador de más de 2,15 metros. Por eso los gigantes ya no tienen tanto lugar en los equipos de élite. Algo que sí mantiene el baloncesto femenino, donde no abundan mujeres de gran porte y la influencia de la altura puede resultar clave: el promedio de las jugadoras ronda el 1,86 metros, mientras que en hombres es de 2 metros.
La presencia de jugadoras altas en la pintura aporta una ventaja innegable en aspectos clave del juego. El bloqueo de tiros se vuelve una tarea monumental para las oponentes, mientras que los rebotes se convierten en una tarea más accesible. La capacidad de controlar el tablero y defender el aro se ve reforzada, proporcionando una base sólida para la estrategia defensiva del equipo. La abanderada de “las gigantes” fue Margo Dydek, la polaca que, con sus 2,18 metros, se destacó en la WNBA y hasta se ganó un lugar en el Salón de la Fama de FIBA.
Quiénes son las jugadoras más altas en la historia del baloncesto
Małgorzata “Margo” Dydek (Polonia, 2,18 metros): nacida en abril de 1974 en Polonia, Margo Dydek continúa siendo un ícono del baloncesto femenino. Su excepcional altura de 2,18 metros la distinguió como la mujer más alta en haber participado tanto en la WNBA como en el baloncesto profesional y la llevó a ocupar un lugar en el Salón de la Fama de FIBA. Tras destacarse en su país natal, Dydek fue seleccionada primera en el Draft de la WNBA en 1998, elegida por los Utah Starzz. A lo largo de su destacada carrera en la liga, dejó su huella jugando para varios equipos, entre ellos: además de los Utah Starzz, San Antonio Silver Stars (actualmente Las Vegas Aces) y Los Angeles Sparks. Margo falleció a los 37 años, cuando esperaba su tercer hijo.
Bernadett Hatar (Hungría 2,08 metros): jugó la mayor parte de su carrera profesional en el extranjero antes de unirse a las Indiana Fever, donde jugó apenas siete partidos durante la temporada 2021 debido a una lesión. Hatar nunca tuvo realmente la oportunidad de mostrar sus habilidades en la WNBA, aunque sigue siendo la segunda jugadora más alta en la historia de la liga, detrás de Malgorzata Dydek. La húngara es fichaje de Perfumerías Avenida.
Han Xu (China, 2,08 metros): es la jugadora activa más alta de la WNBA. Fue una jugadora clave en el equipo nacional chino que ganó una medalla de plata en la Copa Mundial de Baloncesto Femenino FIBA 2002. Xu tuvo un partido fenomenal contra Australia en las semifinales con 19 puntos, 11 rebotes y cinco bloqueos. Su temporada 2023 se ha visto marcada por una lesión en el pie, pero se tiene previsto que vuelva a la cancha con la camiseta de New York Liberty.
Liz Cambage (Australia, 2,06 metros): jugó como pívot en varios equipos de la WNBA y para la Selección de Australia, las Opals. Su potencia física le permitió tener el récord de puntuación de un solo juego de la WNBA, al anotar 53 puntos contra las New York Liberty en 2018, jugando para Dallas. Cambage también ha estado involucrada en controversias, incluida la acusación de hacer comentarios racistas y enfrentar una disputa salarial en la WNBA. Además, ha sido abierta sobre sus problemas de salud mental y es una firme defensora de la concientización sobre esa problemática en el deporte.
Brittney Griner (Estados Unidos, 2,06 metros): actualmente es centro en Phoenix Mercury de la WNBA, equipo con el que logró el título en 2014. Fue elegida la mejor defensa del la Liga en dos años consecutivos (2014 y 2015). Con la selección de Estados Unidos logró el oro olímpico en Río de Janeiro 2016. Dos veces medallista de oro con el equipo de Estados Unidos en el Campeonato Mundial de Baloncesto Femenino FIBA (2018, 2014), nombrada MVP de la final del Mundial 2018. Su nombre tomó relevancia mundial cuando fue detenida en Rusia por un delito de drogas en 2022, pero luego fue liberada en un intercambio de prisioneros.
Yekaterina Lísina (Rusia, 2,06 metros): es la mujer más alta de su país y también la modelo más alta del mundo. En el baloncesto ha conseguido cuatro medallas en competiciones internacionales con Rusia (medalla de plata en el Mundial 2006, medalla de oro en el Europeo de 2007, medalla de bronce en Pekín 2008 y medalla de plata en el Europeo de Baloncesto 2009).
Zheng Haixia (China, 2,04 metros): es considerada una de las mejores jugadoras de baloncesto femenino de China. Nació el 13 de marzo de 1967 y brilló durante la década de 1990. Entre los logros destacados de su carrera aparece la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. Además, fue parte del equipo que ganó la medalla de plata en los Juegos de Barcelona 1992. El juego interior, donde imponía su estatura, la llevó a dejar un legado en el baloncesto chino. Tras retirarse de la Selección de su país jugó dos temporadas para Los Ángeles Sparks.
Un párrafo especial merece Zhang Ziyu, la joven china que en 2021 impresionó al mundo con sus 2,26 metros cuando apenas tenía 14 años. Nacida en una familia con mucho baloncesto -sus padres eran jugadores profesionales y su madre, Yu Ying, fue miembro del equipo nacional de China-, Ziyu ha sido protagonista de videos virales que muestran sus habilidades en la cancha, incluyendo 42 puntos, 25 rebotes y seis bloqueos en un solo juego.
