Última jornada de Seis Naciones a la vista. Toca hacer cuentas. No muchas en esta edición que dominaba con puño de hierro Irlanda hasta el tropezón de la semana pasada en Londres, precisamente la derrota que le ha abierto una rendija hacia el título a Inglaterra. Incluso Escocia, con una quimérica carámbola, podría campeonar por primera vez en este siglo. Todo se resolverá en un mismo día, ese ‘supersábado’ que empieza a ser tradición.
Lo abrirán Gales e Italia (15:15, Movistar Deportes), en el duelo por evitar la última plaza, que será de los primeros salvo que se impongan, sumen el bonus ofensivo y los transalpinos no consigan el defensivo. En caso de empate, mandará la diferencia de puntos, ahora mismo un -37 para Italia y un -48 para los Dragones, que no son farolillo rojo desde 2003. Gatland, consciente de que el oficio es especialmente valioso en un choque de estas características, devuelve al centro de la línea a George North y Dillon Lewis formará en la primera. En Italia, que puede firmar su mejor actuación en el torneo hasta la fecha precisamente en el lugar en el que despegó de nuevo con esa victoria ‘in extremis’ en 2022, tres cambios: Pani por el lesionado Capuozzo en el 15, Varney de vuelta en el 9 y Lorenzo Cannone en el 8.
El plato fuerte será el segundo, la visita de Escocia a Irlanda (17:45, Movistar Deportes). El único escenario favorable al Cardo es una victoria con punto extra y por una diferencia de más de 76 puntos. El XV del Trébol se mantiene inalterado respecto a la derrota en Twickenham, mientras que Escocia soñará, que es lo único que le queda tras malograr otra oportunidad de sumar cuatro victorias por primera vez en este siglo, con Stafford McDowall acompañando a Jones en el centro en detrimento de Redpath y White como medio melé en sustitución de George Horne.
En caso de que Irlanda pierda y no sume ni siquiera el bonus defensivo, el único guion que podría terminar en un nuevo trofeo para el palmarés de Inglaterra, la Rosa saldrá con opciones (21:00, #Vamos) en Lyon. Pasarían siempre por ganar con bonus, porque el diferencial irlandés es de 80 puntos arriba y el inglés está en tres abajo. Steve Borthwick reserva el crédito que pueda haber conseguido con la victoria ante el Trébol para otra ocasión y su único cambio es Daly por Feyi-Waboso atrás. Quién ha visto y quién ve a Francia, que hace un año escaso endosaba a este mismo rival la peor derrota de su historia en casa (10-53) y este lo concluye en tierra de nadie, con la única aspiración de chafar a un enemigo histórico. El cuestionado Galthié repetirá el equipo victorioso la semana pasada en Gales, seguramente ansioso por poder pasar cuanto antes la página de una edición que no ocupará un lugar especial en su curriculum.
