Sonríe el Mallorca, llora el Granada. El triunfo de los baleares, que dan un pequeño paso más en el sendero de la tranquilidad, es la prolongación del sufrimiento de los andaluces, que añaden una jornada más, y ya van nueve, a su racha de encuentros consecutivos sin ganar. Los del ‘Cacique’ Medina, que han perdido en las tres últimas fechas, se complican la vida cada semana un poco más y se alejan de la salvación. Los de Aguirre, mientras, con la final de Copa del Rey en el horizonte, logran un importante triunfo para seguir mirando de reojo al descenso. Marcó Raíllo de cabeza en el minuto 85 y acabó con la resistencia de Batalla que había sido el mejor del Granada con buenas paradas.
El Mallorca comenzó con mucha intensidad el encuentro. Al Granada apenas le duraba el balón en su poder. Lo tenían siempre los baleares que rondaban el área de los de Medina. Larin avisó con un remate a la media vuelta tras un detalle de clase de Muriqi que ‘durmió’ el balón con un control fantástico. A los de Aguirre sólo les faltaba transformar el control, rondaron el 80% de la posesión, en peligro.
Muriqi metió el miedo en el cuerpo a los andaluces con un disparo desde la frontal al filo de la media hora. La pelota tocó en un defensa, cambió de trayectoria y obligó a Batalla a emplearse a fondo. Fue la más clara del primer acto junto con un remate de Dani Rodríguez en el minuto 45. Creció algo el Granada en el encuentro y tuvo algo más el balón, pero apenas dispuso de un lanzamiento de Uzuni desde la frontal.
Neva recibe un entrada por detrás de Larin.
Cambios efectivos
Salió del campo Copete y entró Morlanes en el descanso. Aguirre quitó a un central y metió a un centrocampista. Un cambio de sistema del técnico del Mallorca, que reforzó la medular. Tuvo efecto el retoque porque los baleares comenzaron lanzados, avasallando, la segunda parte. Batalla se erigió por dos veces en salvador, hubo un gol anulado a los locales por fuera de juego y una buena ocasión para Muriqi, que se llenó de balón y la envió alta.
Como ocurriera en el primer acto, respondió el Granada. Lo hizo con un cabezazo de Uzuni pegado al palo que obligó a Rajkovic a emplearse a fondo. El encuentro se equilibró de nuevo y el Mallorca perdió ese fuelle del inicio tras la vuelta de vestuarios.
Batalla, el mejor, sin duda, volvió a salvar al Granada con otra mano para desviar un testarazo de Muriqi a la salida de un córner. Ahí empezó a crecer de nuevo el Mallorca, que metió la directa en la recta final y encontró el premio. En otro córner, -Medina hizo dos cambios justo en ese momento- Raíllo se elevó por encima de todos y cabeceó a la red en el minuto 85. Un gol que hunde a unos, a los andaluces, y da tranquilidad a los otros, los baleares.
