“Al rugby femenino de Bahía Blanca no lo hizo Carlos Burgos, lo hicimos entre todos” – La Nueva

(Nota de la edición impresa)

Con la entrega del cuarto cap de la Unión de Rugby del Sur, a fines del año pasado, el profesor Carlos Burgos recibió un merecido homenaje, principalmente por su labor en el rugby femenino local y regional.

El cap tiene como objetivo destacar los valores de trabajo, compromiso y respeto tanto dentro de la actividad como en la vida personal.

Burgos, quien se desempeñó como medio scrum/wing en Albatros y en Argentino, fue preparador físico del seleccionado mayor masculino de la unión bahiense y DT del juvenil masculino junto con Jorge Quaglia, en la década del ‘70.

En 2002 creó y dirigió el primer equipo femenino local, que al año siguiente fue bautizado “Malén”. Temporadas luego se convirtió en entrenador asistente de Miguel Seró, en la conformación inicial del seleccionado argentino femenino. También cumplió el rol de oficial de desarrollo URS, dirigió al seleccionado femenino de la Unión de Rugby del Sur y a juveniles varones de Argentino (camada ‘90).

“En esa categoría jugó mi hijo Tomás y con esos juveniles le ganamos a Sociedad Sportiva 50 a 0. Tuve la suerte de poder amalgamar chicos que se entrenaron físicamente como nunca. Tuve, entre esos jugadores, a Federico Casteglioni. ¡Qué orgullo! Soy un agradecido del rugby”, afirmó Burgos.

Las jugadoras iniciales de Malén concurrieron a presenciar la entrega del cap a su entrenador.

En noviembre de 2002 dio un paso histórico al presentar en un partido exhibición al primer equipo de rugby de mujeres de nuestra ciudad, que poco tiempo después se organizó en forma definitiva. Fue durante una pausa en el seven masculino de Sociedad Sportiva, con victoria para el equipo Rojo por 15-5.

“Lo bueno es que lo hicimos entre todos. No lo hizo Carlos Burgos. Todos. Que yo fuera la cara visible, está. Pero quiero resaltar que Carolina Bravo fue mi mano derecha. Lo mismo que Uche (María Eugenia) Botelli, capitana del seleccionado argentino durante 12 años y quien no tuvo ningún reconocimiento. De Malén llegaron cuatro jugadoras a selección argentina: Campanella, Botelli, Carolina Ohaco y Marilin García”, recordó.

La historia del surgimiento de Malén tuvo origen en el Instituto Superior de Educación Física Nº86 “Valentín Sayhueque”.

Movimientos de las jugadoras de Malén en la antigua cancha de Alem y Florida.

“En un principio los deportes en la carrera del profesorado de Educación Física se dividían en masculino y femenino. Pero a partir de 2003 fue todo mixto. Entonces me puse a pensar qué hacer con las chicas. El 60 por ciento de los alumnos y alumnas del Instituto no son de Bahía por lo tanto, si lograba que se engancharan con el rugby, podrían desarrollarlo en sus ciudades de origen ya como profesoras. Y así ocurrió en Suárez y en Darregueira con quienes fueron jugadores iniciales de Malén”, indicó.

“En la carrera tenían una clase semanal de dos horas. Y les sumé dos días más, de una hora cada uno. Comencé seleccionando y estuvimos entrenando muchísimo tiempo. Como no existían muchos equipos en el país, UAR permitía que las mujeres jugasen contra varones de hasta M14. Jugábamos un sólo partido”, agregó.

“En ese momento, años 2003 en adelante, no había torneo local y en la región tampoco había equipos. Las que manejaban el rugby en el país se contactaban, ponían un lugar y coordinaban un regional. Te inscribías y jugabas. Nosotros para debutar en un regional tuvimos que irnos a Resistencia, Chaco…”, agregó.

Malén entrena en Alem y Florida, supervisadas por Carlos Burgos.

En ese contexto de cinco o seis equipos en todo el país, Malén dio algunas de las primeras jugadoras del seleccionado argentino. La medio scrum Natalia Campanella fue la primera. Y para tener mayor dimensión de lo que fue este plantel en el contexto nacional, recordemos que en una ocasión seis de sus jugadoras integraron un combinado nacional que enfrentó a Richmond (Inglaterra) y a Uruguay, en un triangular disputado en Buenos Aires. Fueron: Carolina Bravo, María Luján Batchman, Romina Zaccara, Marilin García, Natalia Campanella y María Eugenia Botelli.

“Quiero destacar a los presidentes de la URS, Carlos Fernández, Pablo Fasano, Juan Pedro Gardes y Martín Azpiroz. Especialmente `Caburo´ Fernández, quien era presidente cuando empezamos con Malén. Fueron quienes me bancaron. Hoy el rugby femenino de la URS tiene presencia en el consejo directivo en la figura de Eliana Teófilo y está muy bien. Consiguen información de primera mano y se plantean las problemáticas propias. Antes era distinto. Para juntar fondos vendíamos una docena de empanadas a 5 pesos”, recordó.

“A la URS no le pedimos ni una pelota… Las comprábamos nosotros. Cuando Raúl Rivas estuvo como secretario técnico de la unión, me consiguió los dos juegos de camisetas para jugar quince contra quince”, dijo.

¡Fotaza! “Uche” Botelli como capitana del equipo argentino, junto a la leyenda Gastón Revol.

Una vez que la unión local, por recomendación de UAR, sugirió anexar al equipo a algún club, lógicamente Burgos llevó la propuesta de Malén al club Argentino, donde comenzó una nueva etapa en 2010, tanto para el propio DT como para sus jugadoras.

“Al año siguiente de llegar, Argentino nos organizó una gira por Europa. Jugamos partidos en Bélgica, Francia y España. No hubo todavía ningún equipo femenino del país que haya salido a competir afuera en una gira semejante”, dijo.

Hoy Burgos mira a la distancia aquellos momentos tan significativos para la historia este deporte en la ciudad.

“Haber estado en el amanecer del rugby femenino local lo tomo con mucha tranquilidad. Fue ampliar mi actividad como docente”, dijo.

“Dejamos el camino hecho. Toda mi experiencia la volqué a quienes continuaron y me ofrecí para seguir trabajando, pero no quisieron”, agregó.

Equipo del club Argentino, a partir de 2010.

Hoy el rugby femenino en nuestra ciudad y en la región busca recuperar masa de jugadoras, para fortalecer juveniles y plantel superior.

“Bahía tiene un problema de captación de jugadoras, a pesar que todavía se dicta el rugby en el instituto de Educación Física. No le encontraron la vuelta. Y Bahía no es una ciudad de rugby. No se dan las condiciones para que haya un desarrollo”, señaló.

“Como es un deporte al aire libre, en invierno te resonas de frío. ¿Te imaginas a una chica que sale de su trabajo a las ocho de la noche, que tiene que tomarse un micro o ir en bici a entrenar? ¿Cómo enganchas a alguien para que haga eso? Y si no van al entrenamiento con sus clubes, es difícil”, aseguró.

Por otra parte, hasta el momento los caps entregados por la Unión de Rugby del Sur fueron a Pedro “Peteto” Petersen (2019), Edgardo “Cacho” Gómez (2020) y Oscar “Zurdo” Gutiérrez (2021). No se entregó en 2022.

“Fue un orgullo que me entregaran el reconocimiento. Tal vez estuve presente en el momento y lugar indicado. Logré desarrollar y fuimos precursores del rugby femenino en Bahía. Pero la emoción más grande no fue recibir el cap sino que vinieran (a la ceremonia que tuvo lugar en Palihue) las jugadoras que habían empezado, con la camiseta puesta de Malén”, concluyó.