Día Mágico en «La Chumbera»: Fusión de flamenco y tango en el Festival Internacional de Tango de Granada – El Diario de Carlos Paz

Por José Mª Cotarelo Asturias

Fotografia Andrés Castillo

Volvió a suceder. El espíritu de Enrique Morente sobrevoló el escenario del Auditorio “La Chumbera” en el Sacromonte. La prodigiosa voz de la cantaora “La Jose”, sobrina de “el Rular”; el único gitano granadino con trabajó en el cine con John Wayne, el virtuoso bandoneón de Fabián Carbone, lo hicieron posible. Una oportuna mariposa blanca de nieve se asomó tímida a los cristales vestidos de Alhambra para provocar la magia del encuentro entre el tango y el flamenco. El aleteo de la fugaz lepidóptera conmovió al respetable, porque quizá en ese suave viento producido por sus alas, se meció, entre duende y nostalgia, el recordado y añorado Morente.

Sobre el escenario tres ángeles de viento, Rebeca Núñez, Mariano Otero, (que ya habíamos visto en el espacio V Centenario de la Universidad y que según Tato Rebora, director del festival, están en el pódium de los bailarines de tango de España), y la bailaora Marta López, otro prodigio del noble arte del flamenco.

“La Jose” y Fabián Carbone: Un diálogo entre el tango y el flamenco

 “La Chumbera” con ese fondo de Alhambra absolutamente envidiable se transformó en un espacio vibrante donde el ardor del tango y la fuerza del flamenco se encontraron en una comunión única. La actuación, encabezada por “La Jose” en la voz, y Fabián Carbone en el bandoneón, junto con la presencia destacada de los bailarines cautivaron al público con una experiencia intensa y conmovedora. La fusión de estos dos géneros musicales creó un diálogo apasionado, donde los lamentos melódicos del tango se entrelazaron con los toques ardientes del flamenco. La voz potente y emocional de “La Jose” resonó en La Chumbera, tejiendo un tapiz sonoro que abrazaba la esencia del tango y el flamenco por igual. Conquistó al público con su simpatía, cercanía y con su arte y  Fabián Carbone, con su destreza en el bandoneón, guio al público a través de las emotivas tonalidades que resonó en cada rincón de la sala. Hicieron fácil lo que parecía tan difícil y detrás de lo que, a buen seguro, hay un gran trabajo y mucha pasión.

Rebeca Núñez y Mariano Otero: Danza que habla al alma

La mezcla de la danza flamenca y tanguera se manifestó en la actuación apasionada de Rebeca Núñez y Mariano Otero. Con movimientos gráciles y expresivos, los bailarines crearon un diálogo visual que hablaba directamente al alma. La combinación de los ritmos intensos del tango y la vibrante energía del flamenco generó una sinergia que cautivó e impresionó a la audiencia.

Marta López: La fuerza del flamenco en la danza

La bailaora Marta López elevó aún más la intensidad de la mañana con su actuación llena de fuerza y gracia. Sus movimientos impregnados de la fuerza del flamenco, resonaron en “La Chumbera”, dejando una huella imborrable en el corazón de los espectadores. La fusión de estilos entre López, Núñez y Otero creó una experiencia completa que destacó la riqueza y diversidad de las expresiones artísticas en el festival.

La actuación en “La Chumbera” del Festival Internacional de Tango de Granada se erigió como un testimonio vivo de la capacidad del arte para trascender fronteras y fundirse en una sinfonía única de emociones. Las actuaciones concluyeron con aplausos resonantes y un público puesto en pie varias veces, dejando a la audiencia con la sensación de haber presenciado un encuentro mágico entre el tango y el flamenco en el corazón del Sacromonte.

Entre los fuelles del bandoneón y la voz de la cantaora, se mezclaron dos universos, dos pasiones, dos amores que se quieren, pues es sabido que el amor vence siempre.

El ocre de las paredes de La Alhambra se desteñía a lo lejos en un poso de melancolía y recuerdo; la misma nostalgia que, a modo de mariposa blanca de nieve, quedó en el aire de la mañana sacromonteña en Granada. Volvió a suceder. Imposible de olvidar.