El exasesor del Manchester City que pone en duda el futuro del club: “Los cargos son muy graves, las sanciones … – Relevo

Cuando la Premier League decidió imponer 10 puntos de sanción al Everton todo cambió en Inglaterra. Era la primera vez que saltarse las normas financieras del campeonato conllevaba una merma de puntos y no solo dinero. Una apelación posterior dejó en 6 puntos la pena, pero igualmente lo importante en esto es el hecho más que la pena.

¿Qué había hecho el Everton? Sencillo, tener una pérdida económica de más de 105 millones de libras entre las tres temporadas previas. La norma es esencialmente eso, aunque luego, como ocurre en España, hay una batería de excepciones, más todavía cuando todavía entraban en la cuenta algunos años afectados por el Covid. La clave en este caso es que se habían pasado y por eso llegó la sanción que ya se ve en la clasificación.

El Everton -de nuevo- y el Nottingham Forrest están ahora mismo investigados por el mismo motivo. La Premier League tiene sus datos de los últimos tres ejercicios y han mandado a un tribunal independiente sus casos porque creen que no han cumplido. Es posible, incluso probable, que llegue una sanción esta misma temporada que les pueda descender. Eso ya dependerá de que sean capaces o no de remontar esa losa contra tres de los peores equipos de la historia de la competición.

En su caso el proceso es muy sencillo, ellos dieron sus cuentas y la Premier considera que no han cumplido. El problema es algo diferente en el caso del Manchester City, más complejo y potencialmente mucho más dañino. La liga ha presentado 115 cargos en su contra. El problema de los mancunianos no es que se hayan saltado un poco el límite de estos últimos años, sino que directamente lo han reventado. Se les acusa de falsear las cuentas, de obstruir a la auditoría y, en realidad, de casi cualquier falta posible en lo referido a la transparencia y el control económico. Por poner un símil, donde el Everton o el Forrest están pisando la línea de prohibido con una rueda, el City tiene el coche atravesado y ardiendo en medio de la carretera.

Stefan Borson es un gran conocedor del mercado futbolístico, en el pasado también asesoró las finanzas del City. Explica que los problemas que puede afrontar el club son tangibles. “Los cargos son muy graves y si se prueban las sanciones también serían muy graves: descenso, grandes deducciones de puntos…“. El aficionado al fútbol suele ser escéptico sobre que este tipo de cosas lleguen a cristalizar. No hay muchos ejemplos, o por lo menos no fuera de Italia, pero la rueda en Inglaterra ha empezado a jugar.

Bien es cierto que el proceso puede dilatarse en el tiempo. “Nadie sabe el momento en el que llegará el dictamen, ya que se ha mantenido confidencial, pero es probable que pasen algunos meses antes de la audiencia y luego algo más de tiempo para tomar una decisión. Después, cualquiera de las partes puede apelar…”, relata Borson.

En la Premier League aseguran que no será tan largo y que puede caer en cualquier momento, aunque por otros procesos legales previos, como el que enfrentó al City con la UEFA por el Fair Play Financiero, se sabe que el equipo propiedad del emirato de Abu Dhabi suele hacer lo posible por retrasar al máximo los plazos. De hecho, en aquel caso terminaron sin sanción porque el TAS dictaminó que los hechos habían prescrito. Eso no pasará en esta ocasión, porque no hay plazos de prescripción en este caso.

Para los jurídicos de la Premier, o los que sean en realidad, es muy difícil enfrentarse al City. Se cuenta que Mansour, el presidente del club, ha dicho en privado que prefiere gastarse 30 millones de libras en abogados durante diez años que en una multa de la UEFA. Y lo que se vio en su proceso previo fue en esa línea, una multitud de abogados se ocuparon en la defensa del club hasta llevarse el gato al agua.

Un nuevo regulador

¿Por qué la Premier se ha puesto seria de repente? Los motivos son varios, pero hay uno importante de fondo y es que en el gobierno inglés se quiere implantar un regulador para el campeonato. Aunque no está pensado exactamente para que vigile las finanzas de los clubes, su figura va más allá y por otros derroteros, el campeonato está haciendo ver que pueden valerse por ellos mismos y ser responsables, también en estos temas económicos. El inicio de las sanciones no es el único detalle, recientemente se ha revelado que empezarán a auditar los patrocinios, pues sospechan que para varios clubes -especialmente los que tienen en su accionariado países del golfo- han cobrado mucho más de lo que valían en conceptos de marketing. Las informaciones desde Inglaterra señalan que el City probablemente recurrirá esta norma ante los tribunales.

Es un nuevo paradigma. “El camino ya está marcado y preveo que continuará. Por ejemplo, calculo que Chelsea, Aston Villa, Newcastle, Wolves, Leicester (si asciende), Leeds (si asciende), Everton y Nottingham Forest corren el riesgo de fallar en el próximo año. La mayoría no fallarán, pero están bastante cerca de su límite”, explica Borson. El caso de los ascendidos es uno de los más curiosos, pues habitualmente una temporada en Championship, la segunda inglesa, es un drama para las cuentas y hace muy complicado mantener el nivel de la plantilla y no disparar la deuda del club.

Casi todos los clubes han visto que ya no se juega con balas de fogueo y se tienen que poner en serio, han sido años desaforados en el mercado y si esta nueva línea se mantiene los traspasos se resentirán.

“El mercado de enero fue relativamente tranquilo y cauteloso. La pregunta para el verano será si el dinero proveniente de Arabia Saudita puede lubricar el mercado y crear algo de liquidez porque, aparte del Real, el PSG y el Bayern de Múnich, hay pocos clubes con dinero para comprar jugadores por más de 30 millones de euros. El fútbol europeo parece finalmente estar mostrando cierta moderación; tendremos que esperar y ver si durará o no”, explica Borson.

No incluye a los ingleses, que en el último lustro han sido con diferencia los grandes gastadores. Como todo, está por ver que luego eso se materialice, pero una ralentización del mercado británico es en realidad un golpe para toda Europa. Hay muchos equipos que cuentan con traspasar jugadores por montos importantes para cuadrar sus cuentas. Si la Premier no gasta muchos más tendrán problemas.

Un cambio de paradigma

Durante años, Javier Tebas, presidente de LaLiga, se ha quejado de la falta de regulación que existía en el campeonato inglés en todos los temas monetarios. Explicaba que hay dos modelos, uno el español y el alemán, que él entiende el válido y sostenible, en el que hay un seguimiento detallado de las cuentas de los clubes y se busca que el déficit y los impagos no se disparen. Otro, representado por el inglés, basaba el crecimiento en la inversión, a veces desaforada, de los dueños. Estos van poniendo dinero, y perdiendo dinero en la gestión, a cambio, en principio, de hacer crecer el valor del club y así poder venderlo por mucho más dinero del que se compró previamente.

Algunos de los pasos que da ahora la Premier van en la línea histórica de LaLiga, pero dentro del campeonato inglés hay una lucha importante por ver qué dirección tomar finalmente. Para llevar adelante cualquier iniciativa se necesitan 14 de los 20 clubes que conforman el campeonato votando a favor. En su momento los seis más grandes solían perder sus intentos, pues no les daba, pero la llegada de los saudíes a Newcastle, que comparte muchos de sus principios, incluso el ascenso del Aston Villa, hacen que las posiciones sean ahora menos previsible.

En los últimos meses se ha rechazado con ocho votos que el Newcastle pudiese comprar jugadores de la liga saudí en enero. También se fue al traste un intento para que subiesen sus aportaciones a los clubes de categorías inferiores. Y el gobierno vigila preocupado por una industria que es clave para el país.