El penúltimo episodio de la mejor historia del deporte americano: Brock Purdy, a la Super Bowl – MARCA.com
Los campeones Kansas City Chiefs (10-17 a los Baltimore Ravens) y los San Francisco 49ers (34-31 a los Detroit Lions) jugarán la Super Bowl LVIII en de Las Vegas. La pelea por el Vince Lombardi, la gran fiesta del deporte en los Estados Unidos de América medirá al mejor jugador del mundo, Patrick Mahomes, con el mejor equipo, los ‘Niners’. Casi que no hay partido mejor, y la historia del deporte puede dejar otro milagro más. El del gran sueño americano, nunca mejor dicho. El del chico que ya ha roto todas las reglas que parecían establecidas en las ‘tablas de la ley’ de la NFL, Brock Purdy.
Purdy celebra el título.
La historia dice que los quarterbacks -una posición que ya centraliza el juego, tanto dentro del campo como fuera (los mejores pagados)- son el prototipo perfecto. Estrellas universitarias, competidores de lujo en su pasado. Y pegan con fuerza en las ‘grandes ligas’. Purdy rompe con todo. El último del Draft de la NFL (número 256) de 2022. Solo conocido por esa camiseta en la que se leía “El señor Irrelevante”.
Hasta que su vida cambió en diciembre de 2022. San Francisco le dio la oportunidad y sus padres, que habían comprado entradas para ver a Tom Brady… se encontraron con su hijo en el verde. Se salió y el resto es historia. “Tío, es Tom Brady… Él ha reinado, ha ganado todas esas SuperBowls y que te venga a saludar y felicitar es increíble”, dijo aquella tarde.
Una remontada fabulosa
Para llegar a Nevada, no fue algo sencillo lo de San Francisco. Topó con unos Detroit Lions brillantes, que abusaron de su tremendo juego de carrera. Era otra historia de superación, la del equipo de la ciudad hundida. Acabando con el monstruo. Desde el 24-27 del descanso, San Francisco supo cómo remontar (34-31). Y ahí Purdy fue brillante.
Purdy, rodeado de rivales.
Firmó 267 yardas en el pase (conversión del 64,5%) y un pase para touchdown. Equilibró un ataque que terminó remontando con la efectividad de Jake Moody en los ‘field goals’, un equilibrista Brandon Aiyuk evitando una intercepción y ‘mortal’ en la zona de anotación, el MVP McCaffrey para empatar -y correr en el último cuarto abriendo el boqute definitivo- y la defensa, que aprovechó el riesgo de Detroit en dos cuartos downs. San Francisco sacaba la ‘chapa’ de campeón.
El reto más difícil: la dinastía de Mahomes
Eso sí, la gran historia tiene su último capítulo en la batalla más complicada. La de batir al ‘monstruo final’ de los videojuegos, el fenómeno Patrick Mahomes y sus Kansas City Chiefs bicampeones. Es la reedición de la final de 2020 (31-20), pero las cosas cambian. Los Chiefs tienen menos talento, pero son competidores expertos. A los Ravens les batieron tras una fuerte salida de Mahomes con Travis Kelce (para éxtasis de Taylor Swift) y la habilidad de Isaiah Pacheco en carrera.
Kelce y Taylor Swift, celebran el triunfo.
Después surgió el efecto competidor en defensa. Lamar Jackson solo encontró rutas fáciles con Zay Flowers, un debutante de aúpa, y los Ravens murieron faltos de colmillo. Eso que Lamar desató todo el curso desapareció cuando se repartía un billete a Las Vegas. Es de Mahomes y es el último reto de Brock Purdy.
