El último récord de Pogacar en la montaña replantea los límites del ciclismo moderno – Relevo

Para analizar la última proeza de Tadej Pogacar en suelo catalán conviene observar los datos de Nairo Quintana. Y no, no se trata de un error de redacción. El colombiano, segundo espada del Movistar Team en la Volta a Catalunya que se disputa estos días, sirve como referencia para poner en perspectiva las portentosas capacidades del corredor esloveno.

Vayamos por partes. En 2013, Quintana completó el ascenso a la estación de Vallter en 32 minutos y 40 segundos. Aquel día, el colombiano se impuso en la tortuosa rampa final a Alejandro Valverde y Joaquim ‘Purito’ Rodríguez, y a escasos meses de sellar su primer podio en una gran vuelta —segundo en el Giro de Italia de ese año, solo por detrás de Chris Froome—, selló el séptimo triunfo de su carrera en la montaña gerundense.

Ahora, más de una década después, y de vuelta al Movistar, el colombiano ha subido a la misma cota en 32 minutos y 28 segundos, es decir, 12 segundos más rápido que en su victoria de 2013. Eso sí, le ha servido de poco, pues ha terminado la segunda etapa de la Volta a Catalunya en 18ª posición, a casi dos minutos y medio del vencedor, Tadej Pogacar.

El esloveno, amo y señor de la ronda catalana —viste los tres maillots de líder que están a su alcance: general, montaña y puntos—, ha completado la ascensión en 30 minutos y un segundo, récord absoluto del puerto gerundense. Nadie nunca subió más rápido en bicicleta a la estación de esquí de Vallter 2000.

El doble campeón del Tour de Francia se sobrepuso a la lluvia y al frío, y con un ataque a 6,5 kilómetros de meta que no se pudo seguir por la señal televisiva, cabalgó en solitario hasta la línea de meta, donde aventajó a Mikel Landa y Aleksandr Vlasov, segundo y tercer clasificado, en 1:23 y 1:24. Los tiempos del alavés y del ruso se ajustan más a los registros habituales del puerto gerundense. La anomalía, una vez más, llega de la mano de Pogacar.

No es la primera vez, sin embargo, que el vigente líder de la Volta replantea los límites del ciclismo para conseguir los mejores registros de la historia. Este último fin de semana, en el emblemático repecho de Poggio camino a San Remo, primer monumento de la temporada, el esloveno completó la ascensión en cinco minutos y 39 segundos, dos segundos antes que Mathieu van der Poel en 2023 (5:41), y 17 segundos más rápido que Laurent Jalabert y Maurizio Fondriest en 1995 (5:46), en lo que son las tres ascensiones más rápidas de la historia de la colina.

En puertos de mayor fuste, o al menos de mayor dureza, Pogacar también cuenta con registros de ascensión que nadie más ha alcanzado en la historia del ciclismo. El pasado 14 de julio, fiesta nacional en Francia, el campeonissimo del UAE estableció el récord en el Grand Colombier, donde completó los 17’4 kilómetros al 7’1% de pendiente media en 44 minutos y un segundo, casi dos minutos más rápido que la segunda mejor marca, también suya (45:50), lograda en la edición de 2020.

En el temido Tourmalet, quizá el puerto de mayor renombre del ciclismo mundial, Pogacar comparte el mejor tiempo en los libros de historia con su némesis estival, Jonas Vingegaard. En 2023, ambos, esloveno y danés, los dos últimos campeones de la ronda francesa, ascendieron los 16’8 kilómetros al 7’5% en 45 minutos y 37 segundos, 13 segundos más rápido que la anterior plusmarca, vigente durante tres décadas exactas (Tony Rominger y Zenon Jaskula completaron la ascensión en 45:50 en el Tour de 1993).