Sudáfrica volvió a ganar en Valladolid el pulso a España (13-15), en un partido tremendamente igualado en el que se enfrentaron el juego a la mano de las Leonas contra la potencia del juego estático de las de Louis Koen. Sudáfrica salió con más intensidad a los campos de Pepe Rojo, con la intención de seguir demostrando su progresión de los últimos años, y de volver a poner contra las cuerdas al conjunto español.
De hecho, salvo un primer empuje de las Leonas en los compases iniciales, la iniciativa estuvo en el bando de las Springboks, si bien se toparon con una buena defensa de las locales que impidió cualquier avance sudafricano. Las jugadas comenzaban en campo visitante y el juego adquiría su mayor protagonismo en la línea de 22 española, pero las rojigualdas demostraron estar muy organizadas en el plano defensivo, y no dieron opción al rival.
Aunque las de Juan González tardaron en inquietar a las sudafricanas, cuando lo hicieron, provocaron un golpe de castigo que se encargó de pasar Amalia Argudo, para situar el 3-0 en el marcador, en el minuto 27. El trabajo de las sudafricanas terminó surtiendo efecto, y en un alarde de potencia física, gracias a la mayor envergadura de sus jugadoras, aprovecharon una melé para acabar posando en la línea de marca española.
Fue Gwala la encargada de posar el oval y subir cinco puntos al tanteo de las Springboks, para dejar el electrónico en un paupérrimo 3-5, al término de la primera mitad, ya que Argudo no pudo añadir la transformación. Tras la reanudación, las Leonas apretaron el acelerador, y buscaron con más ahínco la línea de 22 visitante. Gracias a ese trabajo, se vieron beneficiadas por un golpe de castigo, que volvió a fallar Argudo. Pero esa iniciativa española tuvo su recompensa y, aprovechando la superioridad, -tras la expulsion de Gwala Lindelwa-, con un buen juego a la mano, pudieron dar la vuelta al marcador de Pepe Rojo (8-5).
Las Leonas parecían haber encontrado acomodo en el campo, y mostraron una mayor mordiente ofensiva, basada en un juego a la mano, con el que contrarrestaron la potencia física del rival. Y, precisamente, después de un maul a cinco metros, las de Juan González supieron abrir rápido, sabedoras de la capacidad defensiva del cuadro visitante, para hallar a Claudia Peña en el lateral y añadir otro ensayo a su casillero (13-5).
Corría el minuto 70, y las sudafricanas se emplearon a fondo para dar la vuelta al tanteo. Poco a poco, fueron incrementando su presencia en la línea de 22 local, y supieron hacer valer su envergadura para provocar un ensayo de castigo. Con un apretado 13-12 se encaraban los minutos finales, en los que cualquier detalle podía decantar la balanza de un lado u otro. Y el asedio de las Springboks se tradujo en otra indisciplina española, que se encargó de transformar Cilliers. 13-15 en el minuto 77 y, aunque hubo tiempo para remendar errores, Argudo no acertó a pasar un tiro a palos, ya con el tiempo cumplido, por lo que la victoria se quedó en el lado sudafricano, por cuarta vez consecutiva.
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