Así funciona la comisión independiente que regula la economía de fútbol inglés que ha sancionado ya a Everton y … – Relevo

No es algo demasiado sorprendente que los clubes de fútbol tengan un exceso de celo en sus cuentas y que las investigaciones se sucedan. En los últimos tiempos, Inglaterra ha sido uno de los grandes focos donde los casos abiertos de investigación económica parecen haber cobrado cierta importancia a raíz de diversos casos relacionados con el fair play financiero, donde la actual temporada ha tenido dos protagonistas de rabiosa actualidad: Everton y Nottingham Forest.

Para ello, la Premier League cuenta con la colaboración de una comisión externa que se ocupa de evaluar estos casos de manera específica. Una comisión independiente que permita la indagación en las cuentas y en las actas de los diversos clubes que se puedan ver envueltos en dudas a la hora de gestionar su patrimonio, especialmente con los movimientos de mercado de fichajes que pudiera poner en entredicho la llegada de nuevos fondos al equipo, la compra/venta de jugadores o las cesiones.

Un mecanismo que persigue la colaboración estrecha entre clubes y comisión, lo cual se toma en cuenta para poder interpretar posibles errores o implicaciones que puedan esquivar las posibles multas o acabar por condenar la mala praxis, de existir, en los clubes afectados. Que el organismo sea independiente parece acercar la visión de estas comisiones a la de las auditorías externas de cualquier empresa, llegando a ser meros informantes neutrales que gestionan, exponen y juzgan sin intereses en limitar o facilitar el trabajo de los clubes.

Algo que a priori asegura que no que haya participación o intereses ocultos desde los principales organismos del fútbol inglés, como podrían ser la propia Football Association o la Premier League. Precisamente este último es el organismo que más fuertemente ha intentado preservar sus procedimientos para asegurar la libertad de movimientos ante el resto de las competiciones nacionales e, incluso, ante el propio Gobierno de Inglaterra.

Dos casos clave: Everton y Nottingham Forest

Ya se conocía la noticia de que estaban siendo investigados multitud de clubes ingleses en el marco de cumplimiento de la normativa económica de la Premier League, específicamente en las normas de sostenibilidad y beneficios que marca la competición, pero el 15 de enero de este año se conoció que afectaba a Everton y Nottingham Forest y que se pediría una rebaja de puntos a ambos equipos a modo de multa. Para todo el proceso, se contaría con una comisión externa que evaluaría las pruebas de ambos conjuntos para conocer sus defensas ante tales acusaciones, creando un informe en el que detallarían puntos clave como los argumentos de su defensa, las pruebas aportadas o el grado de colaboración de las entidades con la comisión, entre otros detalles de la investigación.

Recientemente, tras la lectura de los informes, la Premier League ha resuelto que, efectivamente, ambos equipos habían infringido las normas, dejando claro que, para preservar el objetivo de igualdad de los equipos participantes en la competición inglesa, se habrían de reducir 6 puntos en el caso del Everton y 4 en el caso del Nottingham Forest, algo que afecta de manera clara a estos últimos por entrar de lleno en la zona de descenso a Championship.

El regulador independiente que pretende evitar la Superliga en Inglaterra

Con lemas como “creado por los pobres y robado por los ricos”, la comunidad futbolística salió a la calle para protestar sobre la idea de que los clubes pudieran empezar a tomar caminos paralelos a los principales organismos internacionales, así como que pudieran comprometer, como amenazaron LaLiga, la Premier League o la Bundesliga, entre otras, su participación en las ligas nacionales si los clubes decidían tomar el camino de esa aún teórica y primitiva Superliga.

Si ya de por sí el rechazo de la afición a la posible implementación de la Superliga quedó patente en las protestas del mes de abril de 2021, cuando se dio a conocer que varios equipos de la Premier League podían estar favoreciendo la creación de la Superliga, la posible protección del gobierno a situaciones como esta parece estar moldeándose en el marco del nuevo regulador independiente del fútbol (IFR) que pretende aplicar el Gobierno inglés a lo largo de 2025 y que de alguna manera inquieta mucho a la Premier League, por significar una pérdida de independencia a la hora de decidir lo que sucede en el seno del fútbol inglés.

El rechazo sin ambages del grueso de la afición ya puso en preaviso a los clubes de que no sería fácil en Inglaterra trazar nuevos caminos que pretendieran cambiar el sino de la principal competición nacional en Europa y en la que actualmente lidera con notoriedad los ingresos generados por derechos de retransmisión en todo el planeta. Pero hoy el Gobierno quiere dar un paso más y proteger la participación y la representatividad de los socios, así como evaluar y controlar en mayor medida los movimientos económicos de los clubes, concediendo una suerte de licencias que deberán renovarse tras mostrar el cumplimiento estricto de unas normas de viabilidad para asegurar la solvencia de las competiciones.

El caso del Manchester City, sin novedad en el frente

En febrero de 2023, la Premier League anunciaba que tenía pruebas de que el Manchester City podía estar detrás de más de 100 presuntos casos de incumplimiento de las normas económicas, por lo que se iniciaba la investigación del club propiedad de Abu Dabi y que en ese mismo año ganaría la Champions League y el campeonato liguero. Según estas informaciones, el club presidido por Khaldoon Al Mubarak se habría saltado las normas de manera regular desde 2009 y hasta 2018, especialmente a través de los diversos acuerdos de patrocinio procedentes de diversas empresas de Emiratos Árabes Unidos.

El Nottingham Forest, dos veces campeón de la Copa de Europa y propiedad actualmente del empresario griego Evangelos Marinakis, apelaba incluso a esta desigualdad entre grandes clubes y ascendidos en el comunicado realizado en los últimos días a raíz de la sanción, afirmando que este tipo de decisiones y falta de flexibilidad por parte de la liga “hacen extremadamente difícil, si no imposible, que los recién ascendidos puedan competir, socavando la integridad y la competitividad de la Premier League”.

Aunque se anunciaron recientemente las 115 posibles infracciones y la investigación al club citizen parece estar al caer, el ambiente está enrarecido en todo lo concerniente al caso. Que más de un año después no se haya resuelto el genera crispación, rechazo y muchas dudas, especialmente cuando los casos de Everton y Forest, mucho más recientes, ya han obtenido respuesta y que, a través de la resolución de la Premier League en sus respectivos casos, les afecta en una temporada en la que siguen luchando por la permanencia en la élite del fútbol inglés.