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Hacer el amor y tener sexo ¿Cuál es la diferencia?



Los mismos gestos o las mismas acciones pueden significar cosas completamente diferentes según las circunstancias, los seres humanos somos así. Un abrazo puede ser un gesto de amor supremo, una simple despedida o la declaración de una sentencia de muerte.

Con el sexo pasa exactamente lo mismo. Aunque en su definición más básica se trata del acto dirigido a la procreación de la especie, de que papá pone dentro de mamá una semillita, la forma en la que nos acercamos a él puede cambiar absolutamente la experiencia.

El sexo es una actividad muy sencilla y a la vez increíblemente compleja en la que participan muchos factores: las hormonas, el amor, la atracción, la admiración, el deseo, el poder… Dependiendo de la importancia de algunos de estos ingredientes, estaremos hablando de hacer el amor o de tener sexo. Aunque en ocasiones, incluso entre las mismas personas, la línea definitoria no está clara.

¿Qué significa tener sexo?

Tener sexo o practicar relaciones sexuales con alguien puede ser una experiencia increíble independientemente de que ames o no a la persona con la que lo estás haciendo, que te caiga mejor o peor. Se podría definir como, simplemente, satisfacer el deseo que tenéis cada uno de los participantes por el cuerpo del otro.

Tener relaciones sexuales es simplemente un acto físico en el cual se estimulan y satisfacen diferentes partes del cuerpo con el objetivo de conseguir un orgasmo o una satisfacción física que, aunque nos puede proporcionar también placer mental, no tiene mucho que ver con el amor por la otra persona.

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¿Qué significa hacer el amor?

Hacer el amor incluiría tener sexo, es decir, también contiene la búsqueda de una satisfacción del deseo por la otra persona y de nuestras necesidades físicas, pero añadiendo un deseo por crear una sensación de conexión y de unidad con la otra persona. Como una especie de culminación física del amor que se siente por la otra persona.

Cuando se “hace el amor” habitualmente hay gestos de ternura, adoración o cariño, que normalmente no se dan cuando simplemente se practica sexo. Aunque este tipo de gestos no son imprescindibles, ya que un sexo más duro, más cercano al BDSM, por ejemplo, también puede ser una forma de hacer el amor. Eso depende de los implicados.

Tampoco es estrictamente necesario estar enamorado para hacer el amor, aunque en este cuestión hay casi tantas opiniones como personas. Lo que sí que es necesario es que haya algún tipo de sentimiento de afecto por la otra persona, aunque no se pueda calificar este como amor. Hacer el amor, de hecho, puede provocar que dos personas se enamoren, al despertar emociones que no hubieran salido a la luz de no ser por esa unión física y espiritual que supone hacer el amor.

hacer el amor

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Beneficios emocionales de hacer el amor y del sexo

Como ya te hemos contado en varias ocasiones, el sexo tiene una gran cantidad de efectos positivos en nuestro organismo tanto a nivel físico como mental. Hacer el amor, además de esos beneficios, permite llegar quizá a un estado de realización personal más profunda al ser la vía para construir una conexión emocional única con otra persona, lo que nos puede generar mucha felicidad tanto a nivel individual como en pareja. Permitiéndonos ser personas más completas. Esto quiere decir que haciendo el amor se pueden involucrar escenarios más allá del deseo y el placer por placer. En cambio, para tener sexo, solo se requiere satisfacer una necesidad o un deseo.

Podemos deducir que al hacer el amor estás en sintonía con la otra persona o que se despiertan en ti ciertas emociones. ¿Pero eso significa que teniendo sexo no?

Hay algunas ideas o puntos que todos hemos escuchado o vivido y que estamos de acuerdo, pero no existe una verdad absoluta que pueda aplicarse a todos y cada uno de los actos sexuales para diferenciarlos.

Pistas para diferenciar entre hacer el amor y tener sexo

Si todavía sigues un poco perdido, existen algunas formas de diferenciar entre hacer el amor o tener sexo. Pequeños detalles que denotan que lo que estás haciendo es “algo más” que una simple relación física. A continuación te contamos los más llamativos.

La forma en la que hablas

Cuando se hace el amor, en general, se tiende a utilizar un lenguaje suave acompañado de cariño y caricias mutuas. La delicadeza puede jugar un papel importante antes de iniciar la penetración.

En el sexo puro y duro, esto pasa a un segundo plano sin ser necesario el cariño con un lenguaje verbal más abrupto destinado a obtener el orgasmo.

Después del acto, las personas que hacen el amor y tienen una conexión estrecha entre ellos hablan sobre sus sentimientos y su conexión. En el sexo, la conversación suele ser de cualquier tema.

Satisfacción propia o ajena

Cuando se hace el amor se piensa en la satisfacción de la pareja más que en tu propio deseo de alcanzar el clímax. El sentimiento y las emociones hacia las otras personas están por encima.

En el sexo, la autogratificación está por encima y no se piensa más allá del momento a la hora de tener un orgasmo o satisfacer el deseo.

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Mucho tiempo: amor / Poco tiempo: seguramente sexo

Es posible que si le dedicas más tiempo a los preliminares y en hacer sentir cómoda a la pareja antes de la penetración, estés haciendo el amor. Pero cuando solo se quiere tener sexo, cualquier momento o circunstancia es buena para satisfacer el deseo.

¿Cómo ves el futuro?

Las personas que hacen el amor comparten muchas más cosas que un acto sexual. Pueden tener expectativas de futuro o planes juntos más allá del sexo.

Quienes practican sexo no suelen buscar más compromiso que desvestirse, satisfacerse y volverse a vestir.

Sea como sea lo que hagas, es importante que la pareja esté en la misma sintonía y no haya confusiones de sentimientos. Puede que no haya una verdad absoluta, pero todos tenemos una ligera idea de qué diferencia el hacer el amor a tener sexo.

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Juanjo es experto en cultura y lifestyle, con un foco especial en el impacto que internet y las redes sociales están teniendo en nuestra sociedad y en el mundo. Por eso mismo, sus temas suelen tener también mucho que ver con cine, series, psicología, relaciones personales y sexualidad. 

No hay tendencia viral o reto en redes que se le pase por alto, aunque también está muy conectado con la actualidad literaria, repasando cada semana todas las novedades editoriales y seleccionando las que puedan resultar más interesantes para sus lectores.

Su gran pasión son las entrevistas, disfruta hablando con personas y conectando con ellas y tiene una curiosidad natural por aprender de las experiencias y perspectivas de los demás ya sea de un escritor, un psicólogo o cualquiera que tenga una historia que contar. 

Juanjo se licenció en Economía Internacional, aunque desde muy temprano en su carrera, por vocación personal, se dedicó a la divulgación y al periodismo, que con los años se convirtió en su profesión.

Juanjo lleva más de 15 años escribiendo en diferentes medios y fue Director editorial de Vice España, coordinando toda la producción de contenidos de la revista, desde cápsulas para redes sociales a documentales sobre ocultas subculturas urbanas de nuestro país. Tras su paso por Vice, se ha dedicado a escribir y su trabajo ha aparecido en medios como El País, El Periódico de España, ABC o Yorokobu, entre otros.  



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Antea Morbioli

Hola soy Antea Morbioli Periodista con 2 años de experiencia en diferentes medios. Ha cubierto noticias de entretenimiento, películas, programas de televisión, celebridades, deportes, así como todo tipo de eventos culturales para MarcaHora.xyz desde 2023.

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