Este martes el mayor puente de Baltimore (EE UU) se derrumbó en pocos segundos después de ser golpeado por un carguero. Sobre la pasarela trabajaba un grupo de operarios de mantenimiento. El carguero —llamado Dali— acababa de salir del puerto. Minutos después la tripulación comunicó a las autoridades portuarias que tenían problemas con la propulsión y que el puente se encontraba en su trayectoria, con lo que se pudo cortar el tráfico rodado.
Una cámara web cercana retransmitió el choque en directo. La embarcación entra en la perspectiva a la 1.23 de la madrugada. Se observan los problemas eléctricos y de propulsión de los que alertó la tripulación, lo que permite entender qué ocurrió instantes antes del choque.
El Dali, de unos 48 metros de ancho y casi 300 de largo, se desvió de su rumbo momentos antes de pasar bajo la estructura. El vano del puente, es decir, la distancia entre los pilares que soportan la construcción metálica, era de unos 366 metros. El gálibo, que es la distancia entre el agua y el punto inferior del puente, supera los 56 metros, por lo que el espacio era más que suficiente para una embarcación de estas características.
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La colisión contra uno de los pilares fue suficiente para que la pasarela colapsase. El Dali es un vehículo que puede transportar hasta 10.000 contenedores. Una estimación inicial de un ingeniero a la agencia Efe calcula que puede tratarse de 150.000 toneladas en movimiento —el equivalente a 1.500 autobuses—, a unos 15 kilómetros por hora.
Baltimore se ha despertado con las imágenes de su puente más icónico seccionado y con las noticias de que los servicios de emergencia habían rescatado a dos personas y buscaba a otros siete desaparecidos (cifra que después se reduciría a seis). Los cuatro carriles de carretera que sustentaban el puente, por donde transitan diariamente más de 31.000 vehículos de media, se han hundido en el río Patapsco.
El puerto de Baltimore es el décimosexto del país por actividad, por allí entraron mercancías en Estados Unidos por valor de 74.000 millones de dólares el año pasado. No es de los mayores de la costa oriental estadounidense, y maneja una carga que es 10 veces menor que el puerto de Nueva York. Es sin embargo el líder estadounidense en el manejo de cargas de diversos tipos de productos, como cargamentos de automóviles (por allí pasaron cerca de 750.000 vehículos en 2023), sal o azúcar. Es la segunda mayor infraestructura nacional para las exportaciones de carbón.
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