Celebridad

La salud mental es importante y, como periodistas, no somos superhéroes. MAR CABRA


En medio de la transformación que está viviendo el periodismo, Mar Cabra, destacada periodista galardonada con el premio Pulitzer por su trabajo en los Papeles de Panamá, emerge como una voz de cambio. En esta conversación reveladora para Ethic, Cabra comparte su experiencia y reflexiona sobre la necesidad urgente de transformar la cultura laboral en los medios de comunicación.

Con su proyecto The Self-Investigation, busca no solo visibilizar, sino también abordar las complejas dinámicas que han llevado a una epidemia de problemas de salud mental entre los periodistas. Desde la precariedad laboral hasta la presión constante, Cabra destaca la importancia de promover un ambiente de trabajo más saludable, donde el bienestar emocional sea prioritario.

En este contexto, examina los desafíos y las oportunidades para crear un periodismo que no solo informe, sino que también cuide a quienes lo hacen posible.

De toda la gente que conozco que estudió conmigo Periodismo, una parte importante ya no se dedica a esto. Me imagino que es un dato que no te sorprenderá.

No. Tenemos una epidemia en el periodismo que, como ocurre de manera silenciosa, hay personas que no ven que es un problema, pero lo es.

Una de las variables es que los jóvenes no quieren estudiar periodismo, lo prueban y enseguida dicen «esto, ¿para qué?». Lo que me comentas de tus compañeros lo estamos viendo en los datos.

Lo que vi es que cuando empezaron a necesitar más estabilidad fue cuando dijeron «hasta aquí, adiós periodismo». Cuando hablamos de esa crisis silenciosa, ¿qué papel tiene en ella la precariedad de la profesión?

Un gran papel. El periodismo tiene situaciones muy duras, entornos muy tóxicos y se paga mal. Hace que quienes se quedan sean los que tienen la piel muy dura, los pocos que consiguen hacerse un nombre, ganarse el respeto y ganar más y los que todavía creen mucho en la profesión y en el rol fundamental del periodismo para la democracia. Si no estás en esos grupos, como diría José Mota, «ir pa na es tontería» y te vas del periodismo. Yo me he ido en varias ocasiones. Primero me fui cuando empecé a trabajar y tuve una baja por salud mental. Luego, después de un burnout tras el cual me dije «no quiero volver a esta profesión tóxica». Años después de recuperarme, me di cuenta de que a veces hay que cambiar las cosas desde dentro y que yo, con mis circunstancias y mi reconocimiento gracias a los premios y a la carrera que había tenido, podía ayudar a visibilizar un tema que ayude a cambiar la profesión desde dentro, para que no se siga yendo la gente del periodismo.

De hecho, has hecho algo por la profesión por lo que, desde dentro, deberíamos dar las gracias: has roto el tabú sobre lo que está pasando. Que estuvieses en un momento de cumbre personal ayudó a hacerlo más visible. ¿Ayuda a que pensemos más qué causa esto y cómo podemos solucionarlo?

Uno de los males en esta epidemia son las mentalidades anticuadas y erróneas, aquellas que dicen que las emociones no importan, que al periodismo se viene llorado de casa o que estos jóvenes son unos blandos y no aguantan nada. Este tipo de frases las hemos oído bastante. Yo también me quebré. Es normal tener problemas de salud mental.

Tenemos que aprender a gestionar nuestro estrés. El periodismo es una profesión muy dura y debemos recibir la formación adecuada para poder realizarla a nivel emocional. Esta conversación ayuda muchísimo a avanzar, además de a reducir estigmas.

En el mundo, 1 de cada 4 —de cada 5, dependiendo del país— personas tiene problemas de salud mental. ¿Creemos que somos inmunes a esto en el periodismo? Es importante visibilizarlo y empezar a normalizar que a veces te quiebras. Y necesitas apoyo.

Al hilo de estas visiones sobre cómo ser profesional, ¿crees que se suma también que existe una visión romántica del periodismo? Eso de que la noticia no descansa y no tiene horarios. Pero necesitamos dormir, salir a pasear, ir al cine… ¿Hemos romantizado lo que en realidad es precarización y que no haya personal para hacer turnos?

Es importante entender que no solo tú necesitas descanso, ir al cine. El ser humano en general necesita espacios de actividad, estar a la tarea, incluso estar bajo altos niveles de estrés respondiendo a esa situación de amenaza —una noticia de última hora, por ejemplo—, y luego momentos de calma. Esto es ser humano. Y como los periodistas somos seres humanos, no somos superhéroes o superheroínas, también lo necesitamos. Durante mucho tiempo hemos estado aceptando unas circunstancias que nos han llevado a la enfermedad y, como esto no se cuestionaba y como lo de la salud mental era tabú, seguíamos para adelante.

Creo que la pandemia nos ha ayudado también a darnos cuenta, como sociedad, de que la salud mental es importante y, como periodistas, de que no somos superhéroes.

(…)

Comentas que las empresas periodísticas tienen un papel muy importante para cambiar las cosas. Pero, al mismo tiempo, están contratando con sueldos muy bajos y llevan tres décadas recortando personal, haciendo que todo sea más intenso y precario. ¿No es al final incompatible?

No es incompatible, es necesario y urgente. En unas circunstancias en las que tienes poco dinero tienes que ser muy estratégico con él y más en esta situación que estás comentando. Siempre les digo a los directivos y directivas «ahora tenéis poca gente y hay menos motivación que antes y mucha frustración, mucho miedo alrededor de la entrada de la inteligencia artificial». ¿Qué es lo mejor que puedes hacer que te cuesta, además, cero euros? Trabajar en motivación, en generar un entorno humano y en que vayan a trabajar con ganas sintiéndose respetados como personas. Es estratégico.

Puede sonar un poco cruel, pero ¿al final compensa económicamente?

Totalmente. El bienestar y la salud mental no es una cuestión fluffy, es un valor estratégico de negocio que tienes que poner en el centro de la manera en la que operas.

Y más si tienes poco dinero. Tu empresa de medios es la primera interesada en que tu gente esté feliz, porque se sabe que los trabajadores felices producen más y mejor, que las personas que están motivadas van a ser mejores trabajadores y trabajadoras.

(…)

MAR CABRA
Publicado en: Ethic 

Leer más:

El impacto de las redes sociales en la salud mental. PETER DIAMANDIS

Cuidar la salud mental, más allá del eslogan. JORGE DOBNER

Periodismo de soluciones, en busca de un mundo mejor



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Antea Morbioli

Hola soy Antea Morbioli Periodista con 2 años de experiencia en diferentes medios. Ha cubierto noticias de entretenimiento, películas, programas de televisión, celebridades, deportes, así como todo tipo de eventos culturales para MarcaHora.xyz desde 2023.

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