La falta de aplicación práctica del principio de transparencia en el deporte podría estar detrás de situaciones polémicas, como las que se han vivido recientemente en el fútbol español con el caso Rubiales. Con estos hechos como contexto, el Ilustre Colegios de la Abogacía de Madrid (ICAM) y el Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB) van a impulsar una investigación conjunta sobre la regulación actual, incluida la reciente Ley del deporte. ¿El objetivo? Detectar aspectos de mejora que terminen con prácticas “caciquiles”, como las describe el exmagistrado del Tribunal Supremo Francisco Orduña.
El actual presidente de los consejos asesores de los Institutos de Investigación e Innovación Jurídicas I+D ICAM e I+Dret ICAB lidera esta iniciativa, que se concretará en propuestas concretas, según detalla a Cinco Días.
“En un mes y medio tendremos una serie de líneas de aplicación. Plantearemos propuestas de normación para el ámbito político, porque son los representantes políticos los responsables de que se hagan realidad”, explica el también catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Valencia.
La idea es que, a partir de la polémica por el caso Rubiales, se avance en cambios normativos y estructurales que mejoren la ética en el deporte y que terminen con prácticas opacas.
Precisamente hoy, el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales será interrogado en calidad de investigado en la Audiencia Nacional. El juez Francisco de Jorge lo ha citado tras admitir a trámite la querella de la Fiscalía por los delitos de agresión sexual y coacciones contra la jugadora Jennifer Hermoso, a la que besó en los labios tras el triunfo de la Selección Española en el Mundial de Fútbol Femenino, celebrado en Australia.
A ello se suman las críticas por su comportamiento inapropiado en el palco, donde se tocó los genitales cuando celebraba el gol de la victoria, a pocos metros de la reina Letizia, la infanta Sofía y otras autoridades. Las imágenes dieron la vuelta al mundo.
Abuso de poder
En un comunicado, ambos organismos colegiales calificaron estos hechos como la “punta del iceberg” de lo que ocurre en el fútbol actual y consideran que es punto de inflexión para impulsar una transformación real de las estructuras del deporte español.
“El caso Rubiales demuestra que el deporte debe aplicar el principio de transparencia. Su lamentable actuación ha dejado de manifiesto que ese comportamiento indecoroso es la representación de un abuso de poder, de posición, que son los supuestos que combate este principio”, reflexiona el jurista.
Al hablar del impacto real, afirma que existen casos en los que la aplicación de este principio tiene un impacto práctico y positivo. Menciona lo ocurrido entre los consumidores con las entidades financieras, un contexto en el que las relaciones contractuales han mejorado y son más claras al incrementar las exigencias de cláusulas de los préstamos o de las hipotecas.
Orduña cree que el Derecho puede entrar “por la puerta grande” en el mundo del deporte si se avanza en este campo, especialmente en el fútbol.
Formas caciquiles
La mención expresa a este deporte la hace porque, según explica, es una actividad que mueve más negocio, donde las situaciones de abuso de posición se ven con mayor claridad.
“Pactar la celebración de una Copa en Arabia Saudí a través de comunicaciones de móviles, sin conocimiento de las federaciones, del Gobierno y de la sociedad; o cerrar operaciones de venta de clubes que parece que se acuerdan en una servilleta de bar, muestran claramente que esto es necesario”, explica.
Javier Orduña insiste en que los criterios de transparencia se deben aplicar en la actividad de las federaciones y de las ligas, como base para medidas de prevención y control.
“Tenemos que evitar las formas caciquiles. No basta con decir queremos cambiar, hace falta articular una batería de medidas, donde el alma sea la proyección del principio de transparencia, para prevenir estos comportamientos”, apunta.
Fenómeno estructural
Sobre los cambios que está realizando la RFEF, el exmagistrado considera que “no pueden quedar reducidos a la frustración de un mero lavado de cara o cambio de cromos en los cargos federativos. Se trata de un fenómeno estructural que hay que abordar con decisión y altura de miras”
Si desde las instituciones deportivas, las distintas federaciones y ligas se avanza en normas que impulsen una evolución hacia la ética deportiva, se mejorará la credibilidad institucional y no se habrá perdido la oportunidad potencial de organizar al Copa del Mundo en 2030. Pero para eso, “tenemos que empezar por ser creíbles para nosotros mismos”, señala.
Estos principios, que deben recoger la normativa que rija la actividad deportiva, también se tienen que aplicar a los deportes emergentes.
“No hay mejor reputación ni expresión de liderazgo de marca que la responsabilidad y la autenticidad que otorga la transparencia. Convirtámosla en el eje de la mejora a todos los niveles de las estructuras federativas y de gobierno de nuestro deporte y de nuestra sociedad. Nuestros deportistas se lo merecen. Y la sociedad debe exigirlo”, concluye el catedrático.
