El sueño de un cine rural | El Cine Club Colón de Roque Pérez cumple noventa años

Tienen que haber vivido experiencias mágicas los forasteros que llegaban a La Paz Chica esas noches de 1934 en las que el Cine Club Colón ofrecía sus proyecciones cinematográficas. A kilómetros de Roque Pérez, y en el medio del campo, se levantaba un gran edificio con sus luces encendidas. Dentro, los sonidos de las primeras películas sonoras se mezclaban con los ruidos de su cantina. Afuera, solo la oscuridad. Este espejismo, aunque lejano, es similar al que describen los cientos de turistas que todos los años se acercan al paraje para descubrir que su cine todavía sigue funcionando. Rescatado en 2013 por los vecinos de La Paz Chica y el Municipio de Roque Pérez, luego de décadas de abandono, este 2024 el Cine Club Colón cumple noventa años y está más vivo que nunca.

Su historia

En 1933 Jerónimo Coltrinari, un inmigrante próspero de La Paz Chica, pensó que los habitantes de ese paraje sin iglesias ni monumentos necesitaban un lugar de encuentro y decidió que una sala cinematográfica era el espacio que respondía mejor al pulso de la época. Ese mismo año, pero en Buenos Aires, a ciento cincuenta kilómetros de distancia, se habían estrenado las primeras dos películas sonoras nacionales y el cine condensaba más que nunca las promesas que el futuro tenía para ofrecer.

Construir una sala de cine en el medio del campo no era el primer proyecto descabellado de Coltrinari en La Paz Chica, pero sí fue el primero que logró concretar. Junto con el arquitecto Rómulo Mazagliari y el albañil Tano Mangalardo, Coltrinari edificó en este paraje un gran cine con palco, escenario, butacas, boletería y cantina, al que nombró “Cine Club Colón”.

Este espacio fue inaugurado en 1934 y se convirtió rápidamente en el punto de encuentro predilecto para los habitantes de la zona, que se acercaban todos los días para conversar, beber y soñar con las próximas novedades cinematográficas que llegarían al cine y que eran traídas semanalmente gracias al trabajo de Del Carril, un proyectorista que recorría los pueblos con su auto cargado de películas.

“Jerónimo no era un fanático del cine. Era más bien un fanático de las cosas modernas, un soñador, y el cine estaba dentro de eso. Sé que tuvo también el proyecto de hacer una cancha de paleta cerrada y una construcción de tres o cuatro pisos cuando no había edificios. Además, donde vivía tenía un cuarto de radioaficionado y estaba muy conectado con las tendencias de ese momento”, dice César Coltrinari, o “Coltri” como lo conocen en Roque Pérez debido al nombre del reconocido vermú artesanal que produce y vende en la región.

Coltri es descendiente de Jerónimo, pero esta historia familiar fue para él un descubrimiento que tuvo lugar hace poco más de una década. “Yo vivía en La Paz, el paraje junto a La Paz Chica. Estaba en la Escuela 4 e íbamos al Cine Club Colón cuando éste ya estaba bastante deteriorado, para jugar al fútbol…o si se hacía algún baile. Pero no sabía que ese cine lo había hecho un tío abuelo mío, no tenía idea. Yo me enteré de todo recién en 2013, cuando reabrieron el cine, en su segunda etapa. Ahí me acerqué y comencé a investigar y contar su historia en la Noche de los Almacenes”, agrega Coltri.

Recuperar una historia colectiva

La historia de la “primera etapa” del Cine Club Colón es nebulosa. Se sabe que proyectó películas hasta la década del sesenta, que en un momento fue donado al municipio y que permaneció abierto hasta fines de los ochenta, cuando una tormenta tiró abajo su techo. Luego, el espacio cerró sus puertas y se transformó en un depósito que, poco a poco, fue tomado por los pastizales y los animales del campo.

Permaneció en este estado hasta el 2013, cuando José María Pepe Guidobono y Nelly Albanesi, dos históricos vecinos del paraje, decidieron que eso no podía seguir así. Juntos, comenzaron a movilizar a los habitantes de Roque Pérez hasta que no quedó nadie que no supiera del proyecto y que no quisiera colaborar. Su iniciativa recibió el apoyo del Municipio y, en solo ocho meses, el Cine Club Colón reabrió nuevamente sus puertas con una gran fiesta cinematográfica.

Su apertura no solo devolvió a los vecinos su espacio de encuentro, sino que también permitió comenzar a reconstruir una historia colectiva atravesada por la nostalgia. Así como Coltri recordaba sus tardes de fútbol y bailes en la sala, cientos de habitantes del partido de Roque Pérez guardaban algún vínculo sentimental con este espacio.

Marcela Albornoz trabaja desde 2014 en el cine. Ella es la responsable de cuidar el espacio y de recibir a los turistas que, día a día, llegan al paraje. Mientras habla, interrumpe sus palabras para invitar a pasar a los curiosos que se acercan a la sala: “todavía hoy se siguen acercando personas a contar sus historias, a decir que acá conocieron a su señora o a describir las fiestas y los bailes. Para mí es muy lindo recibir a la gente. Y yo me siento muy feliz de contarles la historia del espacio y de su recuperación”, dice Marcela, orgullosa de la tarea que desempeña desde hace una década. “Hoy es un espacio municipal abierto a la comunidad. Se hacen misas, se proyectan películas, se hacen fiestas. Incluso funcionó una escuela de adultos. Se recuperó para que sea un espacio para la comunidad”, agrega.

Seguir construyendo un sueño

José María Pepe Guidobono falleció en 2015 y Nelly Albanesi, el año pasado. Hoy, todos los vecinos los recuerdan por medio de esta sala que ellos vieron brillar entre los pastizales. “Así como mi tío abuelo tuvo esa visión en el pasado, para mí lo importante es que ellos tuvieron la visión y el alma para recuperarla junto al municipio”, dice Coltri.

En septiembre el Cine Club Colón cumplirá noventa años y su sala está más viva que nunca. Candela Luján, responsable de Turismo en el Municipio de Roque Pérez, dice que “el cine se pudo recuperar entero. Su historia se fue reconstruyendo con la narración de los propios vecinos, ya que no se contaban con archivos. Ahora estamos armando un registro fotográfico en el marco de sus noventa años, algo que era una cuenta pendiente”.

Esta tarea patrimonial del municipio, que comenzó con la gestión anterior, sigue firme en el presente porque, según afirma Luján, abrió una ventana a la historia del paraje. “Nos sorprendemos con cada nueva historia y nos llena de orgullo que el cine haya recuperado eso que soñó Jerónimo en un primer momento, que es que sea un espacio de encuentro. Hoy tiene ese funcionamiento: además de ser una ventana al pasado, es un espacio lleno de actividades”.

El Cine Club Colón de La Paz Chica se puede visitar de jueves a domingos, de 10 a 12 horas y de 15 a 18 horas. Los fines de semana, con cine y actividades especiales. Su programación se puede conocer en sus redes sociales.