Celebridad

El sermón del crítico / ‘El otro lado’, columna de Ómar Rincón


Terminamos la semana del sermón mayor. He aquí las 7 palabras para la tele colombiana en el 2024:

Entretenimiento. Sí, la televisión es entretenimiento. Pero, eso no significa chistes flojos, sonrisas al mayor, comentarios altisonantes, mover las cámaras, nuevo set, mucha tecnología, farándula. ¡Eso no es el entretenimiento! Si es promover emociones, crear cultura común, promover goces colectivos. Y sobre todo: pensar la sociedad desde el lado de la identidad afectiva.

Respeto. El televidente merece que se lo tome en serio. No es una caneca de basura. Tampoco un sujeto para llenar de aberraciones y emocionalidades simplistas. El televidente es el sentido de este negocio y debe ser considerado como un ser con alma popular, moral conservadora, creador de ideas y, sobre todo, que ejerce su derecho a divertirse.

Experimentación. Está bien que baste con las cámaras de la policía nacional como modo de meter miedos a la ciudadanía, los tuits pretrouribes, la gente mediocre cantando o corriendo o cocinando, los chistes clasistas y racistas… Bien, les da rating, pero no crea sociedad, ni valor público. Sería cool que intentaran otros formatos, otras ideas, otras estéticas.

Publicidad. Ay dios, uno ve un programa a la noche y todo es promociones, ofertas y rebajas; enfermedades que se curan con medicamentos que nos enferman; cremas para evadir los años. Nada memorable, todo bazofia, capitalismo enfermo. ¡Qué precariedad creativa y estética!

Batalla cultural. Eso de hacer propaganda política en la tele ha sido un fracaso en Venezuela, Ecuador, Argentina, Cuba, Nicaragua, El Salvador, Bolivia, México (muchos canales y nada). ¿Por qué? Porque no hacen televisión, no intentan comunicar, no hacen un relato entretenido y popular, solo buscan “imponer” el discurso del jefe. Y eso ni gusta, ni llega. Petro-Morris gobiernen, hagan tele y dejen de joder con eso de la batalla cultural por el relato.

Periodismo. Los noticieros colombianos nos cuentan que nos matamos todos los días y a todas las horas, que Petro anda en modo iracundo y Uribe sigue cabal, que james es el rey y que para todo mal una mujer semidesnuda. Todo en directo, todo sin datos, sin relato, noticias para enervar. Necroperiodismo. Y la gente huye. La vida es mejor que en esas noticias. Triste espectáculo de los noticieros que se olvidaron de hacer relato periodístico y se quedaron en los tuits políticos, el semen y la sangre.

Narcolombia. No se por qué para todo relato de ficción hay que meter al narco. Bueno, somos narcolombia en nuestras éticas, consumos y estéticas, pero no hay por qué siempre poner a un chirrete, un peye, un nea, una mor… Para eso está el reggaetón. Se puede contar otras historias en otros tonos y modos. Después, nos preguntamos por qué será que para el mundo seguimos siendo narcolombia, si la ficción nos vede como narco nación.

Amén. Y ojalá se vayan El minuto de dios, El boletín del consumidor y el espacio de los partidos políticos por anacrónicos y ofensivos.

OMAR RINCÓN

Crítico de televisión

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Antea Morbioli

Hola soy Antea Morbioli Periodista con 2 años de experiencia en diferentes medios. Ha cubierto noticias de entretenimiento, películas, programas de televisión, celebridades, deportes, así como todo tipo de eventos culturales para MarcaHora.xyz desde 2023.

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