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Jordi Torrent: “El cine en blanco y negro es mucho más íntimo, poético, acogedor”


Irene Dalmases

Barcelona, 1 abr (EFE).- Establecido en Estados Unidos desde mediados de los años 80, el director y productor de cine catalán Jordi Torrent presenta estos días su tercer largometraje, ‘Third week’, un drama social sobre las segundas oportunidades, rodado en blanco y negro porque estima que el resultado es “mucho más íntimo, poético y acogedor”.

Película en inglés que llegará a las salas españolas el próximo 28 de junio, Torrent, de visita en Barcelona, donde estudió Filosofía antes de trasladarse a París y, posteriormente, a Nueva York, descubre que esta vez ha apostado por el blanco y negro, grabando directamente con una cámara especial.

“El blanco y negro es mucho más íntimo, poético, lírico, acogedor. Hace que como espectador te conectes más con los personajes y quizá distrae menos. Me gustan mucho las películas en color, creo que en color todo es precioso, pero el blanco y negro ayuda para la intimidad que ofrece mi película”, argumenta en una entrevista con EFE.

En ‘Third week’, que se ha proyectado en el Americana Film Fest, el espectador seguirá la peripecia de Alvin, un hombre joven en libertad provisional, después de dos años en prisión, quien empieza a trabajar en una fábrica metalúrgica de Staten Island, tras darle una oportunidad su propietario Gus, un momento en el que su madre, a la que lleva muchos años sin ver, aprovecha para pedirle dinero para una fianza.

Jordi Torrent aborda cuestiones como la redención o la búsqueda de las segundas oportunidades, ofreciendo el retrato de unos personajes y un barrio que no pasan por su mejor momento, pero lanzando un mensaje de esperanza al final de la cinta.

A su juicio, cada día se dan tantos mensajes “oscuros, de violencia y confrontación” que son necesarios otros como contrapeso, aunque el cineasta no rehuye que en la vida haya muchos momentos complicados y de desazón.

“Es verdad que lo malo existe, pero la vida tiene otras cosas y casi nunca hablamos de ellas y necesitamos tener mensajes que nos den fuerza, esperanza, que nos hagan ir hacia adelante. De lo contrario, todo es muy deprimente. Aunque, en realidad, igual los poderes quieren que estemos deprimidos”, apostilla.

El cineasta acompaña el día a día de los personajes del taller metalúrgico, todos ellos con sus filias y sus fobias, sin obviar un trasfondo internacional de grandes tensiones políticas y militares.

“Es como si la película la hubiéramos rodado dentro de dos años, porque, por el momento, no hemos llegado al grado de conflicto que aparece en el filme”, vaticina Torrent.

La historia, por otra parte, se envuelve del aire decadente de Staten Island, una zona de Nueva York que no suele aparecer en las películas, dominadas por los perfiles que se ofrecen desde Brooklyn de Manhattan.

Jordi Torrent cree que, en este sentido, ha armado una película “muy clásica”, aunque el paisaje predominante es el de un barrio en el que ningún espectador piensa cuando empieza una película sobre Nueva York.

Un ángulo distinto de Nueva York

Mostrar otro ángulo de la metrópolis fue buscado, con el añadido, de que el cineasta conocía la zona, gracias a que su suegro era propietario de un taller como el que aparece en la película, en una época en la que la zona contaba con muchos, a diferencia de lo que ocurre en la actualidad, en un “mundo postindustrial que ha dejado un barrio seco y abandonado”.

Otra cosa que llama la atención es que en el filme apenas aparecen teléfonos móviles, en un momento en el que son predominantes.

Sin embargo, arguye Torrent, Alvin no quiere tener uno porque considera que con un móvil en el bolsillo podría ser escuchado por la policía y lo que busca, tras un tiempo en la cárcel, es ser lo más invisible posible.

Tanto Aaron Poon (Alvin) como Richard Vetere (Gus), que le han acompañado en esta visita a Barcelona, en declaraciones a EFE han valorado que Torrent sea un director que da “libertad” a sus actores a la hora de ponerse en la piel de sus personajes, aunque “tiene claro qué quiere de cada uno de ellos”, han coincidido ambos.

Feliz de haber podido estar en el pasado festival de cine independiente norteamericano de Barcelona, Torrent explica que tiene en marcha otro proyecto “más ambicioso y más complicado” que esta película, de “época”, y además, ya ha empezado un documental sobre cómics de los años setenta y ochenta.

Nacido en Sant Hilari Sacalm (Girona) en 1955, en su trayectoria Jordi Torrent ha fundado la compañía Duende Pictures, con sede en Nueva York, y ha participado, como productor, en numerosos largometrajes, documentales y programas de televisión como ‘The Golden Boat’, ‘The Keeper’ o ‘Mi vida sin mí’, de Isabel Coixet. EFE

id/hm/mcm

(foto)





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Antea Morbioli

Hola soy Antea Morbioli Periodista con 2 años de experiencia en diferentes medios. Ha cubierto noticias de entretenimiento, películas, programas de televisión, celebridades, deportes, así como todo tipo de eventos culturales para MarcaHora.xyz desde 2023.

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