El viernes 19 de mayo de 2023, un día después de que Rafa Nadal anunciase oficialmente que no disputaría Roland Garros por primera vez desde 2004, el diario L’Equipe tituló en su portada “Una tierra sin su rey”. Casi un año más tarde, y tras la baja del español del Masters 1.000 de Montecarlo de la próxima semana, estas palabras siguen vigentes. El máximo dominador de una superficie en la historia del tenis suma 670 días sin disputar un partido oficial sobre tierra batida: la última vez que lo hizo fue el 5 de junio de 2022, cuando batió a Casper Ruud en la final de Roland Garros para morder su 14ª Copa de los Mosqueteros.
Desde entonces, Nadal ha jugado 21 partidos, aunque ninguno sobre su superficie fetiche. La mayoría de ellos fueron en la segunda mitad de 2022, pues al año siguiente únicamente disputó cuatro encuentros, y en el presente curso suma tres más. Al balear no se le ve competir oficialmente desde el 5 de enero de este año, hace exactamente tres meses, cuando sufrió un microdesgarro muscular en la zona de la cadera izquierda durante los cuartos de final de Brisbane frente a Jordan Thompson. A pesar de no ser un problema físico de notoria gravedad, Rafa por el momento no es capaz de regresar a las pistas, en parte también por unos problemas de espalda que le dificultan a la hora de sacar. Sí que jugó el 4 de marzo un partido de exhibición ante Carlos Alcaraz en Las Vegas, aunque el ritmo del encuentro no era ni mucho menos el de un duelo oficial.
La ausencia del de Manacor en Montecarlo, donde ha triunfado en 11 ocasiones, supone un contratiempo en sus planes para la gira de tierra batida. Rafa llevaba ya un par de semanas entrenando sobre arcilla después de renunciar al Masters 1.000 de Indian Wells, y el Principado de Mónaco estaba señalado como torneo de regreso. “Simplemente el cuerpo no me deja”, afirmó Nadal al anunciar su renuncia al evento que comienza este fin de semana. Sus planes ahora pasan por continuar entrenándose para apurar sus opciones de llegar al Conde de Godó de Barcelona (15 al 21 de abril) y al Mutua Madrid Open (24 abril al 5 de mayo), torneos en casa y en los que Rafa aparece en la lista de inscritos. Competir en cualquiera de ellos pondría fin a 670 días, y sumando, en los que la tierra batida está huérfana.
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