Robinson Díaz atacó con dureza a los participantes de ‘La casa de los famosos Colombia’: los tildó de vagos

Reconocido por su versatilidad y amplia trayectoria en televisión, cine y teatro, Robinson Díaz es uno de los actores más venerados de Colombia. La variedad de sus personajes que le han llevado de la comedia con el mago Kandú en Pecados Capitales, el drama con Rigoberto Padre en Rigo, el rol de villano dando vida a Tomás Manrique en La saga, negocio de familia y un equilibrio entre todas esas facetas interpretando a Óscar Leal en Vecinos y al Capi en El cartel de los sapos, lo ha mantenido vigente por más de tres décadas en el medio.

Justamente su papel en Rigo marcó su regreso a la televisión colombiana luego de ocho años en los que estuvo principalmente centrado en el teatro, conmoviendo al país con la escena de su asesinato. Sin embargo, en las últimas horas adquirió más notoriedad por sus comentarios contra la otra producción del Canal RCN que aspiraba desde inicios de año ser la que les diera el liderato en el rating: La casa de los famosos Colombia.

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En entrevista con la emisora La Mega para su programa web Silva a Medias, el nacido en el municipio de Envigado no se guardó nada contra el reality show. Todo inició cuando, siguiendo el formato del programa web en el que las entrevistas se hacen sin zapatos, tanto el actor como la periodista Andrea Silva se percataron de que llevaban medias idénticas tanto en color como en las figuras que tenían estampadas. En ese momento, Robinson quiso hacer un chiste por la coincidencia y señaló en broma que “se están robando mi show”, a lo que añadió “¿Esto es ‘La casa de los famosos’ o qué?”.

Lo anterior dio pie para que la entrevista iniciara hablando del programa del Canal RCN. La comunicadora incitó a Robinson recurriendo a la creencia popular de que “allá están todos los guisos”, a lo que el entrevistado respondió “sus medias huelen a eso, están oliendo a los famosos”.

En ese momento, Silva le pidió su opinión sobre el formato y recordó las palabras de Karen Sevillano ante las cámaras diciendo que los residentes eran “una mano de arrancados”. Eso dio pie a un intercambio irónico en el que Robinson preguntaba a qué se dedicaban los participantes, y Silva respondía que eran actores y actrices sin trabajo. En medio, Robinson dijo “¿actores?” y sugirió que en ese punto de la conversación debían ir risas enlatadas, poniendo en duda su profesión.

Cuando le preguntaron al actor si iría a La casa de los famosos, este respondió: “No, yo tengo proyecto de vida (…) Yo no quiero menospreciar, cada uno hace de su culo un florero y cada uno hace lo que tenga que hacer por sobrevivir. Es fuerte”.

Al respecto, Díaz profundizó en su punto de vista señalando que una cosa era la búsqueda de la fama y otra conectarse con algo más profundo a la hora de encarar la actuación.

“Hay una cosa intrínseca en el oficio de ser actor, y es la vanidad. Es como ‘apláudanme, soy el centro del universo, mi personaje, mis éxitos, mis medallas, el aplauso por favor’. El narcisismo es parte de esto, porque tenemos una autoestima más chimba y chiquitica. Pero el artista que trabaja por buscar esa verdad que lo mueve a él, eso es muy escaso. Yo no me levanto todos los días para trabajar por likes. Ya tuve una época en la que hice eso”, indicó.

En la charla también tuvo cosas para decir acerca de los influenciadores. En particular, se mostró crítico con lo que calificó como “bombardeo” en redes sociales alrededor de cómo debe ser el estilo de vida idóneo de las personas por parte de estas figuras.

“Unos hablan de que usted tiene que ser de tal forma o que haga tal ejercicio y váyanse a tal parte… ¿y donde estoy yo? ¿Qué es lo que yo quiero? ¿Qué es lo que yo siento? ¿Por qué tengo que estar bajo patrones como un borrego, haciendo cosas que me están diciendo?”, expresó.

Díaz no dudó en calificarlos de “vagos” y apuntó que “lo único que hicieron fue que se pusieron a hablar mierd* por Zoom. Ahora uno los ve con una camioneta de 1.200 millones de pesos y uno dice ‘¿pero estos a qué horas?’”. Tampoco se guardó nada contra los seguidores de estos creadores de contenido, a los que calificó como “una hora de estúpidos”.