A 20 años del último partido de Marcelo Ríos en el circuito – La Tercera
La noche del jueves 8 de abril de 2004, el público que llegó a ver el partido de segunda ronda del Challenger de San Luis Potosà entre Marcelo RÃos y Mariano Delfino nunca imaginó que esa jornada quedarÃa en la historia por ser la última vez que el Chino jugarÃa un torneo profesional. Con solo 28 años, el primer iberoamericano y único chileno en ser número uno del mundo comenzaba a decirle adiós al tenis, producto de una compleja lesión en la espalda.
Ese año, el zurdo abrió su temporada la semana anterior, en el Challenger de Salinas, donde cayó en la segunda ronda ante el argentino Juan Pablo Guzmán (174º). A México llegó ocupando el puesto 872 del ranking y con la expectativa de sentirse mejor.
En la primera ronda superó por 7-5 y 6-3 al francés Florian Serra (213º), en un encuentro donde tuvo algunos problemas. âEs difÃcil, porque en el tenis tienes que estar constantemente jugando y, si paras, el retroceso es muy grande. El tenis está ahà y la parte fÃsica tengo que mejorarla mucho…â, expresó el oriundo de Vitacura después de superar la valla inicial.
A 20 años de aquel momento, el transandino Mariano Delfino recuerda con El Deportivo aquel duelo. âEs difÃcil de explicar, porque fue lindo ganarle a él, pero yo sé que no le gané a él; le gané a un familiar suyo, digamos, porque cuando el Chino RÃos, estaba en su nivel, jugaba a otro deporteâ, recuerda, desde Weiden, Alemania, donde vive con su familia.
âYo no sé bien cómo estaba su cabeza y sus lesiones en ese momento, pero como jugador era hermoso verlo jugar. Era de esos jugadores, asà como Federer, que no sabes nunca qué van a hacer. Muy atractivo, porque no tenÃa lÃmite lo que podÃa hacer. HacÃa lo que él querÃaâ, continúa Delfino, quien se impuso por 5-7, 6-3 y retiro.
âLa cancha estaba llena. Toda la ciudad querÃa verlo jugar. Yo me acuerdo de que arranqué con unos nervios terribles, perdiendo 4-1, y después de a poco fui entrando en el partido. Yo tenÃa la sensación de que si ganaba el segundo set, no iba a jugar más, porque lo veÃa que no estaba bien. Estaba con dolor, no sé cuánto, pero no se le veÃa bienâ, detalla el extenista, cuyo mejor ranking fue 154º en 2003.
Carlos Cardemil acompañó a RÃos a ese viaje a San Luis PotosÃ. El PF trabajó con el zurdo en sus últimos años en el circuito. âMi primer recuerdo es haber estado con uno de los tenistas más talentosos de la historia. Entonces, para mà era muy entretenido verlo entrenar y verlo jugar en partidos que nadie vio porque no los transmitieron. Tanto en los entrenamientos como en la cancha, él hacÃa cosas de muy alto nivelâ, plantea.
En cuanto a las dificultades vividas, el preparador fÃsico afirma: âLo negativo fueron las lesiones. Eso llevó a Marcelo a retirarse antes. Una decisión difÃcil. Un momento no sé si de tristeza, pero sà de melancolÃa. Era decir âchuta, esto ya no da para mucho másâ. Aparte Marcelo también no se encontraba cómodo muchas veces, porque un dÃa, por ejemplo, se sentÃa muy bien y podÃa ganarle a cualquiera, y al otro se levantaba y tenÃa la columna tomada. Entonces, ya no podÃa desenvolver su mejor tenis. Y cuesta dejar algo que has hecho toda tu vidaâ.
Una nueva cirugÃa tampoco era una opción. âYa se habÃa operado dos veces. Entonces, uno se opera porque ya la máquina no está bien. Es como quitarte un poco el dolor del momento, pero después la misma sobrecarga puede generar otra lesión porque la estructura ya está dañada. Si tú ves, por ejemplo, casi toda la gente en el tenis que se ha operado, sobre todo de las caderas o la columna, nunca volvió. A esos niveles, la cirugÃa es una solución para la salud, pero no para el alto rendimientoâ, grafica.
El 16 de julio de 2004, Marcelo RÃos anunció su retiro del tenis. Una gira de exhibiciones por el paÃs puso fin a una carrera de ensueño. La última parada fue en San Carlos de Apoquindo, con una victoria por 6-4 y 7-5 ante el argentino Guillermo Coria.
âYo me enteré por ustedes, porque me empezaron a contactar. Pensé que era una broma que me estaba haciendo mi amigo Adrián GarcÃa, también tenista chileno, pero no. Los periodistas tuvieron que llamar a mi entrenador para que yo les contestara, porque no creÃa que me estuvieran llamando a mà para hablar del Chino RÃos. Para mà esos jugadores hicieron otro deporte distinto al que hice yoâ, confiesa Delfino.
Su carrera tampoco durarÃa mucho más. âAl año siguiente me retiré. Porque, bueno, en esa época estando 200 del mundo no se ganaba ni un peso. Asà que también, con 27 años, dejé el ATP y los últimos tres años de mi carrera me dediqué a jugar interclubesâ, explica el jugador que, sin querer, formó parte de la biografÃa del máximo Ãdolo del tenis chileno.