Madre latina condenada por la muerte de su hija achaca a su salud mental abandonarla para irse de vacaciones

Kristel Candelario, una ecuatoriana de 32 años, quien fue sentenciada a cadena perpetua esta semana por la muerte de su hija de 16 meses, Jailyn Candelario, tras dejara “sola y desatendida” para irse de vacaciones, achacó a sus problemas mentales la decisión de abandonar a su hija.

Candelario habló con Noticias Telemundo este miércoles desde la prisión en el condado Cuyahoga, en Cleveland, Ohio, donde se encuentra cumpliendo su sentencia.

La oficina de abogados que representa a la mujer declaró que el objetivo es que la corte tome en cuenta su estado mental en una futura apelación de su caso.

A la pregunta de cómo es posible que una madre abandone a una bebé de 16 meses en una casa, sin atención, durante 10 días para irse de vacaciones, Candelario respondió que “en realidad es una respuesta un poco [..] difícil para hacerle entender al resto del mundo y a las personas en especial que se cuestionan [el hecho] y me señalan como que haya cometido un acto diabólico, como se mencionó en corte”.

Amplió que “yo di mi testimonio […], asumí la culpa de mis actos […]. Estaba pasando un estrés emocional”, y explicó que había tenido problemas sentimentales con el papá de la niña.

Sin embargo, Candelario insistió en que “siempre mis hijas han sido todo, mi mundo entero para mí” y aseguró que la pequeña fallecida “siempre está en mi corazón y está conmigo adonde yo vaya”.

Al ser cuestionada sobre los motivos del viaje a Detroit y Puerto Rico en el que abandonó a su hija, Candelario explicó que “fue una decisión que se dio en realidad muchos meses antes”, cuando salía de una hospitalización de dos meses por problemas de salud mental.

“Estuve en enero y febrero del 2023 en el hospital porque tenía problemas emocionales y mentales. [En] una de esas dos ocasiones, quise atentar contra mi propia vida. Por ese motivo estuve en el hospital sin poder caminar por exactamente casi dos semanas y en el mes de marzo […] digo mi [ahora] exnovio y yo queríamos darnos unas vacaciones”.

Durante la entrevista, Candelario eximió de culpa a su expareja y afirmó que le dijo que para el viaje iba a dejar a la niña con su madre.

También negó que hubiera adquirido los boletos para viajar con la decisión tomada de dejar atrás a su hija sin atención, sino que más bien el hecho ocurrió como resultado de su estado mental.

“En realidad partí para el viaje como resultado de un impulso que tuve, que cogí, agarré mis cuatro cosas y salí de la casa corriendo como cuando alguien lo persiguen […] No es que en ese momento pensé que ‘ah, me iba a Puerto Rico […] iba a estar súper cómoda’. No. Nunca pensé eso, simplemente quería salir corriendo de una vida de estrés, depresión y ansiedad […] No quería seguir viviendo, porque había tenido muchos problemas en mi vida”.

Relató que durante el viaje, pensó en su hija y en el hecho de que estaba sola: “Las personas que me acompañaron [en el viaje] pudieron ver que yo estaba muy distraída. Estaba muy enojada. Me decían” ‘Kristel, ¿qué te pasa? Esta no eres tú. Yo nunca mencioné nada [sobre la niña]”.

En la entrevista con Noticias Telemundo, Candelario aseguró que su novio le preguntó un día durante el viaje sobre Jailyn. “Cuando él me mencionó [a la niña], fue como cuando te recuerdan a alguien que no está en ese momento con uno”, pero relató que se limitó a responder: “Ella está bien”.

Confesó que por breves segundos pensó en llamar a algún familiar o vecino para que chequearan el bienestar de su hija, pero “no lo hice. No, nunca lo hice. Y fue mi error”.

Candelario explicó que sus padres nunca supieron que se había marchado de viaje y abandonado a la pequeña a su suerte.

“Ellos nunca supieron que yo me había ido a Puerto Rico. Ellos pensaban que yo estaba en casa o que yo estaba con Jaylin, tal vez en otro lado, en otra ciudad”.

Sus padres habían viajado con su otra hija de 7 años: “Lo único que les dije [fue] ‘Vayan tranquilos que yo me voy a quedar aquí con Jaylin. Yo creo que no voy a hacer nada importante en estas vacaciones. No me siento de ánimos’. Eso fue todo lo que les dije”, aseguró.

A su regreso, al encontrar a la niña inconsciente, Candelario llamó a la policía.

Entonces, dijo, “fue cuando el mundo se me vino abajo. No porque tal vez estaba pensando en ir a una cárcel. Eso es lo de menos, porque uno es adulto y uno puede asumir sus errores. [Tuve] desesperación. Sentía que [la niña] se podía salvar, que las cosas no tenían que haber pasado de esa manera porque mi hija estaba muy bien, yo la cuidé siempre”.

Las autoridades hallaron a Jailyn en el corral, en medio de heces fecales y orina, y “extremadamente deshidratada”, informó la Oficina del Sheriff, que halló a la bebé “envuelta en mantas sucias” y sólo se pudo declarar su muerte. La menor había perdido un tercio de su peso durante la ausencia de su madre.

Al dictarle sentencia, el juez resumió la tragedia y el proceder de Candelario como madre con una frase: “Usted cometió el mayor acto de traición, al dejar a su bebé aterrorizada y sola”.

El periodista Osmín Martínez colaboró en la edición de esta pieza.