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Francisco Lopera y el alzhéimer en jóvenes: “Lo último que olvida un cerebro enfermo es la sonrisa” – Newtral


El doctor Francisco Lopera Restrepo (Aragón, Colombia, 1951) lleva 40 años siguiendo el rastro de los genes que producen alzhéimer temprano. Una misteriosa demencia que descubrió en jóvenes en un pueblo de Antioquia. Un día tuvo una pesadilla reveladora: “Soñé que yo tenía alzhéimer y que me habían recluido en una institución. Pero curiosamente, durante el sueño yo veía pasar a todos mis hermanos. Los llamaba por su nombre, les hacía señas. Pero ellos no me reconocían, no se acordaban de mí”.

Ese cruel juego de espejos describe el mal del cerebro. El paciente termina por no reconocer a sus seres queridos. Pero sus seres queridos tampoco reconocen a quien fue un día esa persona hoy privada de recuerdos. Una realidad con cifras rampantes en los países que más han conseguido estirar su esperanza de vida. “El principal factor de riesgo del alzhéimer ocasional es la edad avanzada”, recuerda el doctor desde su despacho en el Grupo de Neurociencias de Antioquia. Pero, ¿qué pasa cuando el alzhéimer llega a los 40 o los 50? Lopera descubrió en 1986 que en un pueblo de su región, la mitad de las familias jóvenes desarrollaba demencia temprana. Una maldición sin nombre que él pudo nombrar: alzhéimer temprano determinado por un gen, el gen paisa.

Toda persona que lo porta termina desarrollando un alzhéimer temprano “muy agresivo” unos 30 años antes de lo esperable. Sin embargo, en 2019 apareció en su consulta Aliria, una mujer de 70 años, familiar de afectados. Ella tenía todas las papeletas para desarrollar alzhéimer temprano y, de hecho, era portadora el del gen. “Nos desconcertó. ¡Tenía 70 y sin síntomas!”, El doctor Lopera y a su compañera Yakeel Quiroz (Hospital General de Massachusetts, EE.UU.) estaban “ante el problema y la cura en una sola persona”, pues descubrieron otro gen que, de algún modo, anulaba el efecto del paisa.

No todo el alzhéimer es genético (son los menos), pero se considera que hay tres formas de alzhéimer determinado por genes y una cuarta recientemente planteada por un equipo de Barcelona. Esta es la historia de cómo un pueblo, en las montañas de Antioquia, creyó durante siglos tener una maldición; cuando, en realidad, también estaban ante uno de los posibles abordajes para que un día podamos decir que el mal de alzhéimer Tampoco es el fin del mundo. Contamos la historia de este Macondo sin etiquetas pero lleno de realismo mágico en este capítulo.


Escucha la entrevista completa, la historia del gen paisa o la de Villa Demencia, el ‘barrio’ donde sólo viven personas con alzhéimer en este capítulo de Tampoco es el fin del mundoun pódcast donde también Lídia Vaqué, experta en retrasar los síntomas de la demencia, explica cómo hay unos genes que determinan que sí o sí desarrollará alzhéimer quien los lleva, si vive lo suficiente. Narrado, guionizado y sonorizado por Mario Viciosa con la producción de Xulio Rodríguez. Suscríbete en tu plataforma favorita.

  • PREGUNTA: ¿Aún le persigue esa pesadilla en que usted tiene alzhéimer? ¿Acaso no es justo eso el alzhéimer en que, en una etapa avanzada, ni paciente ni familiar se reconozcan el uno al otro?
  • RESPUESTA: Sí, es muy curioso. Realmente los que tenían alzhéimer eran ellos. Yo estaba reconociendo toda mi familia, pero no me reconocían. Fue angustioso.
  • P: ¿Cuál fue su primer pensamiento al conocer a ese primer joven con alzhéimer temprano? ¿Se había visto algo así antes?
  • R: Lo encontré cuando era residente de primer año de Neurología. Lo trajeron al Hospital San Vicente de Paúl, en Medellín. Le hice toda la historia, todas entrevistas y concluí que tenía alzhéimer precoz. Pero lo que más me llamó la atención es que tenía una historia familiar de personas afectadas de lo mismo. Su padre, su abuelo y otros hermanos. Decidí ir con una auxiliar de enfermería y una psicóloga al pueblo de Belmira para reconstruir otras historias. Hicimos una genealogía y concluimos que estábamos frente a una familia con una forma hereditaria de alzhéimer nueva, de inicio precoz. Tenía que haber un gen. A partir de ahí empezaron a descubrirse otros casos.
  • P: Antes de saberse que había un gen implicado en ese alzhéimer, ¿cómo se tomaba la población de esos lugares que fuera tan habitual ver a su vecino, a su familiar o amigo desarrollar demencia tan jóvenes?
  • R: Lo llamaban el mal de la bobera. Tenían interpretaciones muy variadas sobre la causa. Por ejemplo, creían que era un maleficio de un cura de pueblo; o que había un árbol en la región que cuando se tocaba producía esa enfermedad. Nunca se plantearon que estaban sufriendo alzhéimer, que no es algo de jóvenes, que es algo que se manifiesta más allá de los 65.
  • P: Si ese gen vino de Europa, como parece, ¿por qué no se ven casos de alzhéimer en jóvenes en Europa?
  • R: Es muy raro. Es como si los portadores del gen hubieran viajado a América pero no quedaron en Europa. Esa sería una explicación. La otra posibilidad es que no hayan sido descubiertos. Antioquia es considerado como un aislado genético. Ha sido una zona con muy poco contacto con el mundo. Se sembró la mutación acá y se transmitió y se heredó acá en 25 familias multigeneracionales. Hoy en día hay 6.000 herederos y 1.200 portadores vivos.
  • P: Y una vez se sabe que hay un gen implicado, saberse portador de de ese gen mutado, ¿cómo se vive en un pueblo en que la mitad de las familias lo llevan?
  • R: Al principio no se les podía informar, no había suficientes chequeos. Ellos participaban de las investigaciones sin importarles mucho su estatus genético. Sabían que estaban contribuyendo para encontrar una solución para sí mismos si eran portadores. Si no lo eran, estaban contribuyendo para encontrar una solución para sus seres queridos.
  • P: Pero tenía que ser duro saber que si vives lo suficiente, sí o sí (casi 100% de probabilidad) ibas a desarrollar alzhéimer temprano, ¿no?

  • R: Es cierto, hay al menos tres genes de causalidad del alzhéimer genético (en el alzhéimer esporádico, menos agresivo, no se sabe dónde radica la causa concreta). En el genético, la única eventualidad para que yo no sufra la enfermedad es que, además del gen de causalidad, tenga otro gen protector y eso ha ocurrido, pero solo ahorita se ha visto, al final de 40 años de investigación.
  • P: El caso de Aliria, ¿no?

  • R: Tenía otro gen mutado, el APOE3 Christchurch, que la protegía de la enfermedad de alzhéimer. Aliria nos enseñó que la enfermedad y la cura habitan en la naturaleza. Por lo tanto, no habría que descubrir la cura de la enfermedad de Alzheimer porque ya la descubrió. Lo que habría que hacer es imitar la naturaleza. 
  • P: Intuyo que esto es lo difícil. ¿Cómo se puede sintetizar una terapia de esas características?
  • R:  Es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Pero hay dos vías: una, inocular el gen protector, por ejemplo con un vector viral (como en vacunas anticovid como las de Astrazéneca o Janssen). Otra, desarrollando una molécula que imite mecanismos del gen protector. Pensemos lo que supondría para el alzhéimer no temprano. Retrasar 30 años más la aparición de la enfermedad es retrasarla hasta los 95 o más, por ejemplo. En la práctica, esa es la cura de la enfermedad.
  • P: Tras cuatro décadas investigando el alzhéimer juvenil, ¿sigue aprendiendo de sus pacientes y familias?
  • R: Esta enfermedad me ha enseñado muchísimo más de lo que esperaba; y también me ha enseñado que esta era la gente que más me necesitaba, porque era la que nadie quería atender. Los médicos no quieren a veces a pacientes a los que no puede ofrecer nada. Es lógico frustrarse. Pero he aprendido que hay mucho para ofrecer, aunque no haya la cura. Ellos no están pidiendo la cura. Ellos quieren que los acompañe, que uno los guíe y lo agradecen muchísimo.
  • P: ¿Qué es lo que no olvida nunca un cerebro enfermo?
  • R: Más que lo que no olvida, lo último que olvida es la sonrisa. Los pacientes [en fase terminal] pueden estar inmóviles, no hablar, no saber dónde están… pero siempre pueden sonreír a un ser querido.
Javier Burgos y la pandemia de azhéimer | UJI, Nw



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Marc Valldeperez

Soy el administrador de marcahora.xyz y también un redactor deportivo. Apasionado por el deporte y su historia. Fanático de todas las disciplinas, especialmente el fútbol, el boxeo y las MMA. Encargado de escribir previas de muchos deportes, como boxeo, fútbol, NBA, deportes de motor y otros.

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