KOMA presenta a conciencia su último disco en un notable concierto en Madrid – Hellpress
Crónica del concierto de KOMA en la sala La Riviera de Madrid (25 de mayo de 2024)
Mucho tiempo ha tenido que pasar para volver a tener a los navarros KOMA sobre un escenario presentando canciones nuevas. Once años y siete meses, para ser exactos, nos separan de su última visita a la capital presentando nuevo disco y, su regreso, siempre es una buena noticia para sus seguidores. Tras su parón de seis años, el anuncio de su retorno fue recibido con júbilo y sus actuaciones de reunión por nuestra geografÃa gozaron de una gran asistencia. De hecho, en Madrid llenaron dos dÃas seguidos la sala Mon, que es bastante más grande que la difunta Heineken donde habÃan actuado por última vez en 2012, por lo que parece que esa ausencia de más de un lustro les ayudó a mejorar su estatus o, al menos, el interés de la audiencia en verlos. Llegaba el momento de defender sobre las tablas âUna Ligera MejorÃa Antes De La Muerteâ y comprobar si el público madrileño recibÃa igual de bien que otros lugares sus nuevos temas, tal y como nos comentó Rafa RedÃn en la entrevista que le realizamos pocos dÃas antes de la actuación.
DÃa soleado y caluroso, que siempre se agradece para hacer un âprevioâ, y muy buen ambiente ya desde primera hora por los aledaños de la sala antes de que se abrieran las puertas. Es verdad que no se colgó el cartel de no hay entradas pero el aspecto de la sala fue muy bueno para que hubiera el ambiente que el grupo se merece. Llenar La Riviera no es nada fácil con todos los conciertos que tenemos en Madrid (varios eventos habÃa ese dÃa en Madrid destacando el de Robe, fundamentalmente) y KOMA estuvo cerca de hacerlo, que no está nada mal.
Sin teloneros para caldear el ambiente, que se fue calentando solo progresivamente mientras los más rezagados iban accediendo, con cinco minutillos de retraso se apagaron las luces y la sintonÃa de “Barrio Sésamo” sirvió de intro hasta que aparecieron Juankar, Rafa, Natxo y Brigi. El concierto, sin sorpresas, se inició con los tres primeros cortes del disco que presentaban, es decir, âDinamÃtalosâ, que me parece una buena carta de presentación y de arrancar, âEl Viajeâ y âLa Máquina Del Tiempoâ. Efectivamente, también en Madrid estas primeras nuevas composiciones fueron recibidas con entusiasmo y fueron coreadas, sobre todo los estribillos, todo sea dicho, por un público entregado desde estos compases iniciales dispuestos a pasarlo en grande con los navarros. Y asà que lo hicimos todos aunque, según avanzó el concierto, hubo algunos altibajos según el tema que iban interpretando.
Sabiendo que tocarÃan prácticamente entero el último disco, como anunciaron por activa y por pasiva, para disfrutar plenamente del concierto habÃa que habérselo trillado bastante y tuve la impresión de que el grueso de la audiencia no vino con los deberes hechos. Lógicamente nadie te obliga a escucharlo pero se notó demasiado que, quitando a la gente de las primeras filas, el resto de la audiencia desconectaba bastante con la mayor parte de los temas nuevos, sencillos aparte. A tÃtulo personal, me parece perfecto que apuesten por él rotundamente, por la ilusión que les hace tocar nuevas canciones y por coherencia ya que son una banda que no quiere vivir de las rentas, aunque esto significara dejar fuera algunos clásicos que en su última visita sà sonaron y que, tal vez, algún despistado esperaba.
No obstante, no se olvidaron de esos temas icónicos de su carrera intentando ofrecer un concierto compensado entre lo rabiosamente actual y lo añejo, como indicó Brigi Duque en una de las escasas intervenciones que hizo. âTÃo Samâ y âVaya Carrera Que Llevas chavalâ, con Rafa y Brigi alternándose estrofas (y en la segunda también con la intervención de Natxo), fueron los primeros cortes en caer de su pasado y pusieron la sala patas arriba, como no podÃa ser de otra manera. Son favoritas del público y tocarlas es apostar a caballo ganador.
No hizo falta ni llegar al ecuador de la actuación para darse cuenta que, instrumentalmente, los pamplonicas venÃan muy rodados y ninguno falló una nota. Juankar no paró de demostrar lo buen baterista que es y todos los matices que aporta a las canciones mientras Rafa y Natxo se buscaron, en no pocos momentos, mientras se les veÃa disfrutar con cada acorde y hacer los coros y partes vocales correspondientes. Por su parte Brigi volvió a dejar claro que es el pilar sobre el que se sostiene KOMA. Comandó la nave de manera impecable (como siempre que le he visto por otra parte) moviéndose por el escenario con sus muecas marca de la casa, acercándose a sus compañeros y al público, sobrado de carisma y dejándose el alma en cada estrofa. Eso sÃ, siendo su personal timbre de voz totalmente reconocible pese a que ahora cante más melódico mentirÃa si dijera que, aunque en lÃneas generales no se notó demasiado en muchas de las canciones antiguas, interpretarlas todas en ese nuevo registro hizo que algunas de ellas sà que sonaran ârarasâ, dirÃa que hasta con menos fuerza según el caso. No soy quién, lógicamente, para decirle cómo debe cantar pero me sorprendió que no lo hiciera tal y cómo fueron grabadas originalmente.
Evidentemente quedaba mucha noche por delante, pero las primeras sensaciones de lo que estábamos viviendo eran bastante satisfactorias. Buen sonido, público entregado en su mayorÃa y una banda a la que se la veÃa feliz por estar otra vez en la palestra, más viva que nunca. AsÃ, KOMA continuó alternando más canciones de âUna Ligera MejorÃa Antes De La Muerteâ como la tan trallera como fugaz âFalsoâ, âEl Dueloâ, âLos Desheredaosâ, otra de las de nuevo cuño que mejor respuesta obtuvo por parte de la audiencia (cómo nos gustan los temas fiesteros y los bares en este paÃs), o âEl Exterminadorâ, que sà bajó mucho la intensidad con otras de su amplia discografÃa.
En este segundo apartado tendrÃamos himnos del tipo, âSé Dónde Vivesâ, esta vez sin txalapartas, âCaerâ, âEl Pobreâ, âImagÃnatelos Cagandoâ, que siempre me pareció una genialidad absoluta y que fue de las más celebradas de la noche junto la divertida y jevilonga âLa Almohada Cervicalâ, cantada a grito pelado por el público a petición de Brigi en bastantes momentos de la misma, o âEl Marqués De Txorrapeladaâ, que abrÃa âEl Infartoâ y que nunca puede faltar aunque me fastidiara bastante que se comieran la última estrofa para enlazarla con âEl Sonajeroâ.
Como siempre han hecho lo que les ha apetecido en todo momento, no podÃan faltar en este concierto (aunque no sean del agrado de todo el mundo) temas más eclécticos o, digamos, menos metaleros por mucho que el barniz final sà que lo tenga. En este apartado podrÃan entrar âMe VacÃoâ, con ese deje reggae que tiene, âEl Muro De BerlÃnâ, iniciada por Natxo tras petición de Brigi para que âse cantara algoâ y su regusto a tango, o la pachanguera âEl Sonajeroâ, que puso a la sala a bailar y deberÃa ser fija en las charangas de cualquier fiesta popular que se precie, ya en la parte final del concierto regular y que sirvió para despedirles momentáneamente. Yo tampoco tengo a alguno de ellos entre mis favoritos, para qué mentir, pero me parece un ejercicio de coherencia absoluta digna de mención que sigan fijos en sus repertorios contra viento y marea.
Tan sólo unos minutos después, previo interludio instrumental de Natxo iniciado desde el backstage, les tenÃamos de nuevo en escena para acometer una de las mejores canciones compuesta para âUna Ligera MejorÃa Antes De La Muerteâ para el que suscribe. Me refiero a âPalabras Mágicasâ y que pensé que, tal vez, la harÃan en formato acústico como hicieron en la gira de reunión con âDeprimido Singularâ y âBuitresâ pero no, sonó tal y como fue grabada con los cuatro en escena para mi alegrÃa. Hubiera sido un bonito momento si no hubiera sido por, y viene el comentario de viejo cascarrabias, el murmullo generalizado que habÃa en la sala en general, y a mi alrededor, en particular. No estamos en la ópera, lo sé, pero si no conoces la canción o no te interesa lo más mÃnimo ten algo de respeto, al menos, y cállate para que, a los que nos gusta, la podamos disfrutar mÃnimamente porque esta situación la deslució en gran medida. A la citada balada le siguió âSaltos Mortalesâ, la última referencia que tocaron del nuevo disco, y me apuesto lo que sea a que no se mantendrá en el futuro porque la reacción fue, posiblemente, la más frÃa de la velada.
La temperatura volvió a subir unos cuantos grados con âSakeoâ, alargada por Brigi haciéndonos corear el estribillo un par de veces, que dejó la imagen de Rafa cantando en el micrófono central la primera estrofa y a Brigi moviéndose por todos los micrófonos según avanzaba la canción, para dar paso a uno de los temas más cachondos de su discografÃa como es âAquà huele como que han fumaoâ cantada hasta por el apuntador. Ahora se volvÃa a respirar de nuevo esa comunión entre público y banda la cual continuó con âBienvenidos a Degüeltoâ (que en algún momento el vocalista cambio por âBienvenidos a Madridâ) con Brigi, otra vez, pidiendo a Natxo que se arrancara a cantar y desatando algún que otro pogo.
Con ella volvieron a retirarse hasta que el tÃpico âoooeee, oeeeâ retumbó en la sala y salieron en tromba al grito de â¿qué se merece mi jefe?â provocando el delirio generalizado pese a que Brigi la cantó absolutamente distinta a la original haciéndome fruncir el ceño porque se perdió completamente su sello distintivo. Mira que me flipa âMi Jefeâ y por eso me âdueleâ tanto decir esto pero, siendo honesto, no me gustó nada cómo le quedó vocalmente. De cualquier forma, a la gente no pareció importarle nada este pequeño detalle asà que, aquà paz, y después gloria.
Ahora sà se despidieron finalmente, agradeciendo nuestra asistencia y emplazándonos para la próxima. Esperemos que sea el año que viene, ya sin nada que presentar y con variaciones en el repertorio, rescatando viejos temas que hace mucho que no tocan. Fueron casi dos horas (una hora y cincuenta minutos) prácticamente sin parar donde los navarros demostraron un gran nivel dejando claro que han vuelto para quedarse y que, con sus veinticuatro canciones, estuvieron muy por encima de la media a la que, por desgracia, muchos grupos quieren acostumbrarnos. ¡Aupa KOMA!