Después de una carrera larga y polémica, el cubano Ángel Hernández, uno de los árbitros más controvertidos del beisbol de las Grandes Ligas, ha colgado su máscara, confirmó una fuente a ESPN. Conocido por sus decisiones que a menudo provocaron la ira y la frustración tanto de aficionados como de jugadores, Hernández ha arbitrado su último juego en la MLB. La noticia fue reportada primero por Bob Nightengale en Twitter.
Hernández, quien comenzó su carrera profesional de árbitro a la edad de 20 años en la Liga Estatal de Florida, fue ascendido a árbitro de tiempo completo de la MLB en 1993. A lo largo de los años, se ha ganado una reputación por sus llamadas cuestionables y errores notorios, lo que le ha valido críticas tanto de los medios como dentro de los equipos.
En 2017, Hernández presentó una demanda por discriminación racial contra la MLB, alegando que había sido pasado por alto para posiciones de jefe de equipo y asignaciones de la Serie Mundial debido a su raza. La demanda fue desestimada en 2021, y la decisión fue confirmada por el Tribunal de Apelaciones del 2do Circuito el año pasado.
A pesar de las controversias, Hernández ha sido una figura constante en el beisbol, trabajando en juegos importantes, incluidos el Juego de Estrellas y la Serie Mundial. Su estilo único y su presencia en el campo serán recordados tanto por sus detractores como por aquellos que apreciaron su carácter colorido y su pasión por el juego.
La retirada de Hernández marca el fin de una era en la MLB. Mientras algunos celebran el final de su carrera, otros reflexionan sobre el impacto que tuvo en el juego. Lo que es indiscutible es que Ángel Hernández dejó su huella en el beisbol, para bien o para mal.
Con su partida, la MLB cierra un capítulo controversial y mira hacia el futuro del arbitraje en las Grandes Ligas. Los aficionados y analistas seguirán debatiendo su legado, pero una cosa es segura: el nombre de Ángel Hernández permanecerá en las conversaciones sobre el beisbol durante mucho tiempo.
