El “caramelo” que tiene en sus manos Netflix con el Nadal-Alcaraz de Las Vegas: “Son los reyes del drama” – Relevo

Presente en casi 200 países y con cerca de 250 millones de suscriptores, Netflix es la plataforma audiovisual más popular a nivel mundial. Sin embargo, su estrategia con el deporte es radicalmente diferente a la de Amazon Prime, uno de sus grandes rivales, algo que queda cristalino con la la exhibición entre Rafael Nadal y Carlos Alcaraz en Las Vegas de este fin de semana.

Mientras Amazon se ha embarcado en la aventura de los derechos de televisión de grandes competiciones -empezó con 2017 con la NFL y actualmente tiene desde la Champions League hasta la Premier League o Roland Garros-, Netflix no quiere meterse en esa puja. “Estamos en el negocio de los deportes, pero estamos en la parte en la que aportamos más valor, que es la del drama del deporte”, decía a finales de 2023 Ted Sarandos, uno de los CEO de la compañía estadounidense.

Y el Nadal-Alcaraz de este domingo en el Michelob ULTRA Arena del hotel Mandalay Bay -con capacidad para 12.000 espectadores- encaja perfectamente en esa estrategia de Netflix de exprimir el drama, como ya ha hecho con series de éxito como Drive to Survive o Break Point. “Con el deporte en directo tienes un problema: que no sabes lo que compras. Un partido puede ser muy emocionante, pero también puede ser un rollo y eso afecta a la audiencia. Con este tipo de contenidos como el Nadal-Alcaraz eso no ocurre. Sabes lo que compras y tú controlas el producto“, señala Miguel Ángel Hernández, CEO de FinalScore y experto en el negocio deportivo.

“Netflix quiere drama y crea drama. Lo que se le da bien a Netflix es controlar el guion. Y al final, como el Nadal-Alcaraz es un espectáculo, un show más que un partido, pueden guionizarlo. Desde lo que ocurre en los vestuarios hasta el backstage e incluso el propio partido con peleas, bromas y puntos imposibles”, añade. “Netflix son los reyes del drama”.

Con esa visión coincide Elena Neira, experta en modelos de distribución audiovisual. “Lo que ha comprado Netflix no es deporte, yo lo encasillaría en la categoría de sportainment“, comenta. ¿Y qué es sportainment? Sencillo: deporte+entrentenimiento, una fórmula para involucrar a los aficionados antes, durante y después de propio evento. Un buen ejemplo en España sería la Kings League de Ibai Llanos y Gerard Piqué.

“Netflix ha conseguido algo brutal para ellos. Tiene a dos de los mejores deportistas del mundo en un show en Las Vegas, con los derechos para todos los países”, indica Elena Neira. “Es un caramelo para los anunciantes. Es una operación que financieramente es perfecta“.

Aunque no ha trascendido lo que ha desembolsado la plataforma, lo normal en estos casos es que hayan pagado royalties a Nadal y a Alcaraz y después otra suma por los derechos del evento, que son propiedad de MGM Resorts International. Las entradas para verlo en directo arrancaron en 88 dólares, mientras que la producción correrá a cargo de Full Day Productions, la compañía encargada de la Alfombra Roja de los Oscars, los premios ESPY de ESPN, la gala de la NFL o la Netflix Cup.

El precedente del golf y la Fórmula 1

The Netflix Slam, como se ha bautizado al partido entre Nadal y Alcaraz, no será el primer evento deportivo que retransmita en vivo la plataforma. Coincidiendo en noviembre con el Gran Premio de Fórmula 1 de Las Vegas, Netflix juntó a cuatro golfistas (Tony Finau, Rickie Fowler, Max Homa, Justin Thomas) y cuatro pilotos (Alex Albon, Pierre Gasly, Lando Norris y Carlos Sainz), que compitieron por parejas en el Wynn Golf Club. Ganaron Sainz y Thomas la Netflix Cup y al español incluso se le cayó el trofeo.

“Hicieron cosas muy chulas y ofrecieron un producto diferente a una retransmisión deportiva al uso. Al final, como no es algo oficial, puedes hacer cosas que en un partido real no harías. Ahí Netflix manda: cuando ellos controlan el contenido y lo manejan, crean el drama, crean algo emocionante más allá de lo que pase deportivamente. Seguro que con el Nadal-Alcaraz hacen algo grandioso“, asegura Miguel Ángel. Y ahí está la clave de todo. A nadie le va a importar el resultado del partido, sino todo lo demás, el drama.