Pol Pla, capitán de España en Sevens Series Madrid: “El rugby 7 es más explosivo y entretenido que el 15” – Men’s Health

Men’s Health: Os jugáis la permanencia en las Series Mundiales, las HSBC SVNS, en casa, en Madrid. ¿Qué expectativas tenéis?

Pol Pla: Es un torneo doblemente especial porque es la primera vez que jugamos este torneo en casa y es la gran final. No tenemos la suerte de jugar por el campeonato, pero nos jugamos la permanencia después de un buen año, así que las expectativas son mantenernos porque somos de los mejores equipos de nuestro torneo y tenemos que ir a pasar por encima de los rivales, desplegar nuestro juego e ir a ganar cada partido.

Chile, Kenia y Samoa. ¿Cómo es cada rival?

Hemos analizado a Samoa, es un equipo buenísimos al que nos hemos enfrentado muchas veces durante el año y que ha incorporado jugadores de calidad. Chile y Kenia son rivales correosos, físicamente potentes y a los que costará sacar el balón, por lo que tenemos que mantener la posesión y dominar el balón para dominar el partido y que vayan a remolque. El rugby seven es un juego tan rápido que si empiezas mal, te marca el partido. Es súper importante salir concentrados desde el primer minuto y estar serios.

En el Metropolitano caben 70.000 personas, es un estadio gigante. ¿Qué afición esperáis? ¿Estáis acostumbrado a recintos tan grandes?

Estamos acostumbrados a estadio así por todo el mundo, porque las Series Mundiales normalmente son en países con más cultura de rugby que llenan estadios, pero aquí era un reto porque el rugby va a arrancando poco a poco, y además el seven se conoce aún menos. Teníamos dudas, pero cuando hemos hablado con la gente de la organización nos han transmitido que las entradas se están vendiendo a buen ritmo, que se verá buena entrada y los que vengan no se van a arrepentir. Van a descubrir algo espectacular.

De cara al espectador, ¿qué atractivos tiene para ti el rugby 7 frente al rugby 15?

Que sean partidos cortos hace que todo lo que tenga que pasar se concentre en poco tiempo. Es mucho más dinámico, mucho más explosivo y pasan más cosas que en un partido de 80 minutos. Se ven más ensayos, más jugadas espectaculares, sobre todo para el aficionado que no entiende tanto de rugby, que no entiende de las normas y así es una modalidad mucho más fácil de entender, de poder seguir el juego, que en casi ningún momento casi el tiempo está parado. Son partidos uno detrás de otro, puedes ver a muchas selecciones en un día, y se crea un ambiente festivo con gente disfrazada, música…todo lo hace muy atractivo.

Y tú, que jugaste al rugby 15, ¿en qué cambia a la hora de jugar?

En el 15 era un jugador rápido, habilidoso, con evasión y esas son las características que requieren los jugadores de 7. Yo disfruto mucho potenciar mi forma de jugar, lo que me gusta, yo creo que he nacido para esto. Cuando jugaba de ala en partidos de rugby 15 hay partidos que se me hacían aburridos estando en el campo, porque si la jugada va por otro lado, tocas poco el balón, entras poco en juego. Aquí no tienes un momento para descansar, son 14 minutos a tope, participando de verdad en la dinámica del partido.

España tiene el objetivo de salvarse y quedarse en las Series Mundiales, pero luego está el Preolímpico, el 21 al 23 de junio en Mónaco con 12 equipos para una sola plaza en los Juegos Olímpicos de París. ¿Difícil reto?

Tenemos dos retos importantes esta temporada. Uno era mantenernos en las Series Mundiales y después ese Preolímpico en el que no tenemos nada que perder y mucho que ganar. Ya lo hicimos una vez, y además de Paco [Hernandez, seleccionador] y Matías [Tudela, entrenador] soy el único que queda de esa gesta. Somos uno de los cuatro favoritos con Gran Bretaña, Canadá y Sudáfrica que juega las Series Mundiales y a todos les hemos ganado alguna vez. Por nombre Sudáfrica tiene jugadores de calidad para hacer cosas grandes, pero si está ahí es porque perdió su clasificatorio contra Kenia, así que si tienen un día malo, se le puede meter mano. Gran Bretaña es un equipo muy sólido, vistoso, que mantiene bien el balón, que es duro en defensa.

Y será otra vez en el estadio Luis II de Mónaco y será inevitable que se te venga a la cabeza lo que ocurrió en el Preolímpico de 2016, un ensayo en el último segundo de Ignacio Martín para ganar a Samoa y meterse en los Juegos Olímpicos de Río.

Te puedo decir de memoria cómo fue la jugada, en qué parte fue el ensayo. Lo tengo muy lo tengo muy latente en mi cabeza y tengo ganas de poderlo repetir, pero sobre todo de poder vivir y tener la misma sensación que tuve en 2016. Nosotros íbamos sin ninguna expectativa, iban pasando los partidos y os ganábamos y nos vimos en la final. Entonces no estábamos en las Series Mundiales y teníamos muchas selecciones por delante, y una de ellas era Samoa. Creo que es lo especial del seven, que si al equipo grande se le complica el torneo y a ti te sale bien, lo ganas.

Eres el único que queda de aquel equipo, el único que ha sido olímpico. ¿Cómo recuerdas la experiencia de Río, qué le cuentas a los chicos?

Más que el torneo es el hecho de ser olímpico, lo que significa, la repercusión que hay alrededor tuya, que no estás acostumbrado, que no te lo puedes imaginar. Te permite estar en la villa, compartir recinto con deportistas a los que admiras, que seas como ellos, que la organización te trata igual, que tienes los mismos derechos, los mismos privilegios. Y por encima de todo eres partícipe de un evento histórico que lo puede vivir un porcentaje muy pequeño de la población mundial, un evento que ha sobrevivido a guerras, desastres y se ha seguido celebrando.

Pol Pla intenta huir de un placaje del francés Gilles Lakafia durante los Juegos Olímpicos de Río 2016

¿Cuál es tu papel en este equipo?

Como capitán y veterano eres el guía del grupo dentro del campo, porque el seven es distinto al 15, aquí vienes de clubes de 15 y tienes que entender el juego, la dinámica distinto. Soy un faro en este aspecto. Después de la pandemia hubo un cambio generacional bastante fuerte y tengo que hacer ver a los más jóvenes lo que significa ser jugador profesional de la selección, ser un deportista de élite.

El equipo se quedó fuera de los Juegos Olímpicos de Tokio, incluso del Preolímpico, ¿a qué se debió ese bajón?

No tenemos o no podemos tener una estructura muy grande, un primer equipo con bastantes jugadores, y eso te hace depender mucho de los jugadores que hay en el grupo. Este año hemos sumado muchos más jugadores, esto ha hecho subir el nivel y que haya más competencia, y que cuando había alguna baja, el que entrase llegara con el mismo nivel o más. Otros años nos pasaba que dependíamos de los jugadores que habían enlazado bastantes años en la selección y con la pandemia aprovecharon para dar un paso al lado. Desde el año pasado ha habido un cambio en el proyecto, un staff que está llevando las cosas de una forma muy profesional que no había podido vivir hasta ahora y eso también me motiva.

Te he leído que a España le faltaba un poco de altura respecto a otras selecciones.

Aquí en España nos cuesta sacar jugadores grandes, sacamos bastantes jugadores técnicos, evasivos, pero el tamaño siempre nos costó, aunque ahora justamente tenemos de los equipos más altos que hemos tenido nunca, y donde no llegamos intentamos ser más listos, más técnicos, mejores en otros aspectos del juego. Es la gracia del 7, que hay menos jugadores en el campo y eso hace que la fuerza no tenga un papel tan importante como en el 15 en las fases estáticas. Si tienes buena evasión, puedes suplir otras cosas.

¿Cómo es el trabajo físico que hacéis?

Hay una parte muy importante de gimnasio. La preparación física es importantísima porque porque somos siete jugadores en un campo de rugby normal, con más metros para cubrir, más metros para correr y tienes que tener pulmón para aguantar esfuerzos a máxima velocidad. Nuestro entrenamientos se divide entre la parte de fuerza en el gimnasio, cada día en las semanas sin competición, un entrenamiento más específico de cardio, de carrera, y la parte más táctica de campo en la que también se trabaja el cardio pero enfocada en el juego. El cardio hacemos intervalos, fartlek, series de velocidad desde 30 ó 40 metros a 100 metros, series menos intensas pero con menos descanso para trabajar el ácido láctico. Es una combinación de resistencia y velocidad. Una de las cosas que me gustan del seven es que es muy completo como deporte. Después, cuando volvemos de un torneo, tenemos dos o tres días de recuperación y ahí el preparador nos manda un trabajo progresivo y luego ya retomamos el entrenamiento normal de gimnasio.

Aquí es mucho más importante ser rápido que en el rugby a 15.

Sí, sí, porque hay más espacios, pero a la vez para aprovecharlos necesitas de esta velocidad, porque si ves el espacio y no corres, el espacio se cierra y desaparece.

En este deporte no te hace millonario. ¿Cómo se combina los estudios o el trabajo con cuidar la nutrición o el descanso?

La mayoría de gente de la selección estudia o lo intenta porque es difícil. Ahora podemos ser profesionales de esto, que antes no pasaba, porque tenemos un contrato con la selección que nos permite dedicarnos en exclusiva al rugby. Aquí la mayoría hemos llegado de clubes de 15 y cada uno se cuidaba de forma personal sin nadie que te enseñe, y gracias a los profesionales de la selección lo hemos aprendido. Hay chicos que tienen un nutricionista, yo no, pero tengo nociones de lo que es una dieta equilibrada para meter hidratos, proteína, verdura…y combinar todo de forma saludable. Cada dos días nos pesan, y si detectan que alguien se está yendo por abajo o por arriba, saltan las alarmas. Y en cuanto al descanso, es sentido común, dormir las horas necesarias, hay quien necesita siesta y quien no.

[En rugby 7 no hay liga de clubes, así que los jugadores entrenan con la selección en ciclos de tres semanas, normalmente en Málaga, y diez días en casa en la que hacen preparación física por su cuenta].

¿Hasta qué punto es importante que el deporte ahora sea olímpico para que seáis profesionales?

Es básico porque eso te permite que puedas destinar todo tu esfuerzo como persona a ser el mejor jugador, a estar mejor preparado físicamente, a estar lo más saludable, y a la vez hace que podamos hacer concentraciones de forma más seguida, que todo el mundo esté dispuesto, que el grupo acumule horas de entrenamiento, horas de rugby y la repetición es lo que hace subir el nivel.

Y después de París, se clasifique o no la selección, ¿te vemos hasta Los Ángeles?

Sinceramente, no lo sé. Estoy en un momento en el que físicamente estoy muy bien y por edad tendría cuerda, pero a la vez también llevo nueve años aquí, esta vida es dura, pasamos mucho tiempo fuera de casa concentrados en esto, con dedicación absoluta, y mentalmente se nota. Se me pasa por la cabeza la retirada, pero muchas veces lo pienso, lo digo, y al año siguiente vuelvo. Si tal vez fuéramos a París sería una buena forma de terminar mi carrera con la selección, pero a la vez no sé si soy capaz de dejarlo, depende de cómo pueda gestionar la parte profesional y personal. Cuando termine la temporada desconectaré mentalmente, hablaré con el entrenador y con el staff en general para transmitirle mis pensamientos, mis ideas y escuchar lo que ellos piensan antes de tomar una decisión.

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Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.

Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).

Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner’s World, Men’s Health y Women’s Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).