NBA

La doble vara de medir entre números 1 del draft: de los 70.000 dólares a Caitlin Clark a los 10 millones a Wembanyama – Relevo


El impacto de Caitlin Clark en el mundo del baloncesto es innegable. Ahí están las cifras de audiencias que han arrojado sus últimos partidos en la NCAA o el precio de las entradas que se han llegado a pagar por ver a la jugadora de Boise, máxima anotadora en la historia de la competición por delante de Pete Maravich y que ha provocado el lleno en pabellones rivales a lo largo y ancho de todo Estados Unidos.

Sin embargo, todas estas cifras, récords y logros no tendrán reflejo en el salario que cobrará en su primera temporada en la WNBA. Clark es una de las 30 atletas mejor pagadas en la NCAA y a base de acuerdos promocionales y patrocinios, su cuenta bancaria ha superado los 3 millones de dólares esta temporada. En su mudanza a la WNBA se puede llevar con ella a la mayoría, aunque su salario de entrada será de solo 80.000 dólares si sale elegida como número 1.

Clark firmará con las Indiana Fever un contrato por tres temporadas con una cuarta opcional por un total de 338.056 dólares que se reparten en 76.535 dólares para su primera temporada en la liga, 78.066 para la segunda, 85.873 en la tercera y 97.582 dólares en la cuarta campaña de su contrato. Es decir, que en ninguna de ellas alcanzará las seis cifras de salario, sin tener en cuenta lo que pueda ingresar por patrocinios.

Un sueldo que difiere mucho con lo que, por ejemplo, ha cobrado Victor Wembanyama en su primera temporada en la NBA. El francés se ha embolsado en su primera campaña en la NBA más de 10 millones de dólares. Es decir 140 veces más que la ya exjugadora de la Universidad de Iowa. Wemby ha disputado 71 de los 82 partidos de la temporada regular de la NBA y Clark lo hará en la mitad de encuentros, ya que la temporada regular de la WNBA consta de 36 encuentros. La mitad de duelos, pero no la mitad de sueldo.

En estos casos el argumento suele ser que el deporte femenino no genera lo mismo que el masculino. Pero Clark ha cambiado el paradigma. Para empezar esta misma madrugada la elección de la escolta ha provocado el fin de existencias en la tienda de las Indiana Fever, que además organizaron una fiesta para seguir en directo la ceremonia del draft y se congregaron más de 17.000 personas que no ocultaron su alegría cuando Cathy Engelbert, comisionada de la WNBA, pronunció su nombre como número 1 del draft.

Más datos que reflejan el impacto de Clark. Después de rozar los 10 millones de espectadores en la final del 2023 entre Iowa y LSU, récord de ESPN y tercera mejor marca de todos los tiempos en la competición, la joven de las Hawkeyes ha pulverizado todos los registros en el desenlace de su última temporada. La final de la NCAA entre Iowa y South Carolina fue seguido por una media de 18,3 millones de espectadores en Estados Unidos, alcanzando un pico de 24 millones en el momento álgido. El choque por el título, levantado por Dawn Staley, resultó ser el partido de baloncesto más seguido en Estados Unidos durante el último lustro. Y eso incluye competiciones como la NBA, la WNBA o el cuadro masculino del March Madness.

A falta de ver la adaptación de Caitlin Clark en la WNBA, tanto la liga como las franquicias ya están explotando la imagen de la jugadora de 22 años. Las Indiana Fever, franquicia que posee los derechos del Pick #1 del Draft WNBA 2024, se han encargado de promocionar la venta de abonos para la próxima temporada durante el último mes y medio. De manera nada aleatoria, varios de sus tweets han llegado minutos después de que Caitlin Clark completara algunas de sus últimas hazañas universitarias. Como el día en el que superó a Pete Maravich, una ocasión que las Fever no desaprovecharon ni para felicitarla ni para compartir los links a la venta de entradas y abonos.

Por su parte, Las Vegas Aces, vigentes campeonas de la WNBA, han anunciado que su partido ante las Indiana Fever (2 de julio) no se disputará en el habitual escenario de la franquicia. Como ya ha sucedido en otras ocasiones especiales con el equipo de Becky Hammon, el encuentro será jugado en el T-Mobie Arena de Las Vegas, el más grande de la ciudad, con una capacidad que supera los 18.000 espectadores.

El aterrizaje de Caitlin Clark ha llegado en un momento ideal para la WNBA. No solo por el crecimiento experimentado por la propia liga en el pasado más reciente o la solidez sobre la que se asienta ahora, sino por el hecho de que el 2025 está señalado en rojo en la planificación de Cathy Engelbert, comisionada WNBA.

El contrato de TV entre la WNBA y ESPN, valorado en alrededor de 40 millones, termina el próximo año. Y la competición tendrá plena libertad para negociar el siguiente acuerdo. Viendo los números de la pasada temporada, las previsiones eran de que Engelbert pudiera incluso duplicar las cifras existentes en la actualidad.

Unos números que pueden duplicarse para la liga con la llegada de Clark y que sí han tenido reflejo en los contratos de patrocinio firmados por la jugadora de Boise durante su etapa universitaria. Caitlin ya ha cobrado más de tres millones de dólares en su última temporada en la NCAA gracias a la aprobación para que los deportistas universitarios puedan cobrar por derechos de imagen. Unos ingresos que se podrían triplicar en su primera temporada en la WNBA.





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Rohit Palit

Periodista deportivo y graduado en Ciencias de la Comunicación de Madrid. Cinco años de experiencia cubriendo fútbol tanto a nivel internacional como local. Más de tres años escribiendo sobre la NFL. Escritor en marcahora.xyz desde 2023.

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